Ex policías integraron la agrupación; surgió durante la gestión de José Sarukhán
Claudia Herrera Beltrán Ť El grupo de vigilancia interna de la UNAM conocido como ``Cobra'', que no había sido reconocido oficialmente, desaparecerá al determinarse el despido de 15 de sus integrantes --la mayoría ex judiciales y ex granaderos--, informó ayer el director general de Protección a la Comunidad, Brígido Navarrete.
Al admitir por primera vez la presencia de este cuerpo de seguridad, Navarrete indicó que dichos vigilantes adscritos a Auxilio UNAM fueron contratados hace tres años, durante el rectorado de José Sarukhán, para controlar la situación conflictiva que vivía la máxima casa de estudios. Entonces, activistas del Consejo Estudiantil Universitario (CEU) tomaron la Torre de Rectoría como parte de un movimiento de excluidos y realizaron una huelga en el Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH).
El secretario administrativo de la institución, Leopoldo Paasch -quien en reiteradas ocasiones rechazó la existencia de este grupo- admitió ayer que en Auxilio UNAM labora personal de confianza que será retirado, pero no por sus malos antecedentes, sino porque invadía la materia de trabajo de los sindicalizados.
La presencia del denominado Grupo Cobra fue denunciada con anterioridad por el dirigente del Sindicato de Trabajadores de la UNAM, Agustín Rodríguez, así como por estudiantes y académicos que aseguraban haber sido agredidos por vigilantes no identificados que se valían de la violencia para resguardar el orden.
La desintegración del grupo se da en el contexto de la restructuración de Auxilio UNAM, que ahora cambiará su nombre por el de Protección Universitaria, cuyos integrantes recibirán cursos de derechos humanos y legislación universitaria.
Con el propósito de mejorar la imagen del cuerpo de seguridad interna de la institución sus elementos serán preparados para que tengan ``una capacidad de respuesta correcta y que no incurran en cuestiones inconvenientes'', explicó Paasch, de quien depende la Dirección General de Protección a la Comunidad.
Sobre la existencia del Grupo Cobra, el funcionario universitario dijo sonriente que se trata de un nombre ``terrorífico'' que ha circulado en los círculos universitarios y dijo desconocer que algunos de sus elementos tengan malos antecedentes.
Cuestionado sobre si la salida de 15 miembros de Grupo Cobra era una depuración de los malos elementos, respondió: ``no solamente malos, sino de los elementos que invaden la materia de trabajo y que lesionan nuestras relaciones laborales con el sindicato''.
Por su parte, Navarrete informó que los elementos de confianza que serán despedidos provenían de organizaciones judiciales que no cumplen con los preceptos de la universidad.
La actuación del cuerpo de vigilancia llamado motivo protestas a partir del 29 de septiembre de 1997, cuando 30 elementos de ese grupo de ``personal de confianza'' entraron por la fuerza a la Unidad Académica del Ciclo de Bachillerato (UACB) y violentamente desalojaron a nueve alumnos que la habían ocupado, inconformes con los nuevos requisitos para tener derecho al pase.
Otras de las participaciones de este cuerpo se remontan a 1996, cuando fue aprobado el nuevo plan de estudios para el CCH y en junio de 1997 en que fueron acordadas las reformas al pase reglamentado, en donde varios reporteros fueron agredidos.
Navarrete aseguró que ``la desaparición de este grupo se enmarca dentro de la nueva actitud de las autoridades para enfrentar los problemas de manera adecuada, ya que no era posible que este tipo de grupos siguiera operando dentro de la Universidad''.
Agregó que de lo que se trata es de brindar a la comunidad más protección, que se sientan seguros y confiados de que los cuerpos de vigilancia están para servirlos y protegerlos y no para reprimirlos.
Aunque no descartó que en algún momento pudiera haber ciertas fricciones con los nuevos cuerpos de seguridad, ``nuestro objetivo es crear un cuerpo de vigilancia con un perfil mucho más académico y menos de choque''.