Los puñales, nuevos paramilitares en la zona de Comitán, afirman indígenas
Elio Henríquez, corresponsal, Amatenango del Valle, Chis., 22 de febrero Ť Indígenas de varias comunidades de esta zona denunciaron que un nuevo grupo paramilitar que se hace llamar Los Puñales opera en un área que abarca parajes de los municipios de Chanal, Comitán y Amatenango del Valle, donde los pobladores simpatizan con el EZLN.
Según la información obtenida por La Jornada, campesinos de la región han recibido amenazas anónimas de muerte, aunque de inicio el principal objetivo del grupo --integrado presuntamente por una treintena de hombres fuertemente armados que visten de negro y a veces van encapuchados-- es ``destruir los radios de comunicación'' de las bases de apoyo zapatistas.
La situación comenzó a tensarse y a ser más preocupante, luego de que el pasado martes un hombre de 27 años, que ocho días antes había sido secuestrado, apareció ahorcado y colocado en una cruz en el cerro de un terreno de su propiedad, conocida como Jesús del Pozo, municipio de Comitán. Hasta donde se sabe, el hoy occiso --que presentaba huellas de tortura en las uñas y los pies-- no era simpatizante zapatista, pero algunos de sus familiares sí.
De su muerte se responsabiliza en primera instancia a un grupo de la Organización Campesina Emiliano Zapata (OCEZ) que tiene presencia en al área, ya que Pedro Gómez, uno de sus dirigentes, se encuentra en la cárcel desde hace unos seis meses por el delito de secuestro. En la agencia del Ministerio Público de Comitán, donde se inició la averiguación AL40/94/206/997 por el delito de homicidio, aún no tienen los posibles móviles del crimen.
Las versiones sobre la existencia de Los Puñales comenzaron a escucharse con mayor insistencia desde principios de julio del año pasado, cuando estaba por realizarse el proceso electoral del día 6. ``Desde entonces, nos habíamos dado cuenta de que el grupo de hombres armados vigilaban por los alrededores de nuestras comunidades, y ya se oían disparos de armas por varias partes en las noches'', relataron varios indígenas, cuyos nombres se omiten por razones de seguridad.
De acuerdo con su versión, en el área que abarca casi medio centenar de comunidades, ``se han detectado varios campos de entrenamiento nocturno, sobre todo cercanas a parajes donde los priístas son mayoría''. A militantes del partido oficial, principalmente a varios caciques que negocian con grandes cantidades de madera, se ubica como los promotores e integrantes de Los Puñales.
En el entrenamiento, según los lugareños, participan policías de Seguridad Pública estatal y ex militares o militares en activo, quienes habrían intervenido para que se renovaran los permisos para la explotación de la madera que habían sido suspendidos, ya que en la zona la tala de árboles y la extracción de madera aserrada es muy fuerte.
Se sabe que en la comunidad de La Floresta, habitada por priístas, viven dos agentes de Seguridad Pública que participan en el grupo. Es la misma estrategia utilizada en Chenalhó, donde policías y militares o ex militares originarios del municipio encabezan a los paramilitares. Otro denominador común es que, como en el norte con Paz y Justicia y en Chenalhó, Solidaridad Campesino Magisterial (Socama) ha participado activamente en este proyecto de contrainsurgencia.
Los nativos de la región aseguran que Los Puñales incluso reciben un sueldo de 2 mil pesos mensuales cada uno. ``A principios de enero supimos que policías de Seguridad Pública le entregaron al juez de La Floresta 60 mil pesos para pagarle a los armados''.
Los rumores sobre la existencia del grupo paramilitar son bastante divulgados y conocidos por habitantes de la zona que comparten Amatenango del Valle, Chanal y Comitán. A los hombres armados con cuernos de chivo se les ha visto principalmente por las noches. ``Los vamos a ir agarrando uno por uno'', se ha oído decir a algunos de Los Puñales, quienes en estado de ebriedad han dicho el nombre del grupo, pero no han mencionado por qué decidieron ponerle así.
Hasta hoy se sabe de cuando menos tres intentos frustrados de Los Puñales por destruir radios de comunicación ubicados en comunidades con alta presencia de simpatizantes zapatistas, cuyo crecimiento en la zona ha llevado a que se aplique la estrategia que desde febrero de 1995 opera abiertamente en otras regiones del estado.
``No nos cabe duda de que los caciques priístas y el gobierno lo que quieren es que haya enfrentamientos o hechos de sangre para justificar la entrada de la policía y del Ejército federal, porque saben que aquí hay bases de apoyo del EZLN y quieren que dejemos de luchar'', manifestaron.
Otro hecho que ha inquietado a los habitantes de la zona es el reciente hallazgo de los cuerpos de siete indígenas asesinados en octubre pasado en la comunidad de El Vergel, municipio de Las Margaritas, presuntamente por un grupo priísta. Aunque esa localidad está más lejana, se ubica cerca del área que comparten Amatenango del Valle, Comitán y Chanal.
En un paraje de este último, Tzajalnich, cientos de soldados del Ejército entraron el pasado 3 de febrero, con el argumento de que iban a ``perseguir a un desertor que se llevó el arma que le habían autorizado'', y a ``buscar narcotraficantes y sembradíos de droga''. El paraje forma parte de las comunidades ubicadas en la zona con alta presencia de simpatizantes zapatistas.
De igual forma, desde hace algunas semanas se han instalado puestos de revisión migratoria y de la Policía Judicial Federal, en puntos estratégicos de la carretera San Cristóbal-Comitán, en cuyas cercanías se ubican las comunidades con presencia zapatista y en donde a partir de mediados de 1994 y hasta hace un año, grupos de encapuchados bloqueaban la carretera para asaltar a quienes pasaban después de las 20 horas por esa vía. Ultimamente no se han reportado robos en la zona.