Zedillo: tomaré otras acciones en Chiapas; no serán violentas
El presidente Ernesto Zedillo declaró a The New York Times (NYT) no estar convencido de que los zapatistas ``quieran sinceramente la paz'' en Chiapas, ante lo cual ``tengo que tomar otras acciones, siempre bajo el principio de que no usaremos la violencia''. También dijo: ``sólo espero que se cansen y se den cuenta de que si están buscando violencia no la tendrán''.
Entrevistado por directivos y corresponsal del diario estadunidense, el presidente de México dijo lamentar ahora que no hubiera habido ``una fuerte presencia'' gubernamental en Chenalhó, pues de haberla tenido ``no habría ocurrido la terrible matanza'' de Acteal.
Después de esta matanza --aseguró en la entrevista publicada en la página 3 del NYT, bajo la firma del corresponsal Sam Dillon--, ``tomé la decisión de tener la presencia de las instituciones del gobierno federal ahí y, al mismo tiempo, buscar siempre la negociación''. Creo, añadió, ``que en algunas ocasiones hemos sido demasiado suaves por el bien de las negociaciones'' y Acteal demostró que ``eso ya no es conveniente''.
También el Presidente defendió a los ``ejemplares'' soldados mexicanos que ``son insultados, golpeados; mandan niños y mujeres a insultarlos y a golpearlos, y ellos soportan todas esas provocaciones porque están muy conscientes de la situación''. Consideró que los mexicanos tenemos ``mucha suerte'' al contar con un Ejército ``totalmente diferente'' de otros de Latinoamérica.
A continuación, el texto relativo a Chiapas transcrito de la grabación de la entrevista:
Pregunta The New York Times: Hablemos de Chiapas. Mi impresión al estar ahí es que hay una situación en el estado en la que ahora existen de alguna forma dos fuerzas armadas irregulares en lugar de una que había con los zapatistas. En muchos lugares, las bases del PRI se han convertido en una fuerza armada. Me pregunto cómo piensa usted que esto ocurrió.
Respuesta Presidente Zedillo: Veo que ha hecho usted un esfuerzo por simplificar las cosas, eso es bueno pero no estoy de acuerdo con su interpretación. Creo que la situación es mucho más compleja. Si me permite, me gustaría dar una visión contextual para llegar a su pregunta. Creo que tenemos que regresar a principios de 1994 y recordar qué era el EZLN al principio: era un grupo que apareció repentinamente con una proclama revolucionaria. Dijeron que estaban allí para derrocar al gobierno y para establecer una república socialista en México. Al principio utilizaron la violencia. Mataron a un número importante de personas en los primeros días de su aparición, y el gobierno reaccionó utilizando la fuerza contra ellos. Afortunadamente, después de unos días, el gobierno se dio cuenta de que el enfoque no era el apropiado para resolver el problema, y declaró unilateralmente que no usaría la fuerza e invitó al EZLN a sentarse a negociar. Esto se logró por un tiempo. Un hecho fundamental es que no ha habido violencia entre el gobierno federal y el EZLN. Cuando asumí la Presidencia, dije muy claramente que no utilizaríamos la violencia. De hecho, desde que fui declarado presidente electo, inicié negociaciones personales con el EZLN. Volví a intentar esas negociaciones al asumir la Presidencia, pero una y otra vez este grupo no honraba sus compromisos o su palabra y detectamos que continuaban comprando y fabricando armas. De hecho descubrimos algunos sitios en donde almacenaban armas y municiones. En ese momento decidí que teníamos que cambiar las condiciones para la negociación, recurriendo a la ley y señalando que los íbamos a procesar. Creo que la decisión fue acertada, porque poco después, ellos decidieron regresar a la mesa de negociaciones. Empezamos a negociar y lo hicimos por varios meses. Llegamos a acuerdos importantes, pero entonces el EZLN utilizó ciertas excusas y circunstancias para abandonar la mesa de negociación. Y desde entonces, no ha habido negociaciones. Es falso que el gobierno mexicano no haya cumplido sus compromisos. Creo que hemos honrado cada compromiso hecho y hemos dado todas las pruebas de nuestra voluntad de negociar y de no utilizar la violencia para enfrentar la situación. Esto debe ser subrayado una y otra vez, ya que en ocasiones hay cierta confusión. ¿Por qué si existe violencia entre grupos en Chiapas, esa violencia es atribuida de alguna manera al gobierno? Cuando menciona grupos que son bases del PRI, el próximo paso es decir que el gobierno está detrás de esos grupos. Creo que esto no es verdad. No es que ustedes lo estén diciendo así, pero otras gentes sí lo hacen. En medio de todo esto, lo que hemos visto es un estrategia de este grupo de levantar un bastión de autoridad en esa zona de Chiapas. Se rechaza la presencia de las instituciones mexicanas ahí y una consecuencia de que el gobierno haya actuado con prudencia es que, al no tener presencia nuestras instituciones en esos lugares, entonces el EZLN tiene la capacidad de afectar a otros miembros de las comunidades. Desafortunadamente un efecto indirecto de esa situación es lo que usted mencionó: algunas personas --no ahora pero por mucho tiempo-- han adquirido armas y han tratado de hacer lo que la autoridad debería estar haciendo, proveer justicia. Y debo admitir que para favorecer las negociaciones, decidí que el gobierno no tendría una fuerte presencia en esa región. Ahora debo lamentarlo y estoy plenamente convencido de que si el gobierno hubiera estado presente en Chenalhó, no habría ocurrido la terrible matanza que sufrimos en diciembre pasado.
