La Jornada miércoles 18 de febrero de 1998

ASTILLERO Ť Julio Hernández López
La mano dura se está cerrando.

La estrategia está a la vista:

1) Desacreditar a los actores y factores no supeditados a la postura gubernamental (de allí los ataques a la Cocopa, y en particular al enhiesto Carlos Payán; las segundas iniciativas; el doblegamiento del Partido Verde Ecologista de México para contar con un voto esquirol que sirva no sólo para eludir juicios políticos contra Madrazo y Cervera, sino sobre todo para romper la unidad interna de la Cocopa)

2) Radicalizar el enfrentamiento con segmentos que el gobierno entiende no sólo como no supeditados, sino que le son activamente adversos (las insidias contra la Conai -el ruizferrista Juan Carlos Bonifaz Trujillo, presidente del Congreso chiapaneco, acusó ayer de ``traidor a la patria'' al obispo Samuel Ruiz, y en Bucareli a Miguel Alvarez, secretario de la Conai, de promover la injerencia extranjera en Chiapas- y el ataque contra los observadores y las organizaciones no gubernamentales extranjeras).

3) Satanizar el concepto de lo extranjero, en prevención de que el zapatismo asfixiado por el encimamiento gubernamental y militar busque la mediación internacional (con el manejo propagandístico xenófobo se están creando las condiciones previas para oponerse a cualquier petición en ese sentido).

4) Trasladar a los zapatistas la responsabilidad de la negativa a reabrir al diálogo (camino que se abrió desde que la actual Cocopa aceptó ``discutir'' las observaciones gubernamentales a la iniciativa de esa misma comisión y que ahora, con el discurso-emplazamiento de ayer de Francisco Labastida Ochoa, aparece claramente); y

5) Achacar la presencia militar en Chiapas, y los problemas sociales y de violencia política que se llegasen a desencadenar, a la negativa zapatista a reabrir ese diálogo indigno al que se le pretende someter.

El verdadero rostro de Gobernación

Las palabras pronunciadas ayer por el secretario de Gobernación, Francisco Labastida Ochoa, muestran el talante real del gobierno en general y de su operador para Chiapas. La de ayer fue una elaboración discursiva mediante la cual el régimen actual pretende desembarazarse de la responsabilidad de lo que sucede en Chiapas para cargarlo a la cuenta de los zapatistas, además de desacreditar de manera contundente e inequívoca la tarea realizada por la Cocopa con su primera (y única) iniciativa de reformas constitucionales.

El gobierno federal deja constancia, dijo el secretario Labastida, de su disposición de diálogo y solución. Además, catalogó las cuatro observaciones presentadas a la segunda Cocopa como ``irrenunciables'', y dijo que no se está diciendo ``no'' a los acuerdos de San Andrés sino a la interpretación jurídica que de ellos hizo la Cocopa, pues ambas cosas, dijo el titular de la SG, son totalmente diferentes.

Lo dice un chiapaneco que es senador, priísta y cocopo

En ese terrible enrarecimiento propiciado desde la cúpula del poder, resultan altamente esclarecedoras las declaraciones del senador priísta chiapaneco Pablo Salazar Mendiguchía a Marissa Macías, de El Financiero, publicadas ayer.

Salazar Mendiguchía aseguró que la situación en Chiapas es ahora peor que en febrero de 1996, pues ``hay una regresión brutal''. Nadie, afirmó, ``puede garantizar que no se repita otro Acteal. Sigue la tensión en Chenalhó, ahora la hay en Oxchuc, en Zinacantán y en Tenejapa''.

El legislador chiapaneco afirmó que se han introducido ``innecesariamente'' al ámbito de las negociaciones algunos ``ingredientes'' que han vuelto el panorama complejo y sin soluciones a la vista.

``¿Cuáles son esos nuevos ingredientes?'', preguntó la reportera Macías.

-Una falta de conducción unitaria, del gobierno federal, del conflicto -dijo Salazar, y se extendió en detallar las contradicciones declarativas del gobierno respecto a lo unilateral y lo bilateral en el envío de iniciativas de reformas constitucionales, el desarme o no de los zapatistas, la existencia o no de grupos paramilitares, los cambios de negociadores y la utilización del recurso del presunto envío de la iniciativa de reformas al Congreso soberano para que él decida.

``Del Ejecutivo federal tenemos una estrategia errática, llena de contradicciones y bandazos que se traducen, en la práctica, en desencuentros'', añadió.

Tal ``actitud dividida'' del gobierno federal estaría llevando a un ``arrepentimiento extemporáneo por lo que se firmó en San Andrés'', causado posiblemente ``porque en su momento no hubo la comunicación y la vinculación necesaria entre la delegación gubernamental y los otros niveles del Ejecutivo''.

Y como para que el secretario Labastida hubiese leído estas palabras antes de pronunciar las propias, el senador priísta Salazar Mendiguchía, miembro de la anterior Cocopa al igual que de la actual, señaló:

``Afirmar que el texto de la Cocopa se aleja de San Andrés es una manera de acusarla de que no es fiel a lo que las partes acordaron, y es una acusación muy grave que, sin duda, en este momento se suma a todos estos eventos, que pareciendo aislados no lo son, en contra de miembros de la comisión.''

Y adelantó el chiapaneco: ``Vamos a reivindicar la historia, a reivindicar el proceso, enfatizar en lo que ocurrió realmente en la negociación, y vamos a defender el trabajo de la Cocopa''.

Porque, ``lo que nosotros hicimos fue con un gran sentido nacionalista, con una gran responsabilidad como mexicanos. Ningún miembro de la Cocopa va a aceptar que nos sentamos a la mesa a validar una conspiración contra México''.

Ya antes Jaime Martínez Veloz, quien fue diputado federal priísta por Tijuana e integrante de la Cocopa mientras tuvo tal condición, hizo revelaciones a Proceso respecto a las maniobras de Emilio Chuayffet para obstaculizar las perspectivas de paz, e inclusive el ambiente de virtual salida a las negociaciones que habría llevado al subcomandante Marcos a preguntar en tono de broma si sería necesario hacerse la cirugía plástica para reintegrarse ya a la vida cotidiana.

Ahora, hombres nacionalistas y comprometidos con su conciencia como Salazar Mendiguchía están en condición de defender a fondo la posición de la Cocopa. Mejor sería, desde luego, si ésta o su mayoría (habida cuenta de que Gobernación ya generó el esquirolaje ecologista) deciden salir al paso de las palabras pronunciadas ayer por el secretario Labastida pues, ni duda debe haber, la mano dura se está cerrando, y en ese esquema sólo voces y acciones verdaderamente patriotas podrán enfrentar con legitimidad la andanada propagandística y retórica contra la única opción digna de paz en Chiapas.

Astillas: Ya dos que tres mapaches y jilgueros completan el gasto familiar como funcionarios de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco). Ahora, los que aún no encontraban acomodo podrán habilitarse como especialistas en asuntos turísticos con Alfredo del Mazo como nuevo director del Fonatur, que fue mantenido acéfalo desde que Emilio Gamboa fue llevado a la Subsecretaría de Medios de Comunicación en Bucareli... Hoy comienza en Tlaxcala una interesante serie de conferencias organizada por la Comisión Estatal de Derechos Humanos, a la que había sido invitado el autor de esta columna y a la que deplora no poder asistir por razones netamente personales...

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