Masiosare, domingo 15 de febrero de 1998
De Sonora a Yucatán, los trabajadores están de fiesta. Se acerca el día (6 o 7 de marzo en el Palacio de los Deportes) en que su histórico líder Leonardo La Güera Periquín Rodríguez Alcaine ocupará oficialmente el sitio que dejara el insustituible Fidel Velázquez.
En las grandes fábricas, en las medianas empresas y los pequeños talleres, se multiplican las muestras de apoyo. Las mantas y los carteles inundan las paredes. Las asambleas multitudinarias no cesan. Las autoridades ya no saben qué hacer con las marchas espontáneas.
Pocos, muy pocos, conocen las tribulaciones del Unico Líder Obrero que nunca ha recibido línea de Los Pinos.
Masiosare obtuvo copia de una carta -parte de un informe de Seguridad Nacional- que el histórico dirigente comenzó a escribir con el año. Es un documento desgarrador que revela las angustias del Líder que conducirá los destinos del Movimiento Obrero Organizado hasta el año 2004.
Poco antes de llegar a los 80 años, Rodríguez Alcaine verá cumplirse uno de los sueños de su vida, pero, como revelan los párrafos que transcribimos, no todo es gozo.
Compañero don Fidel:
Cuando al fin me decidí a ocupar lo que fue su oficina, lo primero que me traje fue el cuadro con su retrato. ¿Se acuerda? Al centro su servidor, flanqueado por dos compañeros electricistas. Le dije al pintorcito que tenía que ponernos con la mirada en el horizonte promisorio de los trabajadores (ahora sé que no era tanto, porque los gobiernos de la revolución apenas le han cumplido un 10% a la clase obrera, pero ni modo). Luego, acuérdese, tiene unos rayos que caen sobre unas turbinas y sobre los símbolos del SUTERM y de la CTM. Y arriba, en el ángulo superior derecho, como dioses que nos miran desde el Olimpo, están las figuras de mis dos guías de siempre: Francisco Pérez Ríos y usted, don Fidel. Desde allá, usted me tiraba línea, no como en Los Pinos, que nomás dan hermanas de reporteros.
El caso, compañero, es que si lo tuviéramos como en el cuadro podríamos preguntarle: ¿Cómo logramos que el pluralismo nos haga lo que el viento a Juárez?
Usted no está para saberlo, compañero, pero si bien el pueblo nunca se equivoca, nuestro candidato no ganó las elecciones. Parece ser que a las gentes les gustó más el dulce que les regaló la oposición. Aunque lo más seguro es que haya habido un arreglo que todavía estamos analizando, porque cuando sepamos qué pasó el 6 de julio, la Confederación va a lanzar una fuerte protesta dentro de las filas del partido.
Dicen que ya estamos en la democracia, pero ¿cuál democracia? Porque no es posible que el PRD, que es el PRI con traidores, haya ganado todos los cargos en el DF.
Digo, compañero, todas estas cosas se pueden pasar, hasta alguien como yo que soy muy macho. Lo que sí ya no vamos a aceptar es que con esto de la dizque democracia nos quieran salir con que a Juanita la encueraron.
Y esto se lo digo, compañero, porque lo que más me preocupa es que todavía no le hallo el modo con los reporteros que, como usted comprobó todos los lunes durante 50 años, nada más preguntan pendejadas.
¿Por qué me cuesta trabajo responderles algo que no sean puras groserías, a mí, que he dirigido un sindicato de 50 mil trabajadores?
Es un misterio más difícil de resolver que ese otro de cómo le hace un obrero para vivir con el salario mínimo, que ni a salario llega porque más bien es un indicador económico, que no debe aumentar porque sólo beneficiaría a los comerciantes.
El caso es que se la pasan publicando en sus pasquines que soy millonario, que he hecho muchos negocios con empresas contratistas, que tengo un rancho en mi natal Texcoco y muchos condominios en el DF, que hice malos manejos en la Aseguradora Obrera. Hasta me criticaron mi BMW de 35 mil dólares. Y entonces tuve que explicar que la del dinero es mi mujer, que como a usted le consta ha sabido hacer negocios en el área de la construcción.
Puras calumnias, compañero. Porque, ¿usted cree que si yo tuviera la cola larga el gobierno me dejaría ser dirigente de los obreros del país? Claro que no. Si para eso hemos corrido a muchos transas de la Ceteme y para eso mantenemos nuestra idiosincracia mexicana y no la de gentes extramuros de la República.
Desde aquí, compañero, con toda la fuerza de la principal Central Obrera del país, le pido que me dé una señal: ¿Cómo lograba usted tener todo perfectamente estudiado y actuar con una frialdad extraordinaria? (Por ejemplo, cuando antes de su gravedad me dijo que yo era el bueno).
Yo sabía, y lo dije desde un principio sin que hubiera preguntas tontas de los reporteros, que sería muy difícil llenar sus zapatos y su sabiduría.
Pero me esfuerzo, compañero. Por eso desde ahora estamos impulsando la candidatura del señor gobernador de Puebla, porque creemos que sería un buen presidente y contaría con el voto de los trabajadores que saben que desde hace 20 años en el PRI no hay imposiciones ni dedazos y que a ellos nunca les hemos puesto una pistola para que voten.
Pues en esas andamos, compañero, siguiendo su paso firme, porque aunque no me gusta repetir la frase de su consentido El Pajarito Ramírez Gamero, digo, aunque no me gusta repetirlo, estoy seguro de que ``Revolución que transa, Revolución que pierde''.