La Jornada 11 de febrero de 1998

RESPALDAN MADRID Y LISBOA UN ATAQUE A IRAK

Ap, Xinhua, Afp, Dpa y Reuters, Washington, 10 de febrero Ť Estados Unidos obtuvo este martes el respaldo de España, Canadá y Portugal para utilizar la fuerza en su afán de obligar a Irak a cumplir con el mandato de la ONU sobre desarme, al tiempo que reiteró a Bagdad sus amenazas de una acción militar, aunque señaló que se tomará el tiempo necesario para movilizar a sus aliados y dejar una posibilidad a la vía diplomática.

Irak, por su parte, desmintió a través de su canciller, Mohamed Said al Sahad, el haber autorizado la inspección de algunos recintos presidenciales para determinar la existencia de armas de destrucción masiva --núcleo de la actual crisis-- con lo que bloqueó cualquier perspectiva de arreglo negociado. El secretario general de la Liga Arabe, Esmat Abdel Meguib, dijo ayer que Bagdad había dado la autorización para revisar 68 edificios en un plazo de seis meses.

De igual manera, un portavoz oficial iraquí desmintió en Bagdad que el presidente Saddam Hussein hubiera dirigido mensajes a Israel ``por mediación de nadie'' en los que se comprometía a no atacar al Estado israelí.

Así, el régimen de Hussein salió al paso de la versión del ministro israelí de Defensa, Yitzhak Mordechai, en el sentido de que ambos países habían intercambiado mensajes secretos desde el principio de la crisis, en los que Bagdad aseguraba no tener la intención de atacar, mientras que Israel expresaba el deseo de quedar al margen de un eventual conflicto entre Irak y Estados Unidos. Ya desde el domingo, una fuente diplomática --refirió la agencia Afp--, dijo que el presidente iraquí se comprometió a no atacar a Israel, en un mensaje transmitido en Moscú.

En Washington, el presidente Bill Clinton desmintió que tenga ``fiebre de guerra'', y dijo que ni en la Casa Blanca ni en el Pentágono se están batiendo los tambores contra Irak, pero sí se están preparando para una acción si fallan las negociaciones y se impide que los inspectores de la Misión de las Naciones Unidas encargadas del desarme iraquí (Unscom), reanuden su trabajo, concediéndoles ``acceso libre y sin trabas'' a todas las instalaciones sospechosas de albergar armas de destrucción masiva.

Clinton agradeció igualmente a Canadá y Australia su ofrecimiento de participar en un fuerza militar conjunta contra Bagdad, y manifestó que está muy complacido por el apoyo que su país está recibiendo de todas partes del mundo.

Ottawa y Sidney dijeron el lunes que ofrecerán su apoyo a Washington si los esfuerzos diplomáticos fracasan, en tanto que el gobierno de España permitiría a Estados Unidos utilizar la base militar de Morón, en Andalucía, señaló el diario El País, que citó fuentes gubernamentales, aunque aclaró que oficialmente no se ha dado la autorización.

Por su parte, el presidente de la República Checa, Vaclav Havel, dijo que su país apoyará una coalición internacional contra Irak, en tanto que el gobierno portugués autorizó a Estados Unidos a utilizar la base área de Lajes, que Washington posee en la región autónoma de las islas Azores, y el de Omán accedió a permitir a los aviones de combate de los aliados situarse en su territorio.

El premier canadiense, Jean Chretien, anunció que su país estaba enviando una fragata, dos aeronaves de transporte Hércules y entre 300 y 400 soldados al golfo Pérsico para unirse a la coalición militar contra Irak.

Sin embargo, Washington no ha obtenido el mismo nivel de apoyo que logró en 1991 para atacar a Irak tras la invasión de las fuerzas de Hussein a Kuwait. Muchos gobiernos, entre ellos los de China, Francia, Rusia y la mayoría de los países árabes, han dejado claro que prefieren evitar el uso de la fuerza, aunque critican la posición iraquí de rechazar la inspección de los expertos de la ONU.

Francia señaló que las posibilidades de un arreglo diplomático disminuyen día con día, pero se comprometió a continuar esfuerzos en ese sentido. Rusia e Italia hicieron un llamado conjunto al líder iraquí para que desactive la crisis y evite un ataque, y destacaron que su posición es que la crisis debe ser resuelta por medios pacíficos o diplomáticos. El presidente ruso, Boris Yeltsin, desde Roma, advirtió sobre el peligro de una gran conflagración.

El portavoz de la cancillería rusa, Gennady Tarasov, señaló a su vez que Moscú teme que un ataque contra sitios donde Irak esconde armas de exterminio masivo pueda tener consecuencias fatales. ``Cualquier conflicto militar es, en la mejor interpretación, un juego muy arriesgado''.

Sin embargo, la secretaria estadunidense de Estado, Madeleine Albright, dijo que Washington continuará movilizando a sus socios y aliados contra Irak y esperará hasta recabar un apoyo suficiente para atacar a Irak, en tanto el gobierno de los Emiratos Arabes Unidos hizo un llamado en pro de una solución pacífica durante una visita del jefe del Pentágono, William Cohen, a Abu Dabi, en el marco de su gira por el Pérsico en pos del apoyo de las monarquías de la región, pero el funcionario destacó el apoyo de Omán.

Bagdad también prosiguió su ofensiva diplomática en los países árabes y el canciller iraquí estuvo en Damasco, donde se entrevistó con el presidente sirio Hafez el Assad y destacó la convergencia de los puntos de vista sirios e iraquíes.

El embajador estadunidense en la ONU, Bill Richardson, afirmó en la sede del organismo que Estados Unidos no pretende humillar a Irak mediante el uso de la fuerzas para obligarlo a que acepte las resoluciones del Consejo de Seguridad, como declaró Kofi Annan a la BBC.

El comité de sanciones de la ONU, en tanto, aprobó el viaje de un avión con ayuda humanitaria a Irak, después de que Rusia aceptara reducir el número de pasajeros en el vuelo. Washington había objetado la iniciativa, obra del líder ultranacionalista ruso Vladimir Shirinovsky, aduciendo que no se trataba de un vuelo humanitario. Por otra parte, la ONU aprobó las primeras compras humanitarias en Irak, en la tercera fase de su programa petróleo por alimentos.