La Jornada 11 de febrero de 1998

En la ALDF, severas críticas de los legisladores al funcionario

Raúl Llanos y Juan Antonio Zúñiga Ť Representantes de los cinco partidos políticos representados en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal virtieron severas críticas al jefe de la policía capitalina, Rodolfo Debernardi, ante la falta de un programa integral de seguridad pública que frene los altos índices delictivos en esta ciudad, los cuestionamientos hacia el perfil de mandos policiacos y su falta de credibilidad.

De hecho, luego de exponer cifras oficiales que hablan de una reducción en los niveles de delincuencia, el secretario de Seguridad Pública fue acusado de caer ``en un falso debate'' y de andar de ``cuentachiles'', además de asegurarle que ``el modelo policial en la ciudad de México está totalmente agotado'', con lo que se vive una ``verdadera crisis'' en esta materia.

Por más de tres horas, Debernardi expuso sus planteamientos y acciones realizados a la fecha; sin embargo, no convencieron sus argumentos, y los constantes cuestionamientos se hicieron patentes tanto de los legisladores del PRI, PAN, Partido Verde y del Trabajo, como del mismo PRD.

El primero en hablar fue Víctor Manuel Soto Camacho, del PRD, quien le espetó a Debernardi: ``Usted está obligado a rendir cuentas con transparencia''. Luego citó las infructuosas solicitudes de información hechas al secretario para conocer los perfiles de los mandos policiacos, en especial de aquellos que ``quizá cuentan con antecedentes no muy recomendables, o ``¿cree que todos los jefes que designó son policías honorables?''.

También le advirtió que ``tenga cuidado con los controles de promoción amafiados'' y de hecho le entregó información relacionada con, al parecer, 10 mandos policiacos que estarían presuntamente relacionados con diversas anomalías. Aunque también manifestó su disposición a conformar un gran ``pacto social, político y cultural'' que lleve a la integración de un programa integral de seguridad pública en esta ciudad.

Siguió en el turno el priísta Eduardo Escobedo, quien cuestionó no sólo el perfil ético, médico, físico y de personalidad de quienes integran la Secretaría de Seguridad Pública, sino también recursos que fueron aprobados para esta corporación y que están ``sin etiquetar''; además, aseguró que los índices delictivos, lejos de disminuir, se han incrementado.

José Alfonso Rivera, también del Revolucionario Institucional, sostuvo que el problema de la inseguridad, que más lacera y agobia a los capitalinos, no está siendo atacada de manera seria.

El panista Armando Salinas Torre remarcó que esta capital enfrenta una ``verdadera crisis en la policía'' que se evidencia por la falta de mando, corrupción y por estar carente de profesionalización, y da como resultado un modelo policial ``totalmente agotado''. Asimismo, lo responsabilizó de que hoy la gente no salga a la calle por temor a quedar enmedio de una balacera entre policías.

Su crítica fue tal que acusó a Debernardi de caer en ``falso debate'' al querer asegurar que bajó la delincuencia en esta capital. ``Creo que eso es, con todo respeto, andar de cuenta chiles para evaluar una de las principales responsabilidades que necesita la ciudadanía'', dijo.

José Luis Benítez Gil, del PVEM, sostuvo en su intervención que la negativa de Debernardi a citar los perfiles de los mandos policiacos era por posible desconocimiento o complicidad, por lo que le pidió que se ``deje de contemplaciones''. Mientras, René Rodríguez, del Partido del Trabajo, aseveró que es necesario conocer el programa integral de seguridad pública, toda vez que la sociedad ``está sometida al imperio del miedo''.

Finalmente, al abandonar el auditorio Benito Juárez, donde compareció ante los diputados, Rodolfo Debernardi tuvo que enfrentar los reclamos de policías jubilados, quienes a las puertas de la Asamblea de Representantes del Distrito Federal en el Zócalo capitalino exigieron que les devuelvan el dinero que ahorraron por años, porque ``aquí, en China y en todos lados, es un robo''.