La Jornada 3 de febrero de 1998

Ejemplar, el sistema de vacunación aplicado aquí, dice el organismo

Angeles Cruz Ť En el Programa de Vacunación Universal (Provac) de México se requiere fortalecer la coordinación interinstitucional, así como intensificar la participación de las parteras tradicionales y promotores de salud para que se amplíen los alcances de éste en las poblaciones indígenas. Las conclusiones de la evaluación realizada por expertos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) señalan lo anterior y destacan que el sistema de vacunación mexicano es ejemplar en América Latina, pero requiere de vigilancia y perfeccionamiento constantes.

Durante la presentación del Programa de Atención a la Salud del Niño, José Luis Zeballos Zelada, representante de la OPS en México, dio cuenta del trabajo efectuado durante 1997 para evaluar las áreas programáticas del Provac, la Red de Frío y Logística del mismo, así como la viabilidad de producción de vacunas mediante la incorporación de tecnología de punta a la Gerencia General de Biológicos y Reactivos.

Producto de la investigación, los expertos recomendaron 27 acciones para mejorar la eficiencia del Provac. Ahí mismo, el secretario de Salud, Juan Ramón de la Fuente, destacó que todas las medidas recomendadas ``dan cuenta clara de que todavía es mucho lo que tenemos que seguir haciendo''. Señaló que las sugerencias pueden ser atendidas en el transcurso de este año.

El informe destaca que aunque ha habido suficiencia presupuestaria a nivel nacional para cubrir los actuales esquemas de vacunación, se requiere de mecanismos que garanticen la existencia de los recursos en cada nivel de operación.

Los expertos de la OPS que estuvieron en México recomiendan a las autoridades del sector salud intensificar la vigilancia epidemiológica y el monitoreo a nivel local, con el fin de que el proceso de descentralización de los servicios de salud no afecte la acción oportuna y el sistema de alerta temprana.

Creado en 1991 para lograr la equidad en materia de vacunación de todos los niños menores de cinco años, el Provac ha tenido un avance importante en la cobertura nacional con un promedio de 95 por ciento.

Se propone a México elaborar un manual único de aplicación de vacunas avalado por la Secretaría de Salud, el IMSS y el ISSSTE, y que incluya las nuevas inmunizaciones: la triple viral (contra el sarampión, la rubéola y la parotiditis) y la Td (contra la tosferina y la difteria).

Zeballos Zelada dio lectura a una síntesis de los resultados de la evaluación solicitada en marzo de 1997 por el secretario de Salud y apuntó la necesidad de estandarizar la metodología para la programación de metas, revisando la utilidad y limitaciones del Provac en lugares como el Distrito Federal.

Además, la OPS recomendó incluir en los currícula de las facultades y escuelas de medicina, enfermería y salud pública aspectos de inmunizaciones, incluidos la vigilancia epidemiológica, un nuevo esquema de vacunación y el funcionamiento de los servicios.

Respecto del área técnica, Zeballos Zelada detalló que es necesario mejorar los sistemas de compra, almacenamiento y distribución de las vacunas. En particular se recomendó intensificar la supervisión de la limpieza de los cuartos fríos y hacer lo necesario para mantener las vacunas a temperaturas adecuadas.

El reporte de la OPS señala la posibilidad de que en unos cinco años el edificio de la Gerencia General de Biológicos y Reactivos sea insuficiente para cumplir con su tarea en la producción de vacunas, por lo que habría que planear la construcción de un nuevo local.

Por otra parte, la investigación del organismo internacional señala entre sus principales hallazgos que las instituciones participantes (Ssa, IMSS e ISSSTE) han conferido una alta prioridad a las acciones de vacunación, asignando los recursos necesarios y adoptando una visión estratégica para la incorporación de nuevas vacunas al esquema actual.

Entre los aciertos menciona un censo nominal de menores de cinco años, que facilita la programación de las actividades de inmunización, además de que el personal operativo posee una gran mística de trabajo, hay normas y manuales de vacunación, así como de vigilancia epidemiológica.

Además, se cuenta con series históricas de casos y defunciones, existe gran aceptación del Provacen en la comunidad y se da la participación social en todo el país, principalmente durante las semanas nacionales de salud.