Dos horas de luz sonica
Claudia Herrera Beltrán Ť El primer concierto de The Rolling Stones tuvo anoche la asistencia de unas 60 mil personas que, entusiasmadas hasta la euforia, corearon muchas de las canciones que el viejo y legendario grupo inglés interpretó en medio de un inusitado despliegue de juegos pirotécnicos y alta tecnología.
El concierto de Sus Satanísimas atrajo no sólo a los jóvenes de los 60, sino hasta a adolescentes de este fin de milenio, entre los cuales fueron vistos los hijos del presidente Zedillo. Artistas, intelectuales y políticos también fueron convocados por el magnetismo del grupo inglés.
A pesar de que no faltaron conatos de violencia entre granaderos y personas que querían entrar sin boleto mediante el clásico portazo, sólo hubo dos detenidos por agresión, 20 revendedores aprehendidos y dos lesionados leves.
Las escaramuzas ocurrieron entre las 9:30 y las 11 horas. El subdelegado jurídico en Iztacalco, Rafael Fernández, quien estuvo a cargo del operativo de seguridad, recibió una pedrada en la cabeza, mientras hacía un recorrido por los alrededores del Foro Sol, donde se efectuó el primero de los dos conciertos de la gira Bridges to Babylon que se presenta en México.
El funcionario delegacional comentó que hubo un intento de repetir un ``Querétaro en el Distrito Federal'', para causar problemas al gobierno capitalino.
En el exterior de la puerta uno del autódromo Hermanos Rodríguez, unos 150 sujetos fueron perseguidos por perros y granaderos para obligarlos a que se alejaran de la entrada, pero finalmente aceptaron quedarse a unos 20 metros del lugar.
La directora de relaciones del Corporativo Interamericano de Entretenimiento (CIE), organizador del concierto, Marcela Gómez, responsabilizó a las autoridades de la delegación de no haber controlado la seguridad del inmueble y de haber permitido que ingresara público sin boleto.
Explicó que en ocho años de organizar eventos masivos, la compañía no había tenido percances como los ocurridos ayer y dijo que el subdelegado, en vez de resolver el problema se dedicó a ``negociar'' con el grupo que pretendía entrar sin boleto.
En la puerta cinco, cercana a la estación Ciudad Deportiva del Metro, elementos del Cuerpo de Granaderos y de la Policía Montada retiraron a unas 200 personas armadas de palos y piedras que intentaban entrar en el foro.
El subdelegado Jurídico Rafael Fernández explicó que el problema fue provocado por Ocesa, al haber solicitado sólo 300 policías para resguardar la seguridad de los 60 mil asistentes.
Dijo que la mayoría de los jóvenes que deseaban ingresar al concierto eran ``muchachos de Ciudad Nezahualcóyotl, que tienen derecho a escuchar el concierto desde algún lugar cercano, sin molestar al público con boleto, ya que ellos no po- dían pagar de 140 a mil 500 pesos, que fueron los precios de las entradas''.
El responsable de Seguridad en la demarcación, Jorge Martínez, indicó que además de los dos aprehendidos, 20 revendedores fueron remitidos a las autoridades.
En el operativo participaron cerca de 800 agentes de la SSP, de la delegación y personal de seguridad privada, para redoblar las tareas de orden, al que sumaron más tarde otros 100 granaderos y 30 efectivos de la Policía Montada.
El concierto de rock, uno de los más concurridos que se recuerdan, concluyó cerca de la medianoche, sin que ocurrieran más incidentes.
Los discos imprescindibles de los Stones
José Agustín Ť Como está canijo determinar los discos de los Rolling Stones que a huevo hay que tener si se quiere circular por la vida sin sobresaltos, me veré precisado a revisar la discografía y a eliminar para llegara la mera neta.
