Enfadan al PRI críticas de ministros al sistema
Ciro Pérez Silva y Mireya Cuéllar Ť Ante unos sorprendidos priístas que no pudieron contener la andanada, los miembros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación cuestionaron ``la minoría de edad'' de un país donde las modificaciones legales deben tener el visto bueno del Ejecutivo y, en voz del ministro Mariano Azuela, señalaron que ha llegado el momento de que los órganos de impartición de justicia ``dejen de ser objeto de reformas que se le ocurren a genios del momento, que tienen influencia política para imponer reformas desde fuera''.
Era un tema fuera de agenda en la primera reunión pública entre representantes de los poderes Legislativo y Judicial -televisada por el canal camaral- y su inclusión hizo brincar a los priístas. Hablar de la solicitud de la Suprema Corte para proponer iniciativas de reforma a leyes vinculadas con la administración de justicia se volvió centro del debate, en una sesión en la que Porfirio Muñoz Ledo terció con un ``no es conspiratoria, es republicana, aunque lo republicano pueda ser conspiratorio para algunos''.
Si bien el tema fue abordado inicialmente por el panista Francisco José Paoli Bolio, el ministro Azuela lo retomó para no soltarlo. Y el coordinador del tricolor, Arturo Núñez Jiménez, dejó clara su molestia al no decir una sola palabra en toda la reunión.
Con la anuencia del presidente de la Suprema Corte, Vicente Aguinaco, el ministro Azuela no quitó el dedo del renglón: ``En un sistema de minoría de edad, en que todo se tiene que canalizar a través del Ejecutivo, es explicable que no tenga sentido que el Poder Judicial pueda tener estas facultades y que sean unos cuantos privilegiados los que tienen las cualidades de saber qué es lo que conviene'', pero en un sistema de mayoría de edad, dijo, ``es de sentido común recurrir a quienes conocen de la problemática que se trata de resolver a través de medidas legislativas''.
Incómodo por las definiciones del ministro, el varias veces diputado y carta fuerte del PRI en materia constitucional, José Luis Lamadrid Sauza, levantó la mano para solicitar al presidente del órgano de gobierno de la Cámara, el perredista Porfirio Muñoz Ledo, el uso de la palabra, pero Azuela no dejó el micrófono y abarcando con la mirada a los comensales preguntó: ``¿Quién puede conocer mejor cuál es la problemática que vive la impartición de justicia? ¿Quiénes la están viviendo o quiénes son ajenos a esta problemática? Y me parece que esto, sobre todo para quienes nos ven en sus aparatos televisores, resulta obvio. Si queremos resolver un problema de técnica automotriz, no vamos a recurrir a un grupo de privilegiados que se consideran los sabios en ésta y en todas las demás materias, sino a expertos en cuestiones automotrices'', remató el ministro Azuela.
Se sienten desnudos sin el Presidente: Muñoz Ledo
Lamadrid Sauza no pudo contener su enfado y preguntó molesto a Muñoz Ledo sobre el sentido de la comida, luego de advertir que el tema sobre las facultades de la Suprema Corte para iniciar leyes relativas a su funcionamiento, no formaba parte de los asuntos a tratar.
``No es un acto conspiratorio'' respondió un sonriente, divertido, Muñoz Ledo, para explicar al término de la reunión que la respuesta de los priístas era ``comprensible'' porque era la primera vez en la que ministros y diputados se reunían sin la intermediación del Presidente de la República. ``Se sienten desnudos, incómodos, sin la línea del Presidente, no saben qué hacer, por eso reaccionan así'', sostuvo el perredista
La misma impresión tuvieron los ministros. El presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Vicente Aguinaco Alemán, reconoció que antes las relaciones entre los tres Poderes de la Unión ``se hacían subterráneamente, y no tenemos porqué hacerlo así, ocultándonos'', al tiempo que aplaudió este primer acercamiento, ``sin los estiramientos y frialdad del protocolo'', mientras se refería insistentemente a Muñoz Ledo como ``presidente don Porfirio'', clavando, a juzgar por su expresión, un aguijón a panistas y priístas.
También el ministro Azuela destacó que la reunión entre integrantes de ambos Poderes, fue el resultado de consulta y debate entre los interesados, ``no la imposición de la voluntad de un hombre''.
El breve intercambio entre Lamadrid Sauza y Muñoz Ledo fue motivo de comentarios entre los ministros. Sergio Aguirre reconoció que en las reuniones, no pretenden superponer los oficios de los ministros con los oficios de los diputados. El de ustedes, dijo, ``es el de parlamentar y he visto que lo hacen bien, con sentido del humor, que tiran sus arpones no al aire, que saben zaherir''.
La frase fue confirmada por el propio Lamadrid Sauza, cuando finalmente tuvo el micrófono en sus manos. Dijo que la verdadera razón y motivo de la convivencia, y que fue parte de la intervención de la ministra Olga Sánchez Cordero, es la facultad de la Suprema Corte para declarar la acción de inconstitucionalidad a las leyes producidas por el Congreso de la Unión.
Contrario a las manifestaciones de los comensales, Lamadrid advirtió los riesgos de que la convivencia frecuente entre legisladores y ministros se convierta ``en el caminito del lobby'' para ambos.
Para esta posición, Muñoz Ledo tuvo también una respuesta. ``Tenemos en la Suprema Corte dos temas cabrones, el de Tabasco y el de Michoacán, y el temor de los priístas es que aprovechemos estas reuniones para cabildear''.