Eludió el rector interceder para que López Portillo retorne a la vida académica
Claudia Herrera Beltrán Ť El rector de la UNAM, Francisco Barnés, eludió interceder para que las autoridades de la Facultad de Derecho reconsideren su decisión de no autorizar el regreso del ex presidente José López Portillo a la vida académica. Señaló que ``afortunadamente no intervengo en ningún caso en la contratación del personal académico''.
El director de esa facultad, Máximo Carvajal negó que el ex presidente haya solicitado impartir una cátedra en la División de Estudios de Posgrado y evadió las preguntas de los reporteros cuando salía de la presentación del primer informe anual de labores del rector.
Barnés aclaró que sin referirse al caso de López Portillo, ``la libertad de cátedra no significa que cualquier persona pueda venir a la universidad, porque existe la necesidad de que los cuerpos colegiados determinen los procedimientos''.
La impartición del curso a cargo de López Portillo fue cuestionada por un grupo de académicos de la Facultad de Derecho, que en una carta manifestaron ``estar profundamente indignados'' por la presencia del ex presidente en la UNAM.
El jurista Eduardo López Betancourt, quien es uno de los inconformes, junto con Ernesto Gutiérrez y González, Alfredo Sánchez Alvarado y Guillermo Colín -entre otros- señaló que no es una actitud de molestia personal, sino para evitar que la facultad se siga convirtiendo en ``depósito de políticos que no tienen una vida docente respetable''.
Acusó a Carvajal de que en su gestión le esté dando prioridad a sus relaciones públicas y a buscar afectos por encima del interés académico, lo que, dijo, ha afectado las actividades de la Facultad de Derecho.
Barnés dijo que desconoce lo que sucedió con la cátedra de López Portillo, aunque agregó que ``fue un distinguido y querido profesor de la UNAM. Sé que tuvo una gran trayectoria en la Facultad de Derecho y estoy seguro de que él como otros muchos otros podría aportar sus conocimientos en cualquier institución educativa''.
Sobre los procedimientos para la contratación de personal académico, explicó que cada facultad es responsable de ello y son sus cuerpos colegiados los que fijan los criterios.
Por otra parte, la Junta de Gobierno de la máxima casa de estudios designó ayer a Guillermo Ramírez Hernández director de la Facultad de Economía, en sustitución de Juan Pablo Arroyo por el periodo 1998-2002.
Ramírez Hernández, vinculado con Rolando Cordera, fue elegido de una terna que estaba integrada también por Roberto Iván Escalante y Miguel Angel González Ibarra, que en círculos universitarios fue cuestionado por su cercanía con el secretario de Hacienda, José Angel Gurría.