Habrá que empezar por descartar 12x5 (1964) y The Rolling Stones now (65), porque son secuelas del primer álbum, con todo y sus rolones como ``It's all over now'', ``Down home girl'' y ``Pain in my heart'', e igualmente December's children (66), aunque me gusta horrores (ah, ahí vienen ``I'm free'', ``The blue turns to gray'' y ``The singer not the song''). Así mismo, con dolor de coraza echo pa fuera Aftermath (66), un disco mítico para mí que trae ``Paint it black'', ``Lady Jane'', ``Under my thumb'' y ``Goin home''. Between the buttons (que tiene ``Ruby Tuesday'', ``Let's spend the night together'' y ``Whols been sleeping here'') y Their satanic majesties request (con ``She's a rainbow'' y ``2000 light years from home''), ambos de 1967, salen más fácil por transicionales, pero me cuesta eliminar flowers (67), con sus baladas bellísimas (``Backstreet girl'', ``Out of time'') y sus ondas raras pero efectivas (``Ride on baby'', ``Sittin, on a fence''). Ya picado, casamos Goats head soup (1973), a pesar de ``Silver train'', ``Angie'' y ``Winter'', pero me duele descartar It's only rock and roll (74), que trae ``If you can't rock me'', ``Time waits for no one'' y la alucinante ``If you ever want to be my friend''. También hay que darle cuello a Black and blue (76), con ``Memory motel'' y ``Fool to cry'', al igual que Some girls (78), uno de los que más me gustan por su pesadez y ojetez (chequen ``When the whips comes down'', ``Some girls'' y ``Shattered'').
Pira igualmente Emotional rescue (1980), con todo y el rolón del mismo título. Eso sí, no cuesta mandar a la goma a Undercover of night (83) y a Dirty work (85) porque son los más pinches de las Piedras (aunque ahí están ``Tie you up'' y ``Harlem shuffle''). Por último, se van a la pescuezona Steel wheels (1991) y Bridges to Babylon (97). También van pajuárez los discos en vivo: Got live if you want it (65), Get yer yaya's out (69), Love you live (77), Still life (83), Flashpoint (92), el seudodesenchufado Stripped (95), que es un ondón, y el genial Rock'n roll circus (68-96), al igual que las incontables antologías y recopilaciones: Big hits (66), el octagonal Through the past, darkly (69), Hot rocks (71), More hot rocks (72), Made in the shade (75), Sucking in the seventies (81), Rewind (84) y The singles collection (89).
Por tanto, me quedo con ocho (8) discos absolutamente imprescindibles de las Piedras Rodantes. Primero, el primero (The Roling Stones, 1964), uno de los discos-debut más sensacionales de todos los tiempos, fresquísimos y explosivo, que contiene ya toda la onda stoniana: rocanrol duro y vital (``Little bu little'', ``Walking the dog''), blues (``I just wanna make love to you''), rhythm and bluess (``Monna'', con saludos a Bo Diddley) y baladas cojonudas (``Honest I do''). También hay un fuerte humor y cachondez (``I'm a king bee'') y un rico instrumental (``Now I've got a witness''). Predominan los covers, pero ahí están ya las primeras rolas originales de Jagger y Richards (``Tell me''). Después viene Out of our heads (1965), porque, aunque aún hay grandes covers (``Cry to me'', ``Mercy mercy'', ``That's how strong my love is''), ahora predominan las creaciones originales: ``The last time'', ``Play with fire'', la increíble, gandalla y huevona ``The spider and the fly'' y ``Satisfaction'', rola seminal que, con razón, las encuestas han considerado como el máximo rock de todos los tiempos. Este es el disco que consolida al grupo y que representa la base de todo lo posterior. También es el primero que, vía ``Satisfaction'', le da alcances míticos.
