José Steinsleger
Flexibilidad laboral

¡Muy buenas tardes! Yo soy... muchas gracias por estar aquí. Me parece que todos ustedes están aquí por su propia voluntad, ¿verdad? A nadie trajimos a fuerza y nadie vino porque no quisiera venir. Ni tampoco fuimos a la calle a buscarlos. Bueno, quería decirles que, a propósito, no se han prendido los ventiladores para apreciar su interés y su aguante y porque quiero que pongan toda la atención. Esta es una compañía que vende cosméticos. Pero ustedes harán trabajo administrativo.

En ventas y distribución tenemos a las ``cultivadoras de belleza''. Son vendedoras de 18 a 23 años que deben ser guapas, con un cutis magnífico y bien presentadas. Porque una señora más grande puede ser eficiente pero no es lo mismo... ¿verdad? Hay personas que a los 50, 55, han sido muy mal tratadas por la vida y ya no coordinan. Pero hay otras que... ¿cuánta gente a los 45 años que han sido gerentes y no sé qué y pueden seguir trabajando? ¡A esas personas las queremos! ¡Queremos su experiencia! ¡Ellas nos van a ayudar!

Pero ustedes no van a estar en eso. Ustedes van a estar conmigo en la parte de arriba, donde me van a ayudar a organizar y a controlar el personal. Lo que van a hacer es contestar teléfonos, supervisar, archivar. En estos momentos no quiero que me hagan ninguna pregunta. Después, todas las que quieran. Decía: este trabajo es para gente res-pon-sa-ble. No quiero que vengan a ligar aquí, no estamos buscando a drogadictos, tampoco a violadores, borrachos ni que vengan a fumar mota. Aquí, pura gente seria y formal. Hay personas maduras que a los 18 años ya son casadas y tienen responsabilidades y hay mayores de esta edad que son vividores y que viven de sus padres. A éstas no las quiero.

Aquí no queremos tampoco a revoltosos, a busca-pleitos, de esos que empiezan a organizar a la gente y hacen huelgas. Y no vayan a creer que no los conozco. Aunque les cueste creerlo ya tengo el perfil de cada uno de ustedes. Porque me estoy fijando. Me estoy fijando en cómo me están viendo, qué atención están poniendo. Las señoritas que las trajeron ya están capacitadas y saben dónde sentarlas. Según dónde ellas las sientan yo ya sé quién es quién. Si alguna de estas señoritas hubiese visto que no encajan no estarían aquí.

Por ejemplo, ellas ya saben quién puede ser una telefonista que no diga lo que a ella se le ocurra decir porque luego habla de más y empieza con que su familia y sus problemas personales. Así que ya hubo un filtro de las señoritas capacitadas y podemos decir que ya tienen ganada una parte del examen.

Hoy mismo se les dirá si son aceptados o no. Ahora vendrá otro compañero trabajador con unos exámenes que tendrán que llenar en cinco minutos. Al final, cada uno de ustedes sabrá quién se queda y quién se va. Aquí hay contrato. Porque hay algo que ustedes tienen que saber como trabajadores: ¿cuántas veces se han metido a trabajar sin contrato? Se les va a dar su contrato y van a ganar 3 mil pesos más compensaciones. También hay premios. Cada ocho días tienen su paga. Porque digámoslo de una vez. ¿Por qué están aquí? ¿Por interés personal, por desarrollo? Está claro que nadie está aquí por hobby ¿verdad? Que porque me aburro en mi casa, que para ver si paso el tiempo en no sé qué... ¡aquí están por el billete!

Es el billete los que todos necesitan... ¿verdad? Todos están aquí por el billete. Y entonces ustedes van a trabajar para tener billete. Igual con los certificados de estudios. Pueden ser de primaria o de posgrado universitario. No importa. Sólo me interesa que sean res-pon-sa-bles. Yo los voy a capacitar. Y el que se capacita podrá hacer las cosas de acuerdo con las normas de la compañía. ¿Entendido? Se-rie-dad. Y el que no esté a gusto, o el que tenga calor, o quien crea que esto no le va a interesar o que no sea responsable ahí está la puerta abierta. En el momento que ustedes quieran, se pueden ir.