La Jornada 25 de febrero de 1998

Zedillo: siempre exigiremos respeto a extranjeros

Rosa Elvira Vargas, enviada, Iguala, Gro., 24 de febrero Ť En ejercicio de su soberanía, México exigirá siempre el respeto de los extranjeros ``hacia nuestra tierra, hacia nuestra gente y hacia nuestras leyes'', estableció tajante el presidente Ernesto Zedillo Ponce de León. ``Esa, dijo el primer mandatario, es la decisión de todo el pueblo de México''.

Día de la Bandera. Aquí, donde el lienzo tricolor naciera con la marcha de Vicente Guerrero durante las luchas de Independencia, el titular del Poder Ejecutivo afirmó que México es un país que respeta a todas las naciones, que nunca se inmiscuye en los asuntos de otros países; una nación soberana y que, por eso, a lo largo de su historia y ``hoy como mañana'' exige el respeto de los extranjeros.

Esa decisión es adoptada por los mexicanos, añadió el Presidente, inspirados en las luchas históricas, en la bandera que simboliza los ideales por los que lucharon los héroes de la Independencia, de la Reforma y de la Revolución.

``Independencia, libertad y justicia son los principios que dieron origen a aquellas luchas y que han dado sentido a nuestras instituciones. Independencia, libertad y justicia son los ideales que nos impulsan a perfeccionar estas instituciones para transformarlas y ponerlas a la altura de nuestro tiempo, como lo estamos haciendo los mexicanos de hoy'', puntualizó.

Se izó una bandera monumental

Durante una breve ceremonia realizada en el cerro Tehuehue de esta población, donde para la fecha fue instalada una asta bandera de 113 metros de altura --la más grande del país en su tipo--, el presidente Ernesto Zedillo pronunció un corto discurso en el que se refirió a los orígenes del lábaro patrio.

Luego, habló sobre la labor de los maestros mexicanos, que inculcan en sus alumnos el deseo de hacer realidad un país en el que la ley se imponga sobre el abuso, sobre la impunidad, sin privilegios y sin excepciones.

Exhortó a los estudiantes de las 500 escoltas que abanderó esta mañana, así como a los que fueron llevados para presenciar la ceremonia, a luchar siempre ``por ese México justo, por ese México unido que todos queremos''.

Con el esfuerzo por prepararse cada vez mejor y con su decisión de servir a la patria, los jóvenes del país sabrán mantener y ejercer ``responsablemente'' las libertades con las que se construye hoy el México de justicia que se quiere para todos.

``Unidos por una misma bandera, los mexicanos renovamos y fortalecemos nuestra convivencia en la democracia; fortalecemos nuestro compromiso con el trabajo diario; nos preparamos para enfrentar con éxito los desafíos del nuevo siglo'', dijo Zedillo, casi al final de su mensaje y, ahí mismo, reiteró que la bandera nacional simboliza la fraternidad entre los mexicanos y es el emblema que nutre el compromiso con un futuro mejor para la patria.

Sol a plomo en esta cálida ciudad guerrerense. El presidente Zedillo vino a cumplir la promesa que, dijo, hiciera hace un año de levantar aquí una asta bandera monumental como las otras nueve que ya se han instalado en diversas ciudades del país, sobre todo fronterizas o costeras.

Llegó en helicóptero acompañado por el secretario de la Defensa Nacional, Enrique Cervantes Aguirre, y ahí se encontró con el gobernador del estado de Guerrero, Angel Heladio Aguirre Rivero.

Los asistentes escucharon también a la niña Solemnidad Sánchez Carreto, quien dijo que los mexicanos ``creemos que la unidad es lo más importante''.

Su voz se escuchó firme y clara en la gran rotonda donde se izó la bandera monumental, aunque en algunas de las escoltas que fueron abanderadas, por lo menos dos alumnos de escuelas oficiales sufrieron desvanecimientos debido al intenso calor.

De acuerdo con los datos oficiales, con sus 113 metros de altura, el asta bandera de Iguala es la más grande del mundo. Pesa 145 toneladas, tiene una plazoleta de 26 metros y el estandarte que ahí ondea mide 55 por 31.43 metros.

Durante el trayecto a esta ciudad fue posible advertir desde las alturas un incendio de regulares proporciones en la zona boscosa que hay entre los estados de Morelos y Guerrero.