El gobierno mexicano afirma que el objetivo que persigue como administrador de nuestra industria petrolera, es alcanzar las mayores utilidades posibles; particularmente, ```maximizar el valor de las exportaciones'' de petróleo (declaraciones del secretario de Energía, en entrevista con David Shields, El Financiero, febrero 23, 1998). Pero en los hechos, hace exactamente lo contrario.

Pareciera que los funcionarios del sector energético mexicano ignoran que cuando la oferta de un producto supera a la demanda, su precio tiende a caer. Y que insistir en producir y vender más a pesar de que la demanda disminuye, provoca que el precio caiga todavía más. Esto minimiza, en lugar de maximizar, los ingresos del vendedor, como de hecho ha venido ocurriendo con la participación de Pemex en el mercado petrolero internacional. Actúan como si desconocieran que, en la situación actual, la única manera de contribuir a detener la caída del precio del petróleo y promover que se eleve nuevamente, es reduciendo la oferta para ajustarla a la demanda.

Si el gobierno actuase como sugiere la lógica comercial más elemental, se podrían obtener muchos millones de dólares adicionales para el país. Bastaría hacer algo muy sencillo; recuperar nuestra vieja tradición en diplomacia petrolera y tomarle la palabra a la OPEP, para impulsar acuerdos entre todos los países petroleros, que busquen reducir ordenadamente la producción. Pero el gobierno mexicano parece no estar dispuesto a esto. Ante pregunta expresa de David Shields en la citada entrevista, nuestro secretario de Energía respondió: ``Es prematuro decir algo sobre lo que puede hacer México (al respecto)... pero buscaremos el mejor momento para estar en contacto con (la OPEP)''.

¿Cuándo considera usted, señor secretario, que será ``el mejor momento'' para impulsar acuerdos de este tipo? ¿No sería más provechoso para el país prevenir nuevas caídas del precio de exportación del petróleo, que lamentar cuando esto suceda, y ahí sí, proceder con celeridad a recortar nuevamente el gasto gubernamental?

Nos gustaría escuchar de viva voz y con amplitud sus argumentos, y que usted escuche los nuestros. Para tal fin, nos permitimos convocarlo a usted y a otros funcionarios del sector energético a debatir sobre éste y otros temas relativos a nuestra industria petrolera y petroquímica, en el foro Hacia una nueva política petrolera, que diversas organizaciones sociales, legisladores, técnicos y trabajadores petroleros, especialistas y académicos de todo el país hemos organizado para los días 16 y 17 de marzo próximo en la ciudad de México, como parte de las actividades que venimos desarrollando en el marco del sesenta aniversario de la expropiación petrolera. Ojalá que esta vez acepten nuestra invitación, misma que hacemos extensiva a todos los interesados. Próximamente daremos a conocer los detalles del evento.