Beggar's banquet (1968) y Let it bleed (69) son obras maestras, artísticas y viscerales, lapura esencia del rock. Junto con Sticky Fingers (1971) y Exile on Main Street (72) forman el momento más elevado del grupo. El Banquete es más pesado, con ``Simpathy for the devil'', ``Parachute woman'', ``jig-saw puzzle'', ``Street fightin' man'' (con marimbas) y ``Stray cat blues'', pero tiene joyas como``No expectations'' y ``Salt of the earth''. Es también la obra de mayores contenidos sociales y arquetipicos. Por su parte, Let it bleed, con su portada de creación-y-destrucción, refina al disco anterior. ``Gimme shelter'' es un himno, solemne, puro y duro (chequen el güiro); y ``Midnight rambler'', un emblema de la macicez; ``Let it bleed'' anticipa los horrores que vendrían y ``You can't always get what you want'', como ``A day in the life'', es una de las cumbres musicales del rock, auténticas bodas del cielo y el infierno. Sticky fingers conserva el tono, el espíritu y la calidad de los dos anteriores, pero es menos herméticos y a la vez denota un nuevo cambio. La pesadez está en ``Brown sugar'' y ``Bitch'', lo refinado en ``Wild horses'', lo atávico en ``I got the blues'' y los niveles magistrales en las abismales ``Sister Morphine'' y ``Moonlight mile''. En ``Can't you hear me knocking'' el grupo demuestra su capacidad mimética que lo hace reproducir otros estilos fácilmente: Chuck Berry, Jimmy Reed, Bo Diddley, los Beatles y Santana en este caso, a quien le dan las diez y las malas. Por último, Exile on Main Street es un disco insólito, fértil, riquísimo en matices, el más ``personal'' y menos contaminado. Hay de todo, y en grande: rocanrolones (``Casino booguie'', Ventilator blues'', ``Stop breaking down'', ``Timblin', dice'' y ``Let it loose''), grandes rancheras (``Sweet Virginia'', ``Torn and Frayed'', ``Sweet black angel''), virulencia total (``Turd on the run'', que podría traducirse como``Cerote que huye'') y rituales místico-blueseros (``I just want to see his face'').
Por último, ``Tattoo you (1981) y Voodoo lounge (1995) tienen grandes conexiones, pues en el primero surge un nuevo matiz estilístico que madura en el segundo. Como en Flowers, Goats head soup y Black and blue, que son discos antecesores, abundan las grandes baladas: ``Worried about you'', ``Waiting on a friend'' (Tattoo); ``The worst'', ``New faces'', ``Out of tears'' (Voodoo). También destaca la conquista de nuevos espacios: atmósferas tropicalosas (``Slave'', ``Tops'', ``Heaven'') en Tattoo you; o las texmex (``Sweethearts together'', con el acordeón del Flaco Jiménez) y la introspección y severidad (``Thru and thru'') en Voodoo lounge. (Tatoo); y las pesadisimas ``Love is strong'', ``You got me rock-ing'' y ``I go wild'' (Voodoo). En ambos también hay muy sabrosos rhuthm and blues: ``Black limousine'' en el primero y ``Brand new car'' en el segundo. Estos discos, por otra parte, corresponden a la entrada de los Rolling Stones en la cuarentena y cincuentena, lo cual no extingue el vigor y el desmadre: no hay cansancio pero sí otra perspectiva.
Numeralia Rodante
Total de guitarristas como Rolling Stones: 4: Keith Richards, Brian Jones, Mick Taylor, Ron Wood.
Bajistas: 3: Dick Taylor, Bill Wyman, Derryl Jones.
Bateristas: 2: Tony Chapman, Charlie Watts.
Ingreso mensual de los nacientes Stones en 1961: 392 pesos de los actuales, producto de la beca de estudiante de economía y ciencias políticas que recibía Mick Jagger, en la London School of Economics.
Ingreso aproximado de los Stones por sus conciertos en México en febrero de 1998: un millón de dólares.
Asistentes a sus primeras actuaciones en el Ealing Jazz Club en 1963: 6 personas.
Total aproximado de asistentes a sus dos conciertos en México, 7 y 9 de febrero de 1998: 120 mil personas.
Primer transporte oficial adquirido en diciembre de 1962: una vagoneta Volkswagen.
Transporte terrestre para su gira Bridges To Babylon: 45 trailers.
Copias vendidas en México, hasta la fecha, del disco Bridges To Babylon: 40 mil.
Copias vendidas de ese disco en el mundo: 4 millones.
