La Jornada 7 de febrero de 1998

David Aponte Ť El gobierno de México va a importar tecnología de Estados Unidos, principalmente aparatos de rayos infrarrojos, para instalarla en todos los puertos marítimos del país, con el propósito de detectar grandes cargamentos de drogas ocultos en contenedores, según acuerdos alcanzados con autoridades de Washington.

Durante la presentación de la Estrategia Bilateral de Cooperación contra las Drogas México-Estados Unidos, celebrada en la cancillería, el procurador general de la República, Jorge Madrazo Cuéllar, dio a conocer que las autoridades mexicanas van a beneficiarse de la tecnología estadunidense.

``Existen propuestas muy claras de transferencias de tecnología y el primer interesado en que puedan llegar a México, para ser más eficientes en el combate al narcotráfico, es el procurador'', expuso.

Sin embargo, la aportación tecnológica de Estados Unidos no pondrá ``sombras'' en la soberanía o en el respeto a la jurisdicción territorial del país. ``Lo que desde luego no aceptaríamos, es una verificación sobre la forma como esos equipos o instrumentos tecnológicos van a ser utilizados en México'', expuso.

Las autoridades mexicanas van a erogar ``varios millones de dólares'' en la adquisición de equipos de rayos infrarrojos, que serán utilizados en la detección de cargamentos de drogas en los puertos marítimos del país. Las autoridades estadunidenses ya operan esa tecnología en la revisión de remolques en las garitas de la frontera, de acuerdo con una fuente de la Procuraduría General de la República (PGR).

Por ahora, los negociadores de ambos países analizan los precios y las cuestiones técnicas. ``Vale la pena invertir en esta tecnología para no detener las operaciones comerciales legítimas'', expuso una fuente de la cancillería.

No hay supeditación: Madrazo y Green

En la presentación del documento -que no contiene cuestiones de carácter operativo y que fue entregado con dos días de antelación a la prensa de Estados Unidos-, Madrazo aseguró que el nuevo plan bilateral está sujeto al respeto a la soberanía, a la aceptación de la responsabilidad compartida, a la adopción de un enfoque integral y a la aplicación efectiva de las leyes.

``Las acciones de colaboración establecidas en esta Estrategia Binacional complementarán, no remplazarán las políticas nacionales definidas'' por los gobiernos de México y Estados Unidos, agregó.

Posteriormente, Madrazo y la titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Rosario Green, rechazaron que las políticas antinarcóticos mexicanas queden supeditadas a la voluntad o a las directrices del gobierno de Washington.

``Creo que es muy importante que tengamos muy claro que cooperación de ninguna manera implica subordinación. Estamos cooperando en pie de igual, beneficiándonos, como lo señaló muy bien el procurador, del avance tecnológico. Pero sin ceder un ápice en cuestión de soberanía ni de independencia ni de jurisdicción territorial ni ninguno de estos elementos'', expuso Green.

En el Sala Magna de la torre de Tlatelolco, Madrazo agregó que el gobierno de México no trata de esconder nada en este nuevo programa antinarcóticos, mismo que incluye los 16 puntos de la alianza firmada por los presidentes de ambos países el 6 de mayo de 1997.

La estrategia contiene en términos generales los lineamientos para una mayor cooperación bilateral en los asuntos de capacitación de las policías mexicanas, la transferencia de tecnología, una mayor coordinación en las operaciones de interceptación aérea, marítima y terrestre, el establecimiento de líneas directas de comunicación entre los mandos civiles y militares y la puesta en marcha de mecanismos de vigilancia de los encargados de la lucha antinarcóticos.

Incluso el procurador dio a conocer que en el terreno de la lucha contra la corrupción, la PGR ha consignado a 200 servidores públicos de esa dependencia ante jueces federales por supuestos vínculos con el narcotráfico.

Acerca del contenido de la estrategia, una fuente de la SRE aseguró que la parte mexicana mantiene dos principios básicos: el control del espacio aéreo y marítimo mexicanos y la autoridad en su territorio. ``No hay nada oculto detrás de esto'', aseveró.

La DEA no puede usar armas en México

La canciller Green precisó que el nuevo proyecto antinarcóticos no considera la posibilidad de que los agentes de la DEA acreditados en territorio nacional puedan portar armas de fuego. El documento sólo menciona que los gobiernos asumen el compromiso de salvaguardar la seguridad de los funcionarios encargados de la lucha contra las drogas.

``Además de que yo ya señalé que ahí no ha habido absolutamente ningún cambio de posición y que se ha dicho no a que porten armas los agentes de la DEA, les recuerdo a ustedes que hay 45 agentes de la DEA autorizados en México. Pero ambos países han acordado que 22 agentes de cada país puedan venir con la categoría de no residentes.

``Los otros sí son residentes, pero básicamente tienen como área de operación cruzar la frontera para intercambiar información. Nos son residentes. Vienen en la mañana, se regresan en la tarde. Y es tanto mexicanos que van a Estados Unidos, como estadunidenses que vienen a México. Pero no se ha aumentado el número de agentes'', añadió.

La nueva estrategia fue presentada simultáneamente en la ciudad de Washington, a sólo dos semanas del proceso de certificación antinarcóticos del gobierno de Estados Unidos.