Pregunta The New York Times: Pero había policías ahí, policías estatales.
Respuesta Presidente Zedillo: Sí, policías estatales, pero no había presencia del gobierno federal. Si usted lee el periódico hoy, o cualquier día, el EZLN alega constantemente que el gobierno federal no debe estar ahí. Entiendo sus razones porque ellos creen que si no estamos ahí, ello es un fermento para la violencia, y pienso que ellos creen, de manera errónea, que la violencia favorece a su causa.
Después de Chenalhó, tomé la decisión de tener la presencia de las instituciones del gobierno federal ahí, y, al mismo tiempo, buscar siempre la negociación. Va a ser más difícil, porque odian tener esa vigilancia. No les gusta, pero lo siento, no puedo permitir otro Acteal. Y he dicho que no permitiré violaciones a la ley. Creo que en algunas ocasiones hemos sido demasiado suaves por el bien de las negociaciones, y creo que los dramáticos sucesos de diciembre demuestran que eso ya no es conveniente.
Pregunta The New York Times: ¿Prevé usted que las fuerzas armadas se vuelvan también más activas?
Respuesta Presidente Zedillo: Ellos permanecerán como lo han hecho desde 1995. Si usted analiza el historial, no se han registrado hechos violentos ahí donde ha estado el Ejército. Los eventos violentos más dolorosos que hemos tenido en esa zona de Chiapas, han sido precisamente donde se ha dado un vacío de autoridad. Es una decisión difícil; me gustaría estar en una posición en la que pudiera poner sobre la mesa todas las condiciones que ellos quieren para regresar a las negociaciones. Pero como no estoy convencido de que sinceramente quieran la paz, tengo que tomar otras acciones, siempre bajo el principio de que no usaremos la violencia.
Pregunta The New York Times: Los zapatistas han establecido una serie de lo que llaman ``poblaciones autónomas''. ¿Tratará usted de suprimir esas poblaciones?
Respuesta Presidente Zedillo: No existen legalmente, y a su tiempo veremos si estas figuras que parecen ser una forma de organización no gubernamental, son violentas o si están violando la ley. Espero que no violen la ley, porque de otra forma, nos obligarían a actuar conforme al derecho.
Pregunta The New York Times: ¿Usted ha hecho una serie de intentos desde diciembre para tratar de relanzar el proceso de paz?
Respuesta Presidente Zedillo: No desde diciembre, desde antes aun de ser Presidente. Usted puede revisar los expedientes y prácticamente cada mes, desde que soy Presidente, he puesto sobre la mesa ofertas, iniciativas, gestos. No creo que haya habido un solo mes en el que el gobierno federal no haya hecho un gesto o una oferta para facilitar el diálogo.
Pregunta The New York Times: Los zapatistas han reaccionado otra vez con una andanada de retórica iracunda. ¿Ha pasado algo que lleve a usted a pensar que se está acercando a poder hablar con ellos de nuevo?
Respuesta Presidente Zedillo: Eso espero, pero no estoy convencido de que ellos quieran realmente solucionar el conflicto. Entonces sólo espero que se cansen y se den cuenta de que si están buscando violencia no la tendrán. Han provocado al gobierno federal por muchos medios, algunos violentos, desde el principio. Pero deberían saber a estas alturas...
Pregunta The New York Times: ¿Qué opina el Ejército al respecto?
Respuesta Presidente Zedillo: Apoya totalmente mi punto de vista. Puedo decirle que en diciembre de 1994, en esta mesa, consulté muy seriamente con el secretario de la Defensa si desde su punto de vista, esto era un problema militar; y él me dijo no, no es un problema militar, es un problema político, y usted tiene razón, no va a resolver el problema con el Ejército. Así que apoyo totalmente su punto de vista y tiene usted todo el respaldo del Ejército. Usted debería ver al Ejército allá. Son ejemplares, son insultados, golpeados; mandan a niños y mujeres a insultarlos y a golpearlos, y ellos soportan todas esas provocaciones porque están muy conscientes de la situación. Los mexicanos tenemos mucha suerte de contar con un Ejército que es totalmente diferente, y lo digo con todo respeto, totalmente diferente de otros ejércitos en países de América Latina. Tenemos mucha suerte.