Groupies que los Stones decían haberse ligado hacia 1965: Bill Wyman: 278; Brian Jones: 130; Mick Jagger: 30; Keith Richards: 6; Charlie Watts: ninguna.
(Fuentes: Ocesa, EMI Music; Sólo Rolling, libro de Bill Wyam; revista Rolling Stone).
Si se escucha bien, la banda nos va a pedir más: Alejandro Lora
Jorge Caballero Ť En la mano una guitarra que un fan le regaló y que está decorada con calcomanías de El Tri y una foto de su domadora Chela, Alex Lora tenía las siguientes expectativas respecto al concierto.
-¿Quién decidió que El Tri le abriera a los Stones?
-La banda. Nosotros no aceptamos en principio porque es un alterne muy disparejo, la producción de los Stones es la más grande del espectáculo del rock a nivel mundial. Es muy desigual no por la música, en esa no hay falla, sino por la producción: plataformas, pirotécnicos, inflables, luces, sonidos, efectos, todo un pancho y toda la parafernalia que tienen estos niños. Nos insistieron bastante y si la banda quiere que alternemos con los Stones, tenemos que alternar.
-Caifanes hace tres años con los Stones, Control Machete con Bowie, fueron fracasos ¿Le teme Lora a eso?
-Lo único que me sacaría de onda sería que no se oyera al nivel de las 60 mil personas que van a asistir, pero si se escucha bien la banda nos va a pedir más, y si esto no ocurre será porque no pusieron el sonido como debe ser, si esto llegara a pasar, no regresamos el lunes; es más, si no nos dejan probar el sonido, no tocamos; si vamos a sonar como un radio de transistores en un lugar para 60 mil personas, qué pinche caso tiene que estemos haciendo osos. De hecho los Rolling Stones pueden tocar sin que toque nadie, es su show y es su pedo y que sean felices, y si quieren que nosotros toquemos que nos den chance, si no para qué chingados tocamos. Nosotros vamos porque la banda lo ha pedido, no porque nuestro máximo sea alternar con los Rolling. A nosotros eso nos vale madres.
-En Ocesa dicen que los Rolling van a cobrar un millón de dólares por la presentación ¿cuánto va a cobrar El Tri?
-Todavía no nos ponemos de acuerdo. Primero les dijimos una cantidad, no sé cuánto, pero nos dijeron que era mucho, que ya con tocar con los Rolling estábamos pagados, entonces les respondimos que si no nos pagaban no tocábamos. Mi chava está metida en el rollo del pago. Entonces no sé cuánto les está cobrando, pero igual si no nos pagan no tocamos, lo haremos el primer día, pero si no nos pagan, no regresamos el lunes.
Jagger se dio un rol por los canales de Xochimilco
Benjamín Anaya Ť Son las 15:15 horas del viernes 6 de febrero de 1998. Tres vagonetas Suburban y un taxi turístico Lincoln Town Car se aprestan a abandonar el impenetrable hotel Four Seasons, donde se alojan los Rolling Stones.
Nadie puede ingresar ahí, pero cuando aparecen Mick Jagger y Bowie, su representante, las medidas se extreman aún más. Un total de diez acompañantes, entre ellos una niña, tres jovencitas y ocho agentes de seguridad completan la comitiva que acompañará a Jagger a Xochimilco.
En primer lugar avanza la Suburban roja (458 JLP), seguida de una Suburban negra con vidrios blindados (295 FNF), con Jagger sonriente a bordo. En la camioneta, una canasta de frutas frescas, coronadas por un gran racimo de uvas y una hielera repleta de bebidas, acompañarán al líder de los Stones a su paseo turístico. Al final arranca el Lincoln con el representante de Jagger sonriéndole a los cuatro sujetos que muestran discos piratas de los Stones, en espera vana de un autógrafo. Hasta antes de esta súbita aparición, nadie en el hotel puede dar informe alguno sobre el quinteto inglés. Son las 15:25 y el último auto se aleja por la calle de Reforma.
