Menem: vedette, el juez español que indaga a militares argentinos
Stella Calloni, corresponsal, Buenos Aires, 27 de febrero Ť El presidente Carlos Menem acusó hoy al juez español Baltasar Garzón de ``acosar judicialmente'' a las fuerzas armadas argentinas y lo calificó de ``vedette'', durante un sorpresivo y duro discurso en la base general Belgrano de la marina, al sur del país.
Menem fue más lejos aún al suponer que Garzón es un cómplice de la oposición local ``que no entiende el proceso de pacificación'', al tiempo que se jactó de ser el presidente que más ha visitado esa base naval y de sentir'' honor'' especialmente por las tareas de la marina.
Dijo que el juicio que se lleva a cabo en Madrid afecta la extraterritorialidad, y que la oposición argentina aplaude cuando se trata de defender a Cuba, en casos similares, pero en esto apoya a Garzón.
Menem expresó su apoyo total a las fuerzas armadas y en especial a la armada en aras de ``lograr la unidad y la reconciliación de todos los argentinos'' ante el accionar del juez español, que ha requerido la comparecencia de 200 militares argentinos, nueve de ellos con captura recomendada, y dijo que buscará ``desbaratar esta maniobra fraguada en Argentina y aceptada por pequeños círculos de España''.
Subrayó que ha dado instrucciones precisas al Ministerio de Defensa ``para hacer fracasar esta intentona del juez vedette'', mediante gestiones que se encaminarán a partir de las muy buenas relaciones que mantiene Argentina con España.
Los comentarios de Menem contra el juez Garzón, que investiga la desaparición de mas de 350 españoles en este país durante la pasada dictadura militar (1976-1983), produjeron fuertes reacciones en los organismos humanitarios.
El gobierno de Argentina realizó ya numerosas ``gestiones secretas'' que se conocieron por la prensa bonaerense, para tratar de con seguirr el apoyo del gobierno de la derecha española para frenar el juicio, que ha permitido ahora ubicar cuentas de militares comprometidos en crímenes de la pasada dictadura en bancos suizos.
Pero las investigaciones comienzan a arrojar luz sobre los lazos de los ex represores con funcionarios del gobierno actual.
Esta tarde se interpuso una nueva denuncia contra Víctor Alderete, director del Pami, obra social de jubilados, por las tareas cumplidas en una empresa de los generales Ramón Camps, Guillermo Suárez Masson y otros represores acusados de violaciones de los derechos humanos.
Mientras, el ex capitán de marina Jorge Radice admitió que actuó como francotirador del llamado grupo de tareas de la Escuela Mecánica de la Armada, afirmó la hija del escritor Rodolfo Walsh, Patricia, quien asistió ayer a la comparecencia del ex marino ante la Cámara Federal.
En Madrid, Nora Cortiñas, de la agrupación Madres de la Plaza de Mayo, cuyo hijo español fue desaparecido durante la dictadura argentina, denunció ante la justicia a 15 oficiales responsables de desapariciones, y a otros 90 militares sospechosos de tener cuentas bancarias secretas en Suiza, abiertas con dinero robado a las víctimas.
Menem habló ante la presencia del ministro de Defensa, Jorge Domínguez, quien llegó de Estados Unidos, donde junto con su colega del Interior, Carlos Corach, tomó varios acuerdos con los militares estadunidenses, algunos de los cuales traerán tormentas aquí y en el Mercado Común del Sur (Mercosur).
Argentina se comprometió a apoyar a Washington en el controvertido proyecto del Centro Multinacional Antidrogas (CMA) que se instalaría en Panamá, en la base Howard, una de las más importantes del Comando Sur del ejército estadunidense.
Varios países latinoamericanos están en desacuerdo con el control que Washington quiere ejercer en el CMA por sobre los demás, y por los intentos de utilizar las fuerzas allí acantonadas con fines de luchas contra el narcotráfico y ``para otras funciones'' no especificadas.
Con esta nueva creación y la interpretación que Washington hace de su papel en este centro --contra la opinión latinoamericana--, se estarían violando los compromisos asumidos en los acuerdos por medio de los cuales se entregaría esa zona del Canal de Panamá a la soberanía de ese país y finalizaría la presencia militar estadunidense en el año 2000.
También se produjeron ya reacciones por la acción de Corach de buscar la intervención y asesoramiento de entidades de seguridad estadunidenses para actuar en la llamada Triple Frontera, en Ciudad del Este, Paraguay, donde el intendente y otros funcionarios rechazan la versión del ministro argentino sobre la presencia de una base del fundamentalismo islámico en el lugar.