Cargos en San Diego contra 10 sicarios de la pandilla Logan por el asesinato de Posadas
Jorge Alberto Cornejo, corresponsal, San Diego, Cal., 10 de febrero Ť La fiscalía federal de San Diego, California, presentó cargos formales ante un gran jurado contra 10 integrantes de la pandilla de la Calle 30, del barrio Logan de esta ciudad, por servir como brazo armado del cártel del narcotráfico de los hermanos Arellano Félix, y participar en el asesinato del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo en Guadalajara, en mayo de 1993.
El fiscal federal para la frontera con México, Alan D. Bersin, señaló hoy en una conferencia de prensa que de los acusados cinco están bajo custodia de autoridades de ambos países, dos de ellos en México, por lo que se iniciaron los trámites para lograr su extradición a Estados Unidos.
En la misma conferencia el delegado de la Procuraduría General de la República (PGR) en Baja California, el militar con licencia José Luis Chávez García señaló que existen elementos para hacer creer a las autoridades antidrogas de México que los hermanos Arellano Félix podrían estar ocultos en algún lugar de Estados Unidos.
De acuerdo con el fiscal Bersin, los 10 acusados de conspirar para importar y distribuir cocaína y mariguana del llamado cártel de Tijuana en ciudades del sur de California y de participar además en diversos actos criminales, incluyendo el asesinato de Posadas Ocampo fueron reclutados para la organización de los Arellano Félix por otro pandillero de nombre David Barrón Corona alias el C-H, quien murió el 27 de noviembre durante el fallido atentado en esta frontera contra el periodista Jesús Blancornelas.
Se cree además que los acusados estaban bajo las ordenes directas de Ramón Arellano Félix, -por quien el gobierno de Estados Unidos ofrece una recompensa de 2 millones de dólares- el 23 de mayo de 1993 durante el intento de asesinato en contra de Joaquín Guzmán Loera, alias El Chapo en el aeropuerto internacional de la ciudad de Guadalajara, Jalisco.
Bersin puntualizó que de acuerdo con las investigaciones efectuadas para esta acusación por agentes de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) y de la Agencia Estadunidense Antidrogas (DEA), se estableció que el cardenal Posadas Ocampo nunca fue el objetivo de los sicarios y que murió de manera circunstancial.
El también llamado Zar de la frontera indicó que aún cuando el asesinato del cardenal Posadas y otras seis personas el 23 de mayo de 1993 ocurrió en México, los testimoniales y demás evidencias que se tienen para presumir la participación en ese acto de los ahora acusados servirán a la fiscalía a su cargo para demostrar ante un juez federal que se trata de sujetos peligrosos que deben ser enviados a prisión por un largo periodo, además de que se hacen acredores al castigo por un delito denominado conspiración, que equivale al delito de asociación delictuosa que castigan las leyes mexicanas.
Los pandilleros acusados este martes como integrantes de la organización de los Arellano Félix fueron identificados como Marcos Quiñónes Sánchez, alias El Pato; Alfredo Araujo Avila, alias El gran Popeye; Carlos García Martínez, alias Tarzán; Adolfo Martín Cuevas, alias Nightowl; Juan Vazcones Hernández, alias El puma; Antonio Peña Huerta, alias Lalo; Michael Jarboe, alias Peewee; José Méndez Torres, alias El oso y/o El Spanky, Carlos Mendoza Castillo, alias El paisa y John Doe, alias Gizmo.
De ellos, Juan Vazcones Hernández y Calos Mendoza Castillo ya están bajo custodia de las autoridades mexicanas, mientras que Carlos García Martínez, Adolfo Marín y José Méndez se encuentran bajo custodia de las autoridades estadunidenses en San Diego, California.
Sobre los fugitivos, el fiscal Bersin señaló que existe la sospecha de que éstos pudieran estar en territorio mexicano, por lo que empezó el trámite para solicitar su arresto con fines de extradición.
Al final de la conferencia de prensa el delegado Chávez García señaló que basado en diferentes informaciones que se han recabado en el marco de una investigación que lleva el gobierno mexicano a través de la PGR, no se puede descartar la posibilidad de que los hermanos Arellano Félix o al menos Ramón Arellano se encuentren ocultos en alguna ciudad de Estados Unidos.
La PGR cuenta con informes de que Ramón Arellano visitó el territorio estadunidense en 1993 tras el asesinato del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo y que fue justamente a través de distintas ciudades de el vecino país del norte como éste viajó a la ciudad de México para reunirse con el nuncio apostólico Girolamo Prigione.