El convoy arriba a Xochimilco a las 15:50 horas. Con Jagger en primer lugar, abordan la trajinera Karen en el embarcadero Nuevo Nativitas. El dueño de la trajinera -y de muchas otras- es Rubén Jiménez Valencia, a quien los lugareños llaman El Chango La comitiva la ha alquilado por sólo una hora, conducida por Luis Sánchez, uno de los remeros al servicio de Jiménez, por sólo 70 pesos. Este último se lamenta de que sólo haya sido por ese tiempo y no por las tres horas que originalmente les tomaría el recorrido, que hubiese incluido una visita a la Isla de las Muñecas.
Karen zarpa con su lona verde fosforescente por el canal, con la comitiva de Jagger a bordo. Casi al final de la travesía, ya de regreso al embarcadero, pudimos acercarnos a conversar con él, canoa a canoa, gracias a la generosidad de un remero.
-Hola, Mick.
-Hola, -contesta sonriente pero sorprendido, ataviado con un sombrero tipo tardita pachuca beige con listón negro, suéter rojo, lentes oscuros y pantalón beige.
-Espero que te la estés pasando bien.
-Muy bien, -dice sonriente y amigable.
-Me gustaría realizar contigo.
-No por el momento, -replica-.
-¿Crees que sea posible realizarla eventualmente, contigo o con alguno de los Stones?
-Creo que no. No creo que demos entrevistas.
-Bueno, si no es posible, te invito a que leas la información sobre los Rolling Stones que publicaremos mañana en el periódico.
-¿En dónde?
-En el periódico La Jornada.
En ese momento, uno de sus guías, integrante de la comitiva, le secretea algo al oído.
-Está bien -contesta, agregando al final ``no más por el momento''.
Así que nos dirijimos al final del embarcadero, acompañando lateralmente a la trajinera, que instantes después, choca contra otras dos, repleta de estudiantes en asueto, quienes hacen un escándalo al descubrir a Jagger en la parte final de Karen. Después de esquivarlas, Luis Sánchez dirige al séquito del Stone al final del Nuevo Nativitas, donde el cuerpo de seguridad, previo ataque a 2 órdenes de carnitas, ya espera su desembarco.
Apenas intentamos acercárnosle a Jagger, la seguridad, intolerante, arremete sin permitirlo. No obstante, logramos filtrarle, en sus propias manos y las de Bowie, dos ejemplares de la revista Generación y una plaquette con letras del grupo de rock Los Restos Humanos.
``Está bien'', es lo último que nos contesta, antes de que en forma casi violenta, la seguridad nos quite del camino.
Son las 17:25 horas, cuando un viajero de Karen, un joven de acento sudamericano, quizá argentino, nos apresura a quitarnos del camino, porque (Jagger) ``está muy cansado, tiene mucho trabajo que realizar''.
A las 17: 28 Jagger aborda ahora el taxi Lincoln Town Car (S07357), y cierra la ventana. A pesar de todo, se alcanza a despedir mostrando una sonrisa blindada.
Sus astros
Gustavo Sprague Guerrero* Ť Y las piedras volvieron a rodar, ahora bajo el emblema del león babilónico, suerte de tótem y fetiche de Mick Jagger. Vuelve la magia a desplegar frenética sus obscuras alas, ``el diablo que llevo dentro guarda todo lo que llega'', decía, en los inicios del fenómeno stones, Brian Jones, el enigmático Piscis que siempre trató de hallar la salida más fácil. Muchos años después, sigue coreando la misma consigna, esta excepcional horda de nosferatus. Es en 1967 que sus iniciaciones sucesivas a lo oscuro del culto y la simpatía por el diablo, comienza en sus legendarios viajes a la tierra de la macumba brasileña. De ahí salen discos, modas y estereotipos que fueron implantando. Otro momento es, en su estancia en Jamaica en 1971, donde vulven a reafirmar sus ritos que culminan con el homenaje al vudú en 1994, ``ese diablo que se guarda todo lo que llega'', traducido en la magia y circunstancias del ritmo stone.
