Al vacío, las demandas mixes de que sus caminos sean rehabilitados
Blanche Petrich, enviada /II, Santa María Alotepec, Mixe, Oax. Ť Cada vez que Adelfo Regino, abogado mixe, pasa por el camino entre San Isidro Hueyapam y su pueblo, Alotepec, se detiene en una cerrada curva donde la terracería se angosta entre el paredón de la montaña y un verde precipicio de varios centenares de metros. Es un sitio marcado por 10 cruces en memoria de las víctimas del penúltimo accidente de autobús (el 26 de diciembre de 1996), entre ellas su compañera, la periodista Gabriela Bermúdez. Enciende una vela y se sumerge largamente en sus reflexiones.
En otra curva cercana hay 16 cruces.
Ahí se desbarrancó otro autobús el 13 de julio de 1997. Hay muchas más curvas y muchas otras cruces más antiguas, rastros del costo humano que cobra con frecuencia el mal estado de los caminos de la sierra Mixe. Toda solicitud para mejorar estas vías reciben del gobierno estatal la misma respuesta: ``Ya no hay presupuesto para caminos rurales''.
``Las autoridades municipales solicitaron la pavimentación del tramo Ayutla (puerta de entrada a la sierra Mixe)-Isidro Huayapam-Alotepec-Coztzocom-Puxmetacán-Jaltepec, eje que conecta a la mayoría de las comunidades mixes y por donde transita la mayor parte de su producción agrícola. La petición no fue aceptada y en cambio de está rehabilitando el tramo Ayutla-Tamazulapan-Zacatepec, más breve y menos escarpado. ``Así siempre pasa, hacen lo que quieren ellos, no lo que necesitamos nosotros'', lamenta la autoridad comunitaria.
El modelo mixe de educación media superior
El profe Oscar y los muchachos del internado de la preparatoria abierta de Alotepec se preparan para madrugar el fin de semana. Se van de excursión a un vado del río que el maestro, que no es oriundo de la sierra Mixe, todavía no conoce. El juego y las caminatas son parte de la educación de estos jóvenes que cursan sus años de bachillerato bajo un modelo de educación alternativo, diferente: ``Educación para la comunidad, para el trabajo colectivo, para la democracia según los usos y costumbres del pueblo''.
Oscar Aarón García entiende su labor docente como la preparación de una generación de mixes que heredarán tierras con una alta presión demográfica.``Para ellos ya no alcanzan los bienes comunales''. Jóvenes ``desechables'' para el sistema educativo donde rige ``la ley del embudo''. Cita: en las comunidades indígenas de Oaxaca ingresaron a la primaria 25 mil alumnos en el ciclo escolar 1994-1995 y sólo 2 mil 500 a secundaria; 130 entran a la preparatoria y egresan únicamente 36.
Los padres de los 80 alumnos de la prepa (60 en el internado y 20 residentes de la propia comunidad) cuentan en promedio con dos hectáreas de tierra en posesión comunal. Con los altibajos del precio del café, que es su cultivo, ganan estrictamente lo necesario para sobrevivir. Cualquier fluctuación de los mercados de Nueva York puede sacudir su frágil economía y obligarlos a sacar a los hijos de la escuela para ponerlos a trabajar.
En el Alto Mixe el régimen de bienes comunales resiste el embate de la reforma agraria salinista, pero en el Bajo Mixe, granero de Oaxaca, cunden las privatizaciones. El territorio de la nación mixe se reduce.
En síntesis, concluye el profe, ``estamos en una situación muy delicada. No queremos que nos orillen a una defensa violenta de nuestro futuro. Por eso le echamos ganas a esta escuela como una alternativa''.
Con dos maestros asalariados, dos empleados pagados en cooperacha por la comunidad y cinco profesores voluntarios, la prepa no reconocida por la SEP -aunque dicen que la idea le entusiasma a Carlos Tello, del Instituto Nacional Indigenista- incluye entre sus materias, además de todas las del tronco común oficial, la lectoescritura mixe, derechos indígenas, medicina indígena, agricultura tradicional, desarrollo rural y evaluación y formulación de proyectos de desarrollo sostenible. Pero además tienen un profesor huésped procedente de Nueva York en un plan de intercambio: los chavos aprenden inglés y, el güerito, mixe.
Alotepec no es el único pueblo con un modelo de educación alternativo. En Santa María Tlahuitoltepec -cuna de las grandes bandas de música- hay un bachillerato polivalente; en Jaltepec funciona una preparatoria de la orden marista con un plan de estudios basado en los valores de la cultura mixe y en Toltepec hay un bachillerato con un plan de trabajo alternativo.
El director de la preparatoria resume así la filosofía de todos estos esfuerzos independientes de educación: ``Las comunidades indígenas y en general la gente del campo somos pasajeros indeseables de la globalización. Otros deciden por nosotros cosas que son fundamentales en nuestras vidas. Como nuevas generaciones mixes no queremos vivir encerrados. Pero queremos una globalización diferente, donde nuestra voz cuente para decir qué somos qué queremos. Eso es autonomía''.