La Jornada 13 de febrero de 1998

Confirma Cuba que liberará más de 200 presos

Afp, Ap y Reuters, La Habana, 12 de febrero Ť El gobierno cubano confirmó hoy que serán excarcelados más de 200 presos, políticos y comunes, en atención al pedido que hizo el papa Juan Pablo II durante su reciente visita a la isla, lo que será la mayor excarcelación de prisioneros en los últimos diez años. Este jueves fueron puestos en libertad la mayoría de los prisioneros, indicaron las autoridades.

El Departamento de Estado estadunidense reaccionó con cautela, al afirmar que Washington no ha sido informado ``si entre las personas liberadas hay presos políticos y, si los hay, cuántos son''.

El vocero de la cancillería cubana, Alejandro González, afirmó que tomando en cuenta la solicitud del cardenal Angelo Sodano, secretario del Estado Vaticano, el gobierno del presidente Fidel Castro ``decidió indultar a un número superior a 200 prisioneros'', entre los que se encuentran presos políticos y comunes.

Agregó que todas estas personas serán liberadas por razones humanitarias, por su edad, estado de salud y ``otras circunstancias similares''.

González aseguró que ya se encontraban en libertad 106 de los presos indultados, y que ``próximamente se excarcelará a varias decenas más'', cuyos procesos de indulto aún no han concluido.

Medios de prensa comentaron que es la primera vez que en un documento oficial el gobierno cubano reconoce que en la isla hay personas detenidas por motivos políticos, ya que los opositores suelen ser juzgados por ``crímenes contra la seguridad del Estado, ``propaganda enemiga'' o el delito de ``ofensa''.

Según un reciente informe de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, que dirige el disidente y ex preso político Elizardo Sánchez, hay unos 500 presos políticos en Cuba y otros 110 mil encarcelados por otros delitos. Sánchez aseguró a la agencia Afp, por otra parte, que no tenía noticia de que algún preso hubiera sido liberado aún. González dijo, por otro lado, que la lista de prisioneros indultados no incluía a siete disidentes presos en la ciudad de Santa Clara, que cumplieron 120 días en huelga de hambre, y de los cuales seis están hospitalizados.

La séptima presa, Roxana Carpio Mata, quien abandonó el ayuno a los 44 días por estar embarazada, dijo este jueves que aceptaría emigrar a Estados Unidos, en respuesta a una oferta de Washington de conceder asilo político a los siete presos ayunantes.

A finales de enero, el jefe de seguridad del Estado cubano, Raúl Fernández, aceptó liberar a los disidentes en huelga de hambre a condición de que dejaran al país. Algunas fuentes atribuyen esta excarcelación a la influencia del Papa.

Fuentes diplomáticas del Vaticano expresaron su satisfacción por la decisión de La Habana. En un comunicado, la sede católica celebró que ``como recuerdo de la visita papal, el gobierno cubano haya liberado a un cierto número de detenidos, en un acto de clemencia y buena voluntad''.

El cardenal Sodano recordó que la petición papal era más amplia, al señalar que Juan Pablo II entregó a La Habana ``una lista con los nombres de más de 300 presos de conciencia'', solicitando para ellos la clemencia a título humanitario.

En tanto, voceros del Departamento de Estado señalaron que había ``cautela'' por parte de Washington en cuanto a la liberación de los presos en Cuba, pues no contaban con información suficiente sobre el número de disidentes a ser excarcelados, luego de que ayer Estados Unidos considera ``insuficientes'' a los 200 prisioneros indultados, especialmente porque no todos ellos serían presos políticos.

Cancilleres de países latinoamericanos reunidos en Panamá en una cumbre del Grupo de Río coincidieron en celebrar la decisión del gobierno cubano.

El canciller costarricense Eduardo Ferrero afirmó que la medida demuestra la convicción de sus colegas de que la visita papal a la isla demostró que ``el mundo tiene que abrirse a Cuba, y Cuba tiene que abrirse al mundo''.

Por su parte, el canciller chileno José María Insulza afirmó que los países miembros del Grupo de Río coinciden en que ``Cuba no representa un peligro para la seguridad de Estados Unidos ni para la de nadie más'', y que ``ha llegado el momento de ensayar fórmulas más creativas para enfrentar la relación con Cuba, porque no debemos seguir dándole un tratamiento de guerra fría''.