Masiosare, domingo 15 de febrero de 1998



EL SONORO RUGIR


OLEA

se tambalea


Con la semidetención del procurador de Justicia de Morelos, Carlos Peredo Merlo -quien el jueves fue ``arraigado'' en un domicilio oficial de la PGR en Cuernavaca, en compañía del superdetective Jesús Miyazawa y del subprocurador Rafael Borrego- se abre la puerta, o mejor dicho la ventana, para que defenestren a Jorge Carrillo Olea.

Ante la opinión pública nacional, el gobernador es ya un ``presunto responsable'' de la ola de secuestros y asesinatos que desde 1995 azota a la entidad. Los principales cabecillas, también presuntamente, serían Peredo Merlo, Miyazawa y Borrego, a quienes Carrillo Olea protegió, hasta el pasado jueves, por acción o por omisión.

Pasado mañana, por lo pronto, Cuernavaca será escenario de una gigantesca manifestación contra el gobernador, en la cual marcharán unidos los empresarios de la Coparmex, los comerciantes de la Canaco, las 98 parroquias de la diócesis que preside el obispo Luis Reynoso, y los dirigentes y militantes del PRD, del PAN y del Partido Civilista Morelense.

Carrillo Olea, dice Graco Ramírez, el exponente del PRD que ha encabezado esta lucha desde el principio, ``vive ya un aislamiento absoluto''. Y por lo tanto, agrega, no le queda más que renunciar.


Estalló la guerra

en el PRI

Después de equivocarse groseramente en Zacatecas, al oponerse al destape de Ricardo Mon-real como su mero gallo -hoy del pragmático PRD-, el presidente nacional del PRI, Mariano Palacios Alcocer, enfrenta una insurrección interna. El jefe de la rebelión, por supuesto, es Manuel Bartlett Díaz, quien sigue en campaña por la candidatura presidencial y parece resuelto a manejarle el partido al doctor Zedillo, aunque éste no lo quiera. ¿Con qué fin? Para ganar las diez elecciones de gobernadores que hay este año, tal como Bartlett y Roberto Madrazo arrasaron en Puebla y en Tabasco el 6 de julio pasado.

Las adhesiones a Bartlett forman ya una ancha cascada. Dos botones: La Güera Rodríguez Alcaine ya dijo que Bartlett sería un buen presidente; la profesora Elba Es-ther Gordillo ya lo considera el jefe nato del priísmo, aunque cuando era secretario de Educación no lo podía ver. Todo con tal de que se vaya Mariano.


Cuauhtémoc

cero en comunicación

A dos meses y pico de haber entrado en funciones, al gobierno de Cuauhtémoc Cárdenas le ha llovido de todo. En vez de contrarrestar los efectos de esa campaña permanente, basada en un sistemático bombardeo de calumnias, el ingeniero ha guardado silencio. Lo malo de este silencio es que también ha oscurecido los primeros logros de su administración. Dos ejemplos: al otorgar a los trabajadores de la ciudad un aumento directo de 18 por ciento en los ingresos y de 4 por ciento en prestaciones, Cárdenas rompió el tope salarial impuesto por el presidente Zedillo... pero casi nadie lo supo. Luego denunció las tropelías del sistema, ejecutadas por Oscar Espinosa Villarreal en el extinto DDF... y el tiro, casi, casi, le salió por la culata.

El primer gobernador democráticamente electo en la capital de la República, dicen sus allegados, está desarrollando una muy particular manera de ejercer el arte de la política. Pero la opinión pública no se ha enterado porque en el viejo Palacio del Ayuntamiento falta, es más, urge, una estrategia de comunicación. La idea de desmantelar la antigua Coordinación de Comunicación Social y repartir sus funciones en dos paquetes no parece caminar. Y, mientras tanto, cada uno de los subordinados de Cárdenas está improvisando su propia estrategia de comunicación, a su leal saber y entender.



Nada de privilegios

Aunque nadie -y menos que nadie los indígenas de Chiapas- debe tener privilegios o fueros especiales, el gobierno de esa entidad, con la bendición de la Dirección General de Educación Indígena de la SEP, ha decidido que 521 maestros bilingües chiapanecos estudiarán sólo tres años, y no los cuatro y medio establecidos para toda la República.

Claro, el privilegio tiene sus asegunes. Aunque realizan el trabajo de cualquier otro docente, los 521 no son llamados profesores, sino ``becarios'', y como tales cobran. Mil 400 pesos los que terminaron el bachillerato y 700 pesos quienes sólo concluyeron la secundaria. Además, durante sus tres años como ``becarios'' que trabajan y estudian, los profesores bilingües no adquieren derecho laboral alguno.

En lugar de una respuesta académica a los rezagos educativos, la SEP y el gobierno chiapaneco han optado por una salida que, suponen, les ahorrará conflictos y les permitirá formar maestros para los municipios más atrasados de la entidad. Los programas de estos cursos, que iniciarán en marzo, fueron armados en un mes y los impartirá personal sin experiencia en educación intercultural-bilingüe.

Esta es la ``buena vibra'' prometida por el gobernador Roberto Albores, quien al final, claro, podrá proclamar en desplegados de dos páginas que su gobierno formó centenares de maestros en un tiempo récord.



El foco rojo

sigue prendido

Los nuevos funcionarios de la Secretaría de Gobernación parecen decididos a calentar los reclusorios del Distrito Federal, al dejar en suspenso las preliberaciones a punto de ser concedidas en los tiempos de Emilio Chuayffet. De por sí sobrepoblados, los reclusorios pueden estallar con este regalito del secretario Labastida a Cuauhtémoc Cárdenas.