La Jornada 5 de febrero de 1998

Ricardo Rocha: la sociedad siempre va adelante de medios y gobierno

Arturo García Hernández/ I Ť ``Abrir, abrir, abrir''. La obsesión por este verbo resume el propósito central del noticiario Detrás de la noticia que esta semana cumplió tres años, conducido por Ricardo Rocha, a la sazón presidente del grupo Radiópolis, la división radio de Televisa. ``Abrir, abrir, abrir''. Abrir un espacio que, por primera vez en la empresa de la familia Azcárraga, acogiera la diversidad política, social y cultural de la sociedad mexicana.

Pensado inicialmente para radio, Detrás de la noticia apareció un año después también en formato para televisión. En ambos medios, el informativo se distinguió del resto de los programas noticiosos de Televisa.

Recibida al principio con desconfianza o franco escepticismo, la emisión se ha hecho de un alto nivel de credibilidad, circunstancia ésta reforzada por dos hitos en la historia de la televisión mexicana: la transmisión del ``video de Aguas Blancas'' y el reportaje sobre los desplazados chiapanecos en el que se advertía sobre los riesgos de una matanza como la que poco después ocurrió en Acteal.

Impulsar propuestas plurales

En entrevista, Ricardo Rocha da cuenta de la génesis del proyecto, comparte sus experiencias y reflexiona sobre las circunstancias en que éste se ha desarrollado.

--¿Cómo y por qué surge Detrás de la noticia, cuando aparentemente Televisa tenía cubiertos todos sus espacios noticiosos?

--Dices bien: aparentemente. Nosotros, mi equipo y yo, siempre tuvimos una serie de inquietudes manifestadas en programas como Para gente grande, En vivo y algún otro. Esa inquietud se puede resumir en una palabra: abrir, abrir, abrir... Empujar propuestas plurales. En el plano cultural en Para gente grande, y en el plano artístico en En vivo. Cuando tuvimos oportunidad de volver a hacer noticias en Televisa, tratamos de establecer en la denominación no el nombre de un noticiario nada más, sino un concepto, una mística de trabajo: Detrás de la noticia.

``Es decir, Detrás de la noticia en su doble connotación: la de perseguir la información y también la de ver lo que había atrás de la noticia oficial, atrás del boletín. De alguna manera, estábamos acostumbrados a ver nuestros espacios noticiosos como espacios de lectura de boletines oficiales de las diversas secretarías e instancias de gobierno, que nos decían algo que a veces era cierto, pero que a veces no era tan cierto o por lo menos era cuestionable.''

Cuando Emilio Azcárraga Milmo le pidió que se hiciera cargo de Radiópolis, le dijo a Rocha una frase que éste ha convertido en un incentivo de trabajo: ``Ayúdame a pagar una deuda de honor que tengo con la memoria de mi padre (Emilio Azcárraga Vidaurreta).''

Explica Rocha: ``La división radio de Televisa reúne 16 estaciones emisoras, todas ellas productoras de conceptos radiofónicos distintos. Desde uno juvenil moderno, hasta lo tradicional familiar pasando por lo popular.

``En radio hay 33 estaciones y nosotros ocupábamos el lugar 33. Estábamos en el fondo del fondo. Televisa, la empresa que había surgido en el radio, tenía descuidados sus orígenes. Nos distrajimos con el surgimiento de la televisión y la radio empezó a declinar.''

Era evidente que ``la parte de noticias era uno de nuestros retos fundamentales. Entonces dijimos: ¿Qué es lo que le podemos aportar de nuevo a la gente? Y nació el concepto Detrás de la noticia.

``Arrancamos al inicio de mi gestión aquí en Radiópolis y afortunadamente hemos tenido una muy buena respuesta hasta este momento. Luego, hace dos años, se atravesó la posibilidad de desarrollarlo en la televisión adecuando un concepto que ya teníamos muy claro. Nuestra divisa fue la misma que en radio: sea usted el reportero con nosotros cada semana. Llámenos, denuncie, señale, sugiéranos temas y nosotros investigamos. Afortunadamente, las personas confiaron en nosotros, después vino aquel video de Aguas Blancas y, bueno, creo que poco a poco nos hemos ganado la confianza.''

Vencer las resistencias

--En las razones que da para la creación de Detrás de la noticia está implícita una autocrítica. Dice usted: ``estábamos leyendo boletines''. El paso que dan con el noticiario, ¿es exclusivamente a iniciativa propia o se sintieron presionados por lo que acontencía y acontece en el país?

--Son varias cosas. Primero, la suma de una serie de experiencias y actitudes que nosotros habíamos tenido con los programas anteriores que nos tocó realizar. Pero, por la otra, sí fue la presión de la sociedad. Este país había recibido avisos importantes como en 1968, 1985, 1988 y por supuesto de 1994 para acá. Entonces, la sociedad siempre va adelante de los medios y del gobierno también. Va jalando y exigiendo siempre. Lo que también es indiscutible es que ahora tenemos una sociedad mucho más activa, pensante, enterada, cada vez más involucrada y comprometida con la democracia, con la pluralidad, con la apertura, etcétera. Y desde luego a través de este concepto hemos hecho una crítica muy severa a nuestra labor en general.

