La Jornada 22 de febrero de 1998

Círculo perverso, las acusaciones MP-jueces

Rosa Elvira Vargas y Gustavo Castillo, enviados, Pachuca, Hgo., 21 de febrero Ť El presidente Ernesto Zedillo expresó ante los procuradores de toda la República que el ``gravísimo problema de inseguridad y criminalidad'' que enfrenta el país tiene como una de sus causas el que muchísimas procuradurías, incluida la PGR, están penetradas por la delincuencia, lo que equivale a ``tener al enemigo en casa''.

Reveló que la incidencia delictiva en México aumenta a un ritmo tres veces mayor que la tasa de crecimiento demográfico y habló del elevado porcentaje de órdenes de aprehensión que se quedan sin cumplimentar, lo que hace fácil evadir la acción de la justicia y hace prevalecer la impunidad.

Las acciones para combatir la delincuencia, dijo a los procuradores reunidos en la capital hidalguense, si bien importantes, son hasta ahora claramente insuficientes y manifestó que el hecho de que hoy 90 por ciento de los delitos son del orden común, resulta muy preocupante y quiere decir ``que la persecución de quienes los hayan cometido, la preparación judicial de los procesos correspondientes y la obtención de los elementos jurídicamente necesarios para lograr el castigo de los delincuentes, es responsabilidad de los estados y del Distrito Federal''.

En el acto de clausura de la cuarta Conferencia Nacional de Procuración de Justicia, el mandatario informó que el mes entrante la Secretaría de Gobernación presentará ante gobernadores y el jefe de gobierno capitalino, una nueva propuesta de estrategias de seguridad pública de carácter integral, ``encaminada a vencer la grave amenaza'' que representan para el estado de derecho la criminalidad y la impunidad. Son medidas, afirmó, para que la ciudadanía recupere la confianza en las leyes y la credibilidad en las instituciones.

Hoy es indispensable -dijo- asegurar procesos judiciales que armonicen, por una parte, el respeto a los derechos individuales con los de la sociedad y, por otra, la responsabilidad punitiva del ministerio público con la autonomía e independencia de los órganos judiciales. El ``círculo perverso'' que surge ante los frecuentes fracasos judiciales, donde el ministerio público y los juzgados se culpan mutuamente, debe convertirse en un ``círculo virtuoso'' que asegure ``cárcel para el delincuente y libertad para el inocente''.

Sin distinción, los mexicanos viven con temor, impotentes e indignados

En la sede del nuevo palacio de justicia del estado, Zedillo repasó la agenda de los problemas de inseguridad que enfrentan los mexicanos, quienes -señaló- sin distinción de residencia, ocupación o nivel económico, viven impotentes, indignados y con el temor ser víctimas de delitos que quedan impunes. La seguridad pública ha mantenido el deterioro en buena parte de las ciudades grandes y medianas del país y en muchos caminos y carreteras, apuntó.

La dimensión del problema es tal, continuó el mandatario, que a cada policía judicial le está tocando investigar, en promedio, casi 60 delitos por año; esto es, un delito cada seis días, sin contar días inhábiles, ni turnos ni horas irregulares, ``lo cual es claramente inadecuado''.

A esto hay que agregar, todo de acuerdo con las estadísticas disponibles, que están quedándose sin cumplimentar casi 65 por ciento de las órdenes de aprehensión en el fuero común y cerca de 75 por ciento de las giradas en el fuero federal, lo que explica, en el mismo sentido, la desconfianza de la gente en el sistema de procuración de justicia.

Pero para el titular del Ejecutivo, renglón aparte merecen los elementos que tienen ``penetradas'' a muchísimas procuradurías y que no sólo no combaten con eficacia los delitos, sino que ``los solapan, alientan e incluso participan directamente en ellos''.

En todo el país ``debemos asumir ya que ¡absolutamente nadie, bajo la más mínima sospecha, puede ser incorporado al servicio de la ley! Aceptar lo contrario equivale a tener el enemigo en casa''.

Ese, el de policías que son delincuentes o al menos solapan la comisión de delitos, como recientemente se hizo evidente en Morelos, ``es el punto más débil de las instituciones de procuración de justicia''.

Ninguna reforma legal o reorganización institucional, ningún mejoramiento o esfuerzo adicional de capacitación podrán tener éxito si no se logra que el personal responsable de hacer cumplir las leyes sea ``auténticamente honesto y verdaderamente eficaz''.

