En 10 días, al menos 48 asesinatos de paramilitares en el sur de Colombia
Reuters, Dpa, Afp y Ap, Santafé de Bogotá, 12 de febrero Ť Una nueva oleada de matanzas perpetradas por los grupos paramilitares de derecha, cuya cifra de víctimas ascendería a entre 48 y 49 muertos, según reportes de prensa, provocó un éxodo de campesinos del sur de Colombia. Los medios de comunicación han basado sus informes en denuncias del alcalde de la localidad Puerto Asís, Néstor Hernández, así como de la Iglesia católica y organismos de derechos humanos. Sin embargo, el gobierno y el ejército colombiano negaron los hechos, y en todo caso dijeron que apenas este día iban a investigar las denuncias.
El alcalde Hernández dijo que sólo en la municipalidad de Puerto Asís se cometieron 38 asesinatos y otras 10 en el Valle de Guamues, en tanto que los medios de prensa agregaron que la suma total de víctimas era de 59, ya que las matanzas se extendieron a las poblaciones cercanas de La Hormiga y Puerto Caicedo.
Ante esta situación, dijo el alcalde, la gente está saliendo masivamente del departamento de Putumayo hacia Nariño y Huila, abandonando todo lo que tienen para salvar sus vidas mientras pasa esta ola de violencia, pues diariamente emigran más de 150 personas desde que se conocieron los sucesos.
Las fuentes coincidieron en que las matanzas están siendo perpetradas por unos 200 individuos fuertemente armados, y el alcalde Hernández afirmó que llegaron a Puerto de Asís desde el 29 de enero, y el primero de febrero se encontraron los primeros 14 cadáveres tras la búsqueda de las víctimas con lista en mano.
Pero el cura del pueblo, Campo Elías de la Cruz, dijo tener conocimiento de las matanzas desde el 20 de enero, y que desde entonces ha enterrado a 29 personas, y que creía además que muchos otros cuerpos podrían encontrarse todavía esparcidos en las aldeas cercanas.
``Parece claro que estos grupos de civiles armados están trabajando para sembrar el terror aquí'', declaró el defensor del pueblo, Germán Martínez.
Añadió que al principio se creía que muchas de las víctimas estaban más o menos vinculadas a la insurgencia, pero ahora se observa que muchas personas inocentes también han caído.
El alcalde Néstor Hernández acusó al ejército de estar involucrado con los paramilitares, al afirmar que estos grupos comenzaron a llegar en helicópteros de las fuerzas armadas.
Afirmó inclusive que el ejército está más concentrado en la búsqueda de los 18 soldados que permanecen en manos de la guerrilla, por lo que pese a la militarización de Putumayo, no han detectado a los paramilitares.
Hernández, quien desde la víspera denunció estas matanzas y se entrevistó en Bogotá con el ministro del Interior, Alfonso López, para denunciar los hechos, dijo que regresaba a Puerto Asís con temor de ser asesinado tras haber dado a conocer lo ocurrido.
El comandante del ejército, general Mario Hugo Galán, no sólo negó tener conocimiento de las matanzas, sino que calificó de ``absurda'' la denuncia de que las fuerzas armadas hayan colaborado con los paramilitares llevándolos en sus propios helicópteros, al sostener que ellos están para combatir a los bandidos.
Otros jefes militares que también negaron las matanzas aceptaron, en cambio, que en los últimos días ha habido unos 27 muertos en Putumayo, pero que cayeron en diferentes circunstancias por arma de fuego y acuchillados, y que tres eran guerrilleros y cayeron en combates con el ejército.
Esos muertos, dijeron, se deben a ``la violencia normal en la zona. Allí hay muchos actores violentos''.
El ministro de Defensa, Gilberto Echeverri, negó las denuncias sobre las matanzas. ``Las informaciones de las autoridades departamentales, la policía, la fiscalía, la procuraduría y comandantes en el área no coinciden con lo que ha declarado el señor alcalde'', apuntó. No obstante, dijo que una comisión de la Fiscalía salió hacia la zona para verificar los hechos.
En otros asuntos, el ex ministro de Defensa Fernando Botero, uno de los protagonistas de la crisis samperista por la infiltración de narcodineros en el finan- ciamiento de la campaña electoral, salió esta noche en libertad luego de pasar 30 meses en prisión. Botero, de 41 años, dijo que cometió un grave error, y que había pagado por ello.
En tanto que el presidente Ernesto Samper dijo que un equipo de élite investigará los antecedentes de los candidatos a la presidencia y al Congreso para evitar infiltración de dineros ilícitos, en Washington legisladores republicanos criticaron a la secretaria de Estado, Madeleine Albright, por no entregar helicópteros artillados a Colombia para ser empleados en la lucha antinarcóticos.