``Quisimos retomar conciencia de nuestro compromiso con la sociedad y buscar dentro de nuestras propias capacidades los lenguajes que nos hicieran acceder a una nueva fórmula de comunicación. Esto lo hicimos en tres vertientes fundamentales: nuestro equipo de trabajo en el que ya llevamos un rato laborando juntos; a éste sumamos un equipo de personas con mucho prestigio en el medio periodístico, como son los casos de Rodolfo Guzmán, José Reveles, Luis Acevedo, Blanche Petrich y otros compañeros. Y también hicimos una convocatoria para que personas tan prestigiadas como Carlos Fuentes, Carlos Monsiváis, Cristina Pacheco, Federico Reyes Heroles y muchos otros puedieran sumarse al proyecto.''

Al principio --recuerda Ricardo Rocha-- ``había muchas desconfianzas, mucha gente tenía el prurito de: es Televisa, me van a censurar, quién sabe qué va a pasar si esto se muere a los tres meses. De hecho, cuando salimos con toda esta plana de colaboradores, muchas personas les decían: `Rocha los emboletó porque es su cuate, pero no va a funcionar, seguramente lo van a parar'. Así me hice de grandes amigos, personas de enorme calidad moral e intelectual como Carlos Fuentes o Carlos Monsiváis, Porfirio Muñoz Ledo, que me daban una entrevista y me decían a lo mejor esa parte no va a pasar. Yo les hacía apuestas: ¿qué tal si pasa? Apostábamos una cena y luego con este pretexto nos reuníamos y conversábamos''.

--Eran desconfianzas justificadas, ¿no?

--Creo que sí. La verdad. Para qué le damos 20 vueltas. Eran justificadas porque, como te digo, estábamos rebasados por la sociedad. Ahora, afortunadamente ha habido mucho apoyo de la empresa y el proyecto ha ido desarrollando su propia dinámica y su propio crecimiento. Los ratings, que a mí no me obsesionan ni me angustian pero que finalmente son una referencia, van muy bien.

--¿Dónde fueron mayores las resistencias, con el público o al interior de Televisa?

--Resistencias siempre las hay: de parte del gobierno, del público y también hay resistencias interiores, personas que se resisten al cambio. Pero, como he dicho antes: si bien Televisa es una empresa cada vez más grande, también es cada vez más ancha. Eso a mí me alienta mucho. Hay personas que pudieran tener resistencias al cambio, pero también hay quienes lo están buscando, que lo están impulsando, que lo sienten absolutamente necesario. Yo por lo menos he tenido el apoyo de parte de las más altas autoridades de Televisa, primero del señor Azcárraga Milmo y ahora del señor Azcárraga Jean, que es un hombre joven comprometido con su tiempo y con el cambio.

``A veces es difícil, hay algunas resistencias, pero finalmente no puedes tirar las puertas a patadas; tienes que empujarlas todos los días un poquito... Y de pronto encuentras que ya puedes pasar.''

Superar los maniqueísmos

--¿Le gusta, disfruta, ser considerado representante del ``a la progresista'' de Televisa?

--Mira, yo lo que disfruto es rasurarme, caray; que no me dé cosa en el estómago cuando me rasuro. O sea, si me tengo que ver al espejo todos los días, me tengo que caer bien, tengo que estar contento conmigo mismo. Ya si me etiquetan como del ``ala progresista'' o que si estoy cargado a un lado o al otro, lo veo como resultado del maniqueísmo que hemos vivido por mucho tiempo. Si aquí de pronto abres el espacio a la oposición, resulta que ya eres parte de la oposición, que le quieres pegar al PRI y al gobierno. ¡Y no es cierto! Tengo amigos muy respetados y respetables en todos los partidos políticos.

``Yo lo que soy es un enamorado de la inteligencia. Bendito sea Dios, no tengo complejos para estar frente a una persona inteligente y que me gane, que me rebase en la entrevista.

``Un cuate mío me decía: `oye, no seas pendejo, ¿por qué entrevistas tanto a Monsiváis si siempre te gana?' Yo le dije: `oye güey, pues si no lo entrevisto para ganarle yo. ¿Crees que soy como esos boxeadores que se preparan para ganarle a otro que ya les tupió una vez a ver cuándo le doy yo?' No se trata de que yo le gane a Monsiváis, se trata de que diga cosas inteligentes, que va a disfrutar el público. Es un privilegio hablar con él. Ahora, si a ojos de algunas personas dice cosas inteligentes pasando sobre mi cadáver, no me importa. Yo a veces tengo que jugar al listo y a veces juego al no enterado y al tonto con tal de que el entrevistado diga cosas inteligentes.''

--¿Tiene futuro esta apuesta por la inteligencia cuando la noticia se está convirtiendo en un espectáculo?

--Creo que sí. Si no, estaríamos fritos. ¿Qué es la inteligencia? Un día lo discutía con Monsi, por cierto. Dice que tengo una definición muy pinche, pero es certera: es la capacidad para resolver problemas nuevos. Entonces, lo que trato de decir es que la inteligencia es la única posibilidad que tenemos. Y tenemos que quitarnos ya de la cabeza que en este país los de este lado son buenos y los del otro malos. Y que todos los políticos son trinqueteros y todos los periodistas chayoteros y todos los empresarios explotadores y que todos somos licenciados y todas son señoritas.