La Jornada 9 de febrero de 1998

66% de médicos, sin capacidad para atender diarreas y males respiratorios

Angeles Cruz Ť En México sólo una tercera parte de los médicos poseen los conocimientos necesarios para el tratamiento de enfermedades diarreicas y de infecciones respiratorias agudas. Así, de los 12 mil 500 fallecimientos de infantes que cada año ocurren por estas causas, 60 por ciento tiene el antecedente de haber recibido atención médica.

Información de la Secretaría de Salud (Ssa) contenida en el Programa de Atención a la Salud del Niño asegura lo anterior y explica que en dos terceras partes de los tratamientos, los galenos prescriben antimicrobianos innecesarios y casi nunca se concluye la atención con la información o capacitación que la madre necesita para el correcto cuidado del menor.

De acuerdo con la dependencia, la mayor parte de los decesos infantiles por diarreas o infecciones respiratorias se pueden evitar. Tomando en cuenta los que tienen su origen en la desnutrición, se estima que al menos 15 mil muertes no deberían ocurrir.

Aun cuando entre 1990 y 1995 la tasa de mortalidad en niños menores de cinco años se redujo 33.8 por ciento, en 1996 todavía se produjeron 56 mil 82 muertes. El Programa de Atención a la Salud del Niño tiene como objetivo, para el 2000, reducir el número de muertes a 41 mil 123, lo que equivale a una tasa de 3.8 por mil habitantes. Para ello, se requiere mantener un promedio anual de reducción de 5.4 por ciento.

Las infecciones respiratorias agudas son responsables de la muerte de unos 8 mil 500 niños cada año, mientras que las enfermedades diarreicas son la causa de fallecimiento de cuatro mil pequeños. En el hogar ocurre 60 por ciento de los decesos, luego de haber recibido atención médica. En los lineamientos del programa dado a conocer recientemente, se afirma que diversos estudios han demostrado que la mayor parte de esas muertes infantiles son evitables.

Ahí mismo, la Ssa reconoce que ``estos y otros errores se repiten a pesar de múltiples acciones educativas dirigidas al personal de salud y a las madres'', entre los cuales se encuentran los manuales de procedimientos técnicos, los carteles y tarjetas guía para la valoración y tratamiento de los niños.

Reconoce que se tiene que transformar la acción educativa tradicional hacia un sistema activo-participativo ``que asegure la adquisición de conocimientos y habilidades prácticas para resolver problemas concretos''.

El Programa de Atención a la Salud del Niño propone organizar unidades docente-asistenciales en clínicas de primer nivel y en hospitales regionales.

Desinformación de las madres

Por otra parte, el documento señala que más de 50 por ciento de las madres de niños menores de cinco años no saben identificar los signos de alarma en caso de diarrea e infecciones respiratorias, a pesar de que también en este caso se han llevado a cabo múltiples planes de capacitación.

En cuanto a la desnutrición, afirma que entre sus principales causas está la mala distribución intrafamiliar de los alimentos y el abandono de la práctica de la lactancia materna.

El problema de la desnutrición se agudiza por la insuficiencia de programas efectivos de rehabilitación nutricional, inclusive en áreas donde este fenómeno es frecuente.

A fin de abatir estas deficiencias, el Programa de Atención a la Salud del Niño también señala la necesidad de formar ``clubes de mujeres'' en cada unidad de salud, así como dar capacitación individual o en grupo. Los temas por tratar serían el cuidado de la salud de la mujer, salud reproductiva, alimentación, prevención y control de enfermedades, particularmente del cáncer cérvico-uterino, diabetes e hipertensión arterial.

Con relación al cuidado de sus hijos, la capacitación tendrá que abordar la lactancia materna, la alimentación mediante el uso adecuado de alimentos de consumo local y familiar, la prevención y control de enfermedades diarreicas e infecciones respiratorias agudas. Asimismo, se enseñará el uso de suplementos nutricionales.