Habló entonces de las iniciativas de reforma a diversas leyes y códigos que envió en diciembre del año pasado por medio del Senado de la República para combatir la delincuencia, las cuales requerirán también de transparencia, firmeza, perseverancia y atención constante. Cada estado y el Distrito Federal, deberá asumir cabalmente el compromiso de una depuración eficaz y convincente.

``La delincuencia debe saber y debe sentir que estamos decididos a hacer todo lo necesario para revertir pronto y de manera sustancial la inseguridad, la criminalidad que hoy priva, así como la presencia de malos elementos en nuestras instituciones''.

También consideró muy conveniente que cada procuraduría diera a conocer a la brevedad los objetivos, métodos y avances de su depuración para que se compartan propósitos, estrategias, logros y experiencias, puesto que acciones aisladas muy pronto denotarán sus limitaciones y serán insuficientes, ``si no hay programas similares que sean rigurosos, firmes y bien aplicados'' en cada una de esas instituciones.

Con las reformas propuestas, señaló el Presidente, se busca resolver las lagunas jurídicas y los resquicios de las leyes que permiten evadir la acción de la justicia. Se busca también evitar que los malos elementos de los cuerpos policiacos puedan impedir su cese o despido.

Enseguida, resumió una vez más el contenido de las iniciativas que presentó al Senado y que incluyen, en resumen: ampliar la flagrancia a 72 horas siguientes a la comisión del delito; dificultar a los delincuentes su conversión en prófugos y evadir así la acción de la justicia; transparentar el manejo de los bienes asegurados, abandonados o decomisados a delincuentes. También, penalizar con mayor dureza la posesión, portación, acopio y fabricación ilegal de armas de fuego y cartuchos, y hacer más severas las penas para quienes utilizan a menores de edad en la realización de crímenes.

Para atender estas iniciativas, comentó después el Presidente, el Senado ya organiza foros de consulta. Insistió entonces en la necesidad de edificar en México una nueva cultura de apego a la ley, en cuya aplicación jamás priven intereses políticos, económicos o de cualquier otra índole.

Una nueva cultura de la legalidad supone que todos, sin excepción, tengan conciencia de que la ley es expresión de la voluntad general, un auténtico pacto de convivencia y la base que da sentido a México como nación.

Hidalgo, entre el viento y el acarreo

Antes de encontrarse con los procuradores del país, el presidente viajó por helicóptero a Tulancingo para inaugurar una nueva fábrica textil y enseguida, en Santiago Tulantepec, inauguró el tramo carretero de 54 kilómetros de la autopista México-Tuxpan.

Fue este un acto en el más puro estilo del acarreo. Traídos desde municipios lejanísimos y donde tomaron camino en muchos casos desde las cinco de la mañana, cerca de cinco mil personas -entre hombres, mujeres y niños- resistieron por lo menos dos horas a la intemperie, bajo el sol y el polvo, para estar presentes en la inauguración de una carretera.

Llegaron desde Rincón del Arenal, Mineral del Chico y otros de los pueblos hidalguenses en los que todo falta porque como le dijo una señora al Presidente: ``¡Echele ganas, porque ya no la vemos...'' Traían apenas una torta en el estómago y tenían la cabeza prácticamente blanca de tierra, así estuvieron en el inmenso sillerío desde las siete de la mañana.

Sin embargo, el gobernador hidalguense Jesús Murillo Karam lucía feliz por las obras inauguradas. Ayudaba a recibir los cientos de cartas con peticiones que la gente quería hacer llegar al presidente Zedillo. El propio mandatario hizo un largo recuento de las obras camineras emprendidas en los últimos tres años y dijo que aquellas nunca estarán reñidas con la preservación del patrimonio cultural y la historia.

Recordó que durante la construcción de esta carretera se encontraron nuevos restos arqueológicos en Teotihuacán y que debido a ello y para ``preservar esas huellas de nuestro pasado'', a mediados de este año se pondrá en operación un libramiento de 14 kilómetros fuera del trazo original de la autopista Pirámides-Tulancingo.

También en helicóptero, el Presidente llegó a la Bella Airosa, donde luego del encuentro con los procuradores acudió a la firma del Convenio de Desarrollo Social para 1998. Llamó a Hidalgo ``estado insignia'' y dio razones para ello.

Citó, a ese respecto, que al signarse además un convenio entre el gobierno del estado y los municipios eso hace muy significativa a la entidad, porque lamentablemente ``en otros estados de la República, en tanto que tenemos más recursos para esos convenios, en algunos todavía no se pueden firmar porque existen disputas, controversias y enfrentamientos''.