Jagger, nacido el 26 de julio de 1943, hijo del signo de Leo, en su carta natal, la conjunción del Sol con Plutón, le otorga liderazgo y una fuerte personalidad en todos los niveles. Tiene la fuerza del chamán que despliega frenesí mágico en cada una de sus presentaciones, Júpiter en Leo le ha dado esa permanencia casi eterna en los escenarios. Sujeto de esta influencia, lo hace ser el ardiente, elescalador social, el exhibicionista a ultranza que ha marcado el andrógino como moda, buscador de galanteos dramáticos y emocionantes, lo han hecho ser calificado como el abuelo mujeriego. Es la combinación de Venus con Plutón, a su vez, que indica sus sentimientos profundos y, en el amor, casi un fanático insaciable que llega a lo pervertido y degenerado.
El escándalo y la crítica los acompañarán hasta el final de sus tiempos, así lo vaticinan en sus inicios, la confluencia de Mercurio, Urano y Plutón en Virgo y terminarán como los iconoclastas abuelos del rock. Los aspectos planetarios hablan de que en cada gira ellos se convierten en
especie de propiciadores de un culto nuevo, entre otros, como el devil music.
Keit es el que ha guardado el misterio y la magia de los stones, Venus en Escorpio en su carta natal, le otorga la fuerza y la habilidad para situar las palabras, la pasión y las intenciones en cada una de las canciones que compone. Es aquél que observa cómo su gemelo Jagger actúa al compás que siempre le marca; la escena es de Jagger, la marea que lo empuja sale de Richard. Este último, pensador y buscador incansable de nuevas tendencias, muestra en cada una de sus producciones, el reflejo de la conjunción de Marte y Urano en Géminis. Es quien actúa y no pierde de vista sus fines, mientras otros sueñan.
Las otras influencias importantes que han propiciado que las piedras sigan rodando son, según la astrología, las características de los demás componentes como Charlie Watts, nacido en junio 2 de 1941, en él se concentran muchas de las cualidades del Géminis, creador prolifero en ideas, las sugiere de mil maneras al interior del grupo. Es uno de los que más goza en las giras, vagar, para él es esencial, es algo de lo que más aprecia, sibarita de corazón, esto contribuye en gran medida a la imagen desenfadada que han tenido desde siempre los stones.
Ronnie Wood nacido el 1 de junio de 1947, por su parte, es el Géminis que sabe adaptarse a lo que le es más conveniente. Las más de las ocasiones sólo se armoniza con el grupo, es quien aporta los chispazos, en ocasiones geniales. Con Saturno en Leo en su carta, él no se concibe al margen de ese lugar privilegiado de poder y nivel social que el grupo ha logrado, sus fines prácticos son muy claros y se conduce de acuerdo a ellos.
En esta ocasión, su presentación tendrá por marco la influencia de la Luna que les ha dado su beneplácito y orogado dádivas astrales para que permanezcan como vigentes y renovados en cada acto público que ellos ejecutan. Ella que rige las masas, se ve ahora también en buena sintonía, en creciente los dos días de su visita en México, el día 7 en el signo de Cáncer, es una luna nostálgica y recobradora de viejos momentos, y el 9, su influencia es más bien fuerte y encendida.
*Presidente de la Federación Astrológica Mexicana AC.
El Puente a Babilonia track a trackz
Pablo Espinosa Ť Bridges to Babylon, el novísimo disco de Susata (Sus Satanísimas) dura 62 minutos con 20 segundos en 13 tracks, ninguno de los cuales se refiere a Babilonia, aunque siempre digan baby, baby, oh yeah baby sin el lon final: babylon (je) pero sí contiene un buen de buena música. Escuchemos:
1.- Flip the switch (Jala el switch).- Típica apertura muy al modo Start me up que fue la rola con la que iniciaron su gira anterior. Densa pero elástica, con riffs de guitarra cente-lleantes. Maese Richards ha aceptado que esta rola habla de un condenado a muerte: órale, mi baby, acciona el switch. Lo más curioso del asunto, dice Keith es que ``diez días después de que escribí el verso que dice I got my ticket, my money, mi little shaving kit, ocurrió el suicidio en masa, en San Diego, de los que creyeron que así se irían con el cometa Hale-Bopp''.
