No hay aún cultura política para la convivencia entre partidos y poderes, dice Francisco Barrio
Elena Gallegos Ť Como creyente que es, el gobernador Francisco Barrio deja ``en manos de Dios'', su decisión de buscar la Presidencia en el 2000. Habla del ``doloroso parto'' que vive el PRI y conviene en que si éste no libra bien este proceso ``terminará convirtiéndose en un partido marginal''.
Niega que Federico Barrio, al que han llamado su ``hermano incómodo'', se haya vuelto más rico a la sombra de su gobierno, y hace una larga reflexión sobre la necesidad de que se ponga fin ``al anticlima de negociación'' que impera en el país y que hace que se pierda tiempo muy valioso: ``el Ejecutivo, el Legislativo y los partidos tienen que aprender a hablar entre sí''.
Ha bajado mucho de peso. Parece hasta un poco desganado, pero asegura que todo es por prescripción médica. El priísta Miguel Angel Dehesa --cercano al equipo de su antecesor Fernando Baeza-- lo saluda en el lobbie del hotel donde será la entrevista y le dice: ``¡Está muy delgado, mi gobernador!''.
--¿Cómo ha sido gobernar con un Congreso de mayoría priísta?
--Algunas cosas se han hecho muy lentas. Hemos batallado. Pero, como todo, esto tiene su lado bueno y su lado malo. El malo es que muchos programas no salieron, y el bueno es que nos obligó a hacer ejercicios de concertación y diálogo más exhaustivos. Hemos tenido momentos muy tensos, como es fácil de imaginarse, pero ¡nunca se ha roto la comunicación!, ¡nunca!
--¿Mantener la comunicación ha sido la clave?
--De mi experiencia le puedo decir que lo fundamental es no dejar de hablar, ¡jamás! Yo observé que a nivel del Congreso de la Unión y el Ejecutivo en los días más críticos, a finales del año pasado, la comunicación era bastante deficiente y la parte del Ejecutivo que debía encargarse de eso no lo estaba haciendo.
--¿Eso fue lo que tensó?
--¡Por supuesto! Mire, siempre que usted no se comunica, pues las posibilidades de malos entendidos y de resultados desagradables para todos ¡crecen!
--¿No había cultura política para la convivencia?
--No, no la había y todavía no la hay.
Anticlima de negociación
Para Barrio, el segundo panista que ganó en elecciones una gubernatura, en esos días del bloque opositor se respiraba, entre el Legislativo y el Ejecutivo federal, ``un anticlima de negociación; todo podía pasar, menos llegar a acuerdos''.
Algunos de los diputados de su partido le dijeron que cuando iban con ánimos de negociar, los priístas subían a la tribuna ``a injuriarlos'', lo que agudizaba los desencuentros. Por eso, comentó con los miembros del gabinete la urgencia de establecer puentes. ``Háblense, comuníquense'', les aconsejaba.
Uno de los secretarios de Estado, ``cuyo nombre prefiero omitir'', le pidió que lo reuniera con algunos diputados de su partido. Ellos accedieron, pero la secretaria del secretario dejó la reunión supeditada a los tiempos de la agenda de su jefe.
Termina la anécdota con una reflexión: ``Hay una cultura en la que los diputados han tenido que acudir frente a los secretarios de Estado pues, en forma subordinada, no de igual a igual. Va a pasar tiempo para que eso cambie''.
--Ahora que el PRI ya no es mayoría absoluta, ¿cuál es el riesgo de que Ejecutivo y Legislativo no aprendan a hablarse?
--Mire, yo no quisiera ser catastrofista. Siempre se pueden plantear escenarios apocalípticos de un enorme dramatismo. Yo no me voy a ir a esos extremos. Simplemente le diría que cuando no hay comunicación, lo menos que puede ocurrirnos es que perdamos tiempo muy precioso y no estamos para eso.
Salvo por algunas chispas y su cantadito norteño, el Barrio que va armando las respuestas parece distinto al hombretón bronco que en mucho contribuyó a que se acuñara el término de los ``bárbaros del norte''. Reposado, sigue:
``Hay enormes rezagos. Una gran cantidad de mexicanos no sólo están por debajo de la línea de la pobreza, sino también de la miseria, lo que ha generado resentimientos en la sociedad. Oiga, se nos ha creado un clima que no deja de ser peligroso. Uno nunca sabe cuándo esas cosas se nos pueden desbordar''.
Disentir ya no es heroico
Para Barrio en estos momentos es muy importante que también los partidos aprendan a ponerse de acuerdo, ``estamparle la firma a los documentos en los que se ponga el compromiso de compartir responsabilidades sobre los temas en los que podemos coincidir.
``Mire, disentir es muy fácil. Disentir es heroico y digno de admiración cuando usted vive en un clima, ¿qué le diré?, de extremo autoritarismo... totalitario, de represión. Pero el ambiente del país está lejos de eso. Por eso hoy disentir es lo fácil, ya no es heroico... ¡lo difícil es coincidir porque conlleva compromiso!''
--Su programa Jalemos Parejo retomó las premisas de Solidaridad que tanto criticó el PAN...
--No es así. Nosotros lo arrancamos porque resultaba que todas las obras que hacíamos no se le acreditaban al gobierno del estado. Hasta se decía que se hacían gracias al PRI y pese a nosotros. Eso calaba en el ánimo de la gente.
