La Jornada 5 de febrero de 1998

U2: MADRES DE LA PLAZA DE MAYO, ``ESPERANZA PARA LA HUMANIDAD''

Stella Calloni, corresponsal, Buenos Aires, 4 de febrero Ť ``Mataron una esperanza'', gritaban esta tarde familiares de desaparecidos políticos cuando el presidente de la Cámara de Diputados, Alberto Pierri, del gobernante Partido Justicialista, levantó la sesión que iba a debatir un proyecto opositor para derogar las leyes de Punto Final y Obediencia Debida que exculparon a militares y policías que violaron los derechos humanos. Estas leyes fueron dictadas en 1987 por el gobierno del ex presidente Raúl Alfonsín, quien juzgó a las juntas militares que impusieron en Argentina la dictadura más cruenta que recuerde el país.

Las Madres de Plaza de Mayo debieron permanecer frente al vallado colocado para impedir su entrada al Congreso, y estuvieron allí bajo la lluvia, esperando unirse a una manifestación que efectuaron en la tarde organismos de derechos humanos bajo la vigilancia de un gigantesco operativo policial.

La tensión y el caos automovilístico por las calles cortadas alrededor del Congreso enmarcaron lo que habría de ser un frustrado intento de derogar las leyes por las cuales se acogieron a la impunidad los responsables directos de graves crímenes y de la desaparición de más de 30 mil personas entre 1976 y 1983.

El proyecto fue presentado sorpresivamente en enero por diputados del Frente País Solidario (Frepaso), coalición centroizquierdista que integra la Alianza opositora con la socialdemócrata Unión Cívica Radical (UCR). Juan Pablo Cafiero y Alfredo Bravo encabezaron al grupo de legisladores que lo introdujo, provocando varias tormentas políticas tanto en el oficialismo como en la oposición.

Asimismo, desató esperanzas en días difíciles, cuando en sus también imprevistas declaraciones el ex capitán de la marina, Alfredo Astiz, admitió los crímenes de la armada y amenazó con un retorno de los militares. Astiz fue sometido esta noche a peritajes psiquiátricos ordenadas por la justicia.

Por una parte, el hecho de que los legisladores del Frepaso no consultaran con su movimiento había producido una fractura en la Alianza, ya que se trataba de derogar leyes dictadas bajo el gobierno de un aliado como Alfonsín, de la UCR. El gobierno del presidente Carlos Menem, enfrascado ya en la pelea electoral para las presidenciales del 99, intuyó entonces la posibilidad de crear una división en la temida Alianza, que apenas creada derrotó al justicialismo en las pasadas legislativas de octubre.

El proyecto provocó además fuertes discusiones jurídicas, ya que aunque se derogara la ley, no se podría modificar la situación jurídica de quienes se benefi- ciaron con las leyes, ya que no hay un efecto retroactivo. Otros juristas enten- dían que derogadas las leyes, se podían buscar atajos para resolver este problema de justicia, como la reapertura de causas que estaban en trámite cuando se sancionaron las dos leyes.

En tanto, los cruces verbales de gobierno y oposición se violentaron en los últimos días y esta tarde no hubo acuerdos, ya que la jugada del gobierno fue mandar el debate a sesiones extraordinarias, donde no se puede profundizar en lo esencial, Y cuando el bloque opositor anunció que entraba al debate, el jefe de la bancada peronista pidió apresuradamente que se levantará la sesión por falta de quórum.

Pero también hay críticas para la oposición, por su demora en entrar al debate. Nadie salió indemne de estas jugadas políticas alrededor de un tema tan doloroso.

Finalmente, después de reuniones entre Alfonsín y el diputado Carlos Chacho Alvarez, dirigente del Frepaso, se llegó a un acuerdo para dejar librado a la conciencia de cada legislador el voto, pero además añadir al proyecto una fórmula para producir un cambio en el Código Penal Militar y anular definitivamente la llamada Obediencia Debida, que exime a los subordinados de responsabilidad.

En un ambiente de gran nerviosismo, cada grupo acusó al otro del fracaso que este día añadió una herida más a una sociedad que se siente víctima de la impunidad. Mientras tanto, afuera del Congreso, un grupo de madres de desaparecidos encabezadas por Hebe de Bonafini desplegó una bandera blanca donde se leía : ``Hasta la victoria, queridos hijos'', mientras las Abuelas de Plaza de Mayo, que buscan a sus nietos robados por los represores, lograron entrar al recinto, pero se quejaron porque ``se ha jugado con nuestro dolor''. Las Madres de Plaza de Mayo fueron calificadas hoy como ``una esperanza para el mundo'' por los integrantes de la banda irlandesa de rock U2, con quienes se reunieron en esta capital.

Alfonsín admite equivocación

El ex presidente Raúl Alfonsín se mostró emocionado al explicar ante la prensa, en un salón del Congreso, las razones por las que su gobierno dictó estas leyes, y admitió errores, pero también recordó la debilidad en que se encontraba ante la fuerte presión militar, cuando las fuerzas armadas conservaban sus poderes casi intactos.

``Cuando envié al Congreso la ley de Obediencia Debida lo hice con mucho dolor, y entonces dije lo que era una verdad: estábamos al borde del abismo'', aseguró, y dejó entrever que había una posición distinta del justicialismo entonces --favorable a que se zanjara la situación rápidamente-- a la que asumió en estos días, pero prefirió no revelar más datos.

Recordó que había llevado adelante los juicios a los miembros de las juntas militares, quienes fueron condenados, pero luego indultados por Menem en 1990. También explicó que en la nueva Constitución, al firmar compromisos de Derechos Humanos y el Pacto de San Jose, cambió la esencia de estas leyes, aunque admitió que una eventual derogación tendría sólo valor simbólico.

El ex mandatario advirtió, sin embargo, que había llegado a un salón del Congreso para llamar a la unidad nacional, porque ``me parece que vamos a enfrentar momentos muy difíciles, y por lo tanto, en adelante tenemos que sacar el tema de las competencias políticas''.

En este sentido hizo alusión a las consecuencias de la globalización, a la dramática situación social y de impartición de justicia imperante y a los efectos de la crisis asiática. Precisamente, el Fondo Monetario Internacional aprobó un préstamo de 2 mil 800 millones de dólares por tres años a Argentina, el cual será usado en caso de dificultad financiera.

Por su parte, los organismos humanitarios recordaron en un documento que habían llevado reclamos de inconstitucionalidad de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA, que concluyó que ambas son incompatibles con artículos de la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, que consideran que los delitos de lesa humanidad no pueden prescribir.

Los decretos de indulto de Menem ``colocaron el broche final a la impunidad'', sostiene el documento, que detalló además todos los crímenes y acciones represivas bajo gobiernos democráticos, y en los que asoman los mismos rostros del pasado ``impune''.

``La anulación de estas leyes es sinónimo de verdad y justicia, y es inaceptable que se vote con un criterio de valor testimonial simbólico y con una aclaración presidencial de que va a ejercer el veto para impedir una eventual derogación'', concluyeron.