2.- Anybody seen my baby? ¿Alguien sabe dónde anda mi chava?- Balada suspirante. Keith rescató de nuevo a Mick de posible bronca por derechos autorales: se dio cuenta que Jagger, ``como acostumbra'', tomó por ósmosis fragmentos de rolas ajenas y justo a tiempo incluyeron en el crédito autoral de esta superbalada los nombres de k.d. lang y Ben Mink. Los acordes de Richards, por cierto, son tan deliciosos como verlo accionarlos en la mismísima gárgola del edificio Chrysler en Nueva York. Esta rolita ya medio mundo se la sabe.
3.- Low Down (Dame el dato).- Arquitectura sónica inconfundiblemente stoninana con estípites, arquería, acabados exquisitos en orquestación suntuosa, elegantérrima. Darrel Leonard en trumpeta, Joe Sublett en el sax y las bellezas vocales: Bernhard Fowler y Blondie Chaplin. Behold!
4.- Already over me (Estás sobres, en mí).- A muchos emocionará el versito que reza simplemente: on the way down to Mexico y a los más divertirá el que dice algo así como ``soy tu amante, no tu pendejo''. Balada de altos vuelos con el tembloroso demi-recitativo de su Satanísima Jagger en el mejor estilo She's the boss.
5.- Gunface (Cara de pistola).- Los locos por el rap sentirán ñáñaras cuando suene el scratcheo inicial, pero el rumbo se compone hacia un riff bluserísimo de Richards, que pone cara de pistola. Chido.
6.- You don't have to mean it (No necesitas ni decirlo).- Delicioso reggaecito de Maese Richards dedicado a la memoria de su rastaman Jackie.
7.- Out of control (Estoy hecho un desmadre).- Un par de guiños divertidos: el inicio de Papa was a Rolling Stone (ja) y la reminiscencia inequívoca de los Riders on the Storm del linaje de Las Puertas. Hiperchingón.
8.- Saint of me ((No) soy un santo).- Más reminiscencias entrañables: ahora es de Gimme Shelter el espíritu que ronda. El negrazo Billy Preston, de gratísima memoria, está sentado ante un teclado Hammond B-3.
9.- Might as well get juiced Deberías ponerte bien prendida).- Onda pesadona en el nivel del David Bowie actual. El bajo serpenteante submarino de Doug Wimbish es alucinante y da paso a un solo chingoncérrimo de Micky Jagger en armónica. Blúúúússs. Loor al patriarca Willie Dixon.
10.- Always suffering (Azotado siempre).- La sustancia Stone bluseada en los versos que hablan de una lluvia lenta, la noche que crece y enmedio de esa atmósfera un tren se aleja y gime la partida de la amada. Charlie desde la bataca y Ronnie desde un pedal steel agrandan el coro de las bellas. Rico.
11.- Too tight (Bien pegadita).- Rocanrolito voltaico y esplendente. Tan cerca y tan lejos, mamacita, no soy Houdini, canta papacito Jagger. Las burbujas del blues no cesan su baño de tina tibiecito.
12.- Thief in the night (Ladrón de la noche).- El jefe Richards reconfirma: he's the boss. El constructor del sonido Stones en su segunda de tres intervenciones solistas en el disco babilónico. Al piano, a la guitarra eléctrica y con su guitarrita de palo, el Supremo Richards tal cual es: creatura de la noche que respira en blues.
13.- How can I stop (Sin parar).- Encadenada a la anterior, como en algunas sinfonías los compositores escriben la palabra attaca sobre la partitura, la justicia poética concede al maestrísimo Keith cerrar el disco de manera formidable y deja al escucha con la piel chinita. El broche de oro es un regalo a las querencias musicales de Charlie Watts: el saxofonista Wayne Shorter suelta riffs en sax soprano mientras Charlie pone incienso en los tambores y recoge con las escobillas los cabellos rubios que han dejado ahí los ángeles luego de retozar amorosamente durante los 62 minutos con 20 segundos que ha durado el disco.
El puente está tendido.