``Todos los gobiernos en el mundo buscamos crédito político y el aval de la población, porque sin el apoyo de la gente un gobierno no es nada. Ese fue nuestro programa político para ganarnos el crédito al que teníamos derecho y por eso lo operó gente del PAN. ¿Qué esperaban? ¿Qué pusiéramos nuestro programa político en manos de un partido distinto al nuestro? Pues no''.
--Se asegura que su hermano ha hecho muchos negocios a la sombra de su gobierno. Lo llaman ``el hermano incómodo'' de Barrio.
--Nomás le doy un dato: un periódico local señaló que yo favorecí a mi hermano en la compra de unos terrenos de un fideicomiso del gobierno. Todo se hizo por licitación pública. Yo invité a ese periódico a que lo demostrara y ofrecí que si lo hacía, yo renunciaba. No lo hizo y terminó ofreciéndonos disculpas. Ya los actores de la vida estatal habían dicho que nos conocían a mí y a mi hermano y que era ¡una canallada!
``Yo no soy hombre de gran patrimonio y, aunque le suene demagógico, lo único que tengo es mi nombre y lo voy a cuidar con uñas y dientes. Yo no tengo fortuna personal. Ya ando buscando algo de negocio a qué dedicarme en octubre que termino, porque acabo de vender mi empresa a una trasnacional muy grande.Fue una buena operación, pero no me quiero jubilar.''
Hace entonces una larga apología de su hermano: ``¿Qué le puedo decir yo de Federico Barrio? Es un hombre que se hizo a base de esfuerzo. Es quince años mayor que yo y fue para mí como un padre. Es extremadamente talentoso, trabajador y ordenado en sus cosas. Le ha ido bien, ¡claro que le ha ido muy bien! Pero eso fue antes de que Francisco Barrio fuera gobernador''.
--En la convención del PAN su candidato, Eduardo Romero, fue derrotado por Ramón Galindo, lo que se atribuye a un rechazo a su política y al grupo ``los filósofos de la construcción y el notariado'' del que forma parte Romero:
--Yo hice el mayor de mis esfuerzos para no involucrarme en la contienda interna. Ese esfuerzo tuve que llevarlo, en buena medida, a mi esposa. Ella participa activamente en el PAN. Es militante y tiene la característica de no saber disimular.
``No sabe usted la enorme presión que yo le ponía a ella diciéndole que nadie debía notar siquiera si ella tenía alguna preferencia por uno de los precandidatos, porque nadie iba a desligar un comentario suyo de mi postura personal.
``Fui categórico con todos mis colaboradores para que cuidaran que ni un clip del gobierno estatal se usara en las precampañas.
``Ahora, en cuanto al triunfo de Ramón Galindo, pues sí es cierto que buscó canalizar todas las inconformidades contra mis maneras de hacer política. Efectivamente hay un segmento del PAN que no está de acuerdo con la forma en la que yo me conduzco''.
--La lucha fue de doctrinarios contra neopanistas.
--No, no, había de todo. Galindo captó las inconformidades y si bien hay un afecto muy cercano con Romero, mi postura fue ``que gane el que tenga mayor porcentaje de votos'' y con ese nos vamos. El PAN no llegará dividido a las elecciones.
--¿Cree que todavía está vivo para el 2000? ¿Piensa en eso?
--¡Muchísimo! Mucho más de lo que usted se pueda imaginar. Lo he analizado desde todos los puntos de vista y prefiero no contender. Debo decirle que he sido candidato tres veces y las tres mi posición fue no hacerlo.
``Mire, yo soy un hombre creyente, no muy buen practicante, pero creo en Dios, y si Dios quiere que las cosas pasen... pasarán. Hace unos años todos dábamos por hecho que Colosio sería presidente y no solamente no lo fue, ya ni siquiera está aquí. En ese escenario parecía poco probable que el doctor Ernesto Zedillo fuera el Presidente y lo es. Nadie tiene seguro nada''.
--¿Cómo ve la cruzada de Fox hacia el 2000?
--Lo veo decidido, resuelto, muy echado pa'delante.
--¿Y a Manuel Bartlett?
--¡Igual! --y es la única vez que se ríe franco.
--¿Y al PRI?
--En medio de una gran crisis. Los veo metidos en el parto que significa rehacerse como institución. Mucho de lo que el PRI fue ya no funciona. El parto es doloroso porque han tenido que desprenderse de muchas prerrogativas y privilegios de los que gozaron por décadas.
--¿De ese parto depende su sobrevivencia?
--Yo creo que sí. Finalmente si no lo resuelven se convertirán, a la vuelta de una década, en un partido marginal, en un escenario en el que los grandes actores serán PAN y PRD.
--¿Y el PAN?
--Sólido, con una gran solvencia en sus valores y tradiciones. Tenemos altibajos, pero son movimientos marginales sobre una votación muy sólida. Tenemos certidumbre en el futuro.
--¿Cómo les dañan las imputaciones, como las de Bartlett, que los llama los reyes de la concertacesión?
--No mayormente. Las cosas dañan cuando traen sustento. Yo he sido acusado de todo y todo se ha caído.
--¿Y su amistad con Carlos Salinas de Gortari?
--Tuve una buena relación institucional con él. Cuando se accidentaron mis cuatro hijas y una de ellas murió. El tuvo detalles que yo no puedo dejar de valorar. Oiga, si uno es un ser humano con cierta calidad mínima, esas cosas no lo dejan insensible.
``Como gobernador, él y sus colaboradores me trataron bien. No hubo nada vergonzoso en ello. Ahora, amigos... amigos, nunca lo fuimos, si lo hubiéramos sido no lo negaría''.