No hay ``evidencia convincente'' contra Labastida, señala McCaffrey
Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 6 de febrero Ť El zar antidrogas de la Casa Blanca, Barry McCaffrey, dijo hoy que no cuenta con ninguna ``evidencia convincente'' que involucre con narcotraficantes al secretario de Gobernación, Francisco Labastida Ochoa, y que no ha discutido este asunto con el gobierno mexicano.
Al mismo tiempo, en una carta aparecida hoy en el diario que ayer publicó el asunto, Labastida Ochoa rechazó una vez más las versiones de un documento secreto de la CIA relacionándolo con narcotraficantes. ``Durante mi gestión como gobernador de Sinaloa, no protegimos ni asistimos a cualquier persona o grupo vinculado al crimen organizado'', respondió a The Washington Times.
El diario conservador publicó el jueves que un ``documento secreto'' de la CIA indicaba que Labastida Ochoa había tenido ``vínculos antiguos'' con el narcotráfico desde los tiempos de su gestión como gobernador, y que este hecho ``podría resultar costoso'' para el gobierno de Ernesto Zedillo si se hacían públicos.
En su carta a The Washington Times, Labastida señala que ha solicitado que la Secretaría de Relaciones Exteriores, a través del Departamento de Estado, pida una ``clarificación de la CIA en torno a estas acusaciones falsas''. Las calificó no sólo como mentiras, sino una ``difamación'', la cual ``afecta no sólo a mí, también a mi país''.
Pero a pesar de los desmentidos, las acusaciones provocaron hoy que el presidente del Subcomité sobre el Hemisferio Occidental del Senado, el republicano Paul Coverdell, expresara su preocupación y su solicitud a la CIA para que le entregue más información. ``Si (esto) es confirmado, este último evento podría complicar el proceso de certificación utilizado para evaluar el nivel de cooperación en la guerra contra las drogas'', declaró Coverdell. El presidente del Comité sobre Relaciones Internacionales de la Cámara, el representante Benjamin Gilman, se expresó en el mismo sentido ayer.
Técnicamente, los funcionarios del gobierno estadunidense tienen prohibido comentar sobre el contenido de informes de inteligencia, pero hoy McCaffrey intentó despejar las sospechas sobre Labastida con una declaración definitiva: ``personalmente, yo no tengo ninguna prueba que me resulte convincente sobre estos alegatos''. Agregó: ``no hemos acudido ante el gobierno mexicano sobre este ministro, no planeamos hacerlo y continuamos trabajando con él y el presidente Zedillo''.
El embajador de México, Jesús Reyes Heroles, quien acompañó a McCaffrey en un acto público para presentar el documento sobre la estrategia conjunta antinarcóticos de México y Estados Unidos, rehusó responder a varias preguntas de reporteros sobre las acusaciones.
Sin embargo, el general McCaffrey reconoció que Estados Unidos intenta elaborar inteligencia que ``es tan buena como podemos hacerla'' y que el gobierno de Bill Clinton ``presta mucha atención'' a informes de inteligencia sobre asuntos antinarcóticos. Pero el zar antinarcóticos trató de subrayar que el problema de la corrupción también se padece de este lado de la frontera y dijo que el FBI es la principal agencia encargada de esa lucha. ``Gracias a Dios por el FBI'', dijo.
``Al mismo tiempo -añadió- reconocemos que la corrupción existe en ambos lados de la frontera y que se presentará una y otra vez. Haremos lo mejor que se pueda para proteger a estas instituciones democráticas''. Más adelante, McCaffrey dijo que sospecha que las acusaciones contra Labastida podrían haber sido difundidas para influir el debate sobre la certificación.