Estar al día es ser moderno: saltar de un tema al otro sin que alguno interese demasiado. Tener la libertad de elegir: cuatro o cinco canales más otros cien que pronto serán mil opciones por cable. ¿Existe alguna estadística confiable sobre los televidentes capaces de evitar el zapping con el control más allá de que un programa sea bueno o malo?¿O el programa ideal es el rompecabezas armado con los pedazos de la realidad real?
Fred Astaire baila con Claudia Schiffer y Ginger Rogers despide a los aviones que despegan ``en algún lugar del Golfo''. ¿Chechenia queda en los Balcanes o Bosnia en Georgia? Llame ahora. ¿Qué aparato de gimnasia me conviene? ¿El de los científicos de la Universidad de Dakota del Norte que promocionaron ayer, el de la semana pasada o la crema con la que reduzco diez centímetros de cintura en 45 minutos? Llame ahora.
La cultura del zapping ha entrado en acción. No hay tiempo que perder. No sabemos a dónde vamos. ¿Y cómo detenernos? ¡Hay que subirse al tren de la historia! Quiero. Pero el maldito corre a mil kilómetros por hora y no se detiene en ninguna estación. Usted decide. No sólo puede escoger. También, opinar. ¿McLuhan dijo que el medio era el mensaje o el masaje? Con cierto desdén, mi mujer dice que ``en la tele no hay nada que ver''! No es cierto: mira a las niñas de 15 que se visten como mujeres de 30 y a las de 40 que se hacen las niñas de 15. El lifting empieza en la adolescencia y, si quieres adelgazar, vomita.
El futbol se juega siete veces por semana y mes a mes la final de las finales para ver quién será el mejor en el Mundial que empieza al día siguiente de la gran final. ¿Y los programas de ``debate público''? Los productores encantados: ``gracias a mí, estos imbéciles opinan''. En adelante recuérdame decirles a los conductores que les pidan a los entrevistados qué preguntas desean que se les haga. Total nadie, ni entrevistado, ni entrevistador, ni televidente recordará mañana qué fue lo que se dijo. ¿Pasa algo a más de lo que pasa en la tele? ¿Cómo aceptaste concurrir a un programa conducido por un canalla como fulano? ``Tienes razón. ¡Pero no sabes cuánta gente llamó para decir que me vio!'' Soy libre. Cambio de canal cuando me da la gana. Políticos, artistas, periodistas, doctores y cantantes ``anónimos'' pagan para ser invitados a la TV. Pero si consiguen salir del ``anonimato'' cobran para ser invitados. En el terreno de la figuración, nada está del todo dicho. El que paga dirá ``fue una experiencia interesante''. Entonces los políticos interpretarán papeles actorales, los periodistas modelarán la ropa que usan y los psicólogos harán de periodistas. Conviene estar en todos lados. Como la tele. Y este bendito aparato... ¿me permite huir de la propaganda o la propaganda está en los programas? Me vale. Sé que lo que el público quiere ver es lo que hace el canal vecino.
El mundo actual ya no es algo lejano y extraño. Mis antiparras tienen 360 grados. Todo lo veo. Lo importante es esta sensación, esta extraña sensación de que no estoy perdiéndome de nada. No vaya a ser que haya algo mejor que ver: un país mejor, una realidad mejor, un trabajo mejor, un programa de TV mejor. Pásame el control.