La Jornada 27 de febrero de 1998

López Obrador: el PRD no es el nuevo PRI ni tiene nada de qué avergonzarse

Elena Gallegos, enviada, Veracruz, Ver., 26 de febrero Ť Andrés Manuel López Obrador encaró aquí las críticas que se hacen al ``pragmatismo'' del PRD y los señalamientos de que su partido busca el triunfo a cualquier precio: ``¡Que nadie se preocupe, nosotros no estamos dejando de lado nuestros principios!'', dijo.

Luego retó a que se documenten las supuestas inconsecuencias en que ha incurrido el perredismo; pidió dejar atrás los maniqueísmos; calificó de ``hipócritas'' los cuestionamientos que les hace el PAN, ``partido que sí ha hecho a un lado sus principios en aras de la negociación''. En síntesis, sostuvo que ``el PRD no se está convirtiendo en el nuevo PRI''. También aludió a ``otro tema apasionante'', las diferencias entre el proyecto zapatista y el proyecto del PRD: ``ellos han dicho con mucha claridad que no aspiran al poder. Nosotros sí''.

El proyecto zapatista se inscribe en las extraordinarias ideas de Gandhi o Luther King -siguió-, ``nosotros estamos aspirando a la democracia y a ganar la Presidencia de la República para el año 2000. Nosotros, y aquí habló de mí, somos zapatistas, pero también maderistas, y esa es una diferencia en relación con lo que plantea Marcos. Zapata significa la lucha por la justicia y Madero tenía la firme convicción de hacer valer la democracia. Nosotros tenemos que conjugar ambas luchas''.

Negó entonces que el PRD se esté montando, con fines electorales, en el conflicto chiapaneco, y lamentó la ``cerrazón política'' del presidente Zedillo para resolver el asunto, ya que ``el que tiene el poder está obligado a ser generoso, a actuar con humildad, y Zedillo le está apostando a la línea de no ceder''.

-Se les acusa de haber entrado en una fase de pragmatismo, de buscar el triunfo a cualquier precio.

-Este es un tema polémico, apasionante, que tiene que ver con la ciencia política, con la vieja discusión entre medios y fines, con el equilibrio entre el poder y el valor y con el sentido mismo de la política. Incluso, con la diferencia entre el intelectual y el político.

Aquí, aborda de lleno el tema: ``el PRD no tiene de qué avergonzarse. El PRD no tiene problema de conciencia. Siempre se han puesto por delante las ideas''.

Invita entonces a hacer una revisión de la actuación de su partido, y dice que en ella no se encontrará ``que hemos entrado en arreglos cupulares con el gobierno o que nos hemos prestado a la mediatización del avance de la democracia. Menos aún que hemos convalidado la política económica que empobrece a millones de mexicanos. No tenemos problemas de conciencia ni de inconsecuencia entre lo que postulamos y lo que hacemos, entre los principios fundacionales del partido y la práctica política''.

Sigue: ``el PRD nunca ha estado metido en escándalos de narco, corrupción o asesinatos políticos. De modo que es exagerado el querer ver la incorporación de algunos ex priístas o gente de la sociedad civil como un desvío de los propósitos del PRD''.

Explica lo que llevó a su partido a postular a Ricardo Monreal -``esta decisión no fue cupular''-, víctima de un cerco tendido por ``el círculo más cercano al presidente Zedillo'', que luego ''quisieron justificar tratando de involucrarlo con actividades ilícitas''.

Insiste en que el desafío es encontrar el justo equilibrio entre principios y eficacia, ``sin que los primeros se conviertan en una especie de cinturón de castidad'', y llama la atención sobre la posibilidad de que el PRI y el PAN tejan un acuerdo para ``detener'' al perredismo. Señala que en ese contexto es que su partido actúa.

Para puntualizar su posición frente a lo que ha sido un intenso debate, López Obrador aclara: ``la política no puede verse de manera maniquea entre buenos y malos, tiene que verse con mucha efectividad; eso implica riesgos, y estoy dispuesto a correrlos''. Sin embargo, aclara que ello no quiere decir que las puertas del PRD estén abiertas de par en par a quien sea.

Admite que la incorporación de candidatos que vienen del partido en el poder puede ser como ``caminar en el filo de la navaja o en la cuerda floja. Pero eso es la política''.

-Se insiste en que el PRD busca resultados al precio que sea.

- No, es muy exagerado. Ya hubiéramos negociado con Zedillo. Por eso, es muy hipócrita la postura del PAN cuando dice que el PRD se está convirtiendo en el nuevo PRI. En esencia, si hay un partido que se ha metido a la negociación y que ha hecho a un lado principios es el PAN.

``Tampoco es oportunismo, porque eso sería tanto como prescindir de los principios, no tener un propósito general y estar pensando sólo en sacar beneficios personales o de grupo. Nosotros tenemos propósitos: queremos que haya democracia en el país. Yo no quiero pasar todo el tiempo lamentándome, quiero contribuir a que las cosas cambien''.

-El maestro José Blanco escribió hace unos días que el PRI disfrazado de PRD se mantendrá en el poder.

-Que no se preocupe, somos muy distintos al PRI. En el PRD hay democracia interna, no existe el dedazo ni los jefes natos, y tampoco queremos convertirnos en partido único. Nosotros creemos en la alternancia.

En cuanto a la posible postulación para la candidatura en Veracruz de Ignacio Morales Lechuga, sólo adelanta que no hay decisión tomada, ni orientación de la dirigencia nacional, ni consenso.