La Jornada 2 de abril de 1998

Desechó una juez las acusaciones de Paula Jones contra Clinton

Ap, Afp, Dpa y Reuters, Little Rock, 1o. de abril Ť La juez federal de distrito Susan Webber Wright desestimó hoy aquí la demanda por acoso sexual presentada por Paula Jones contra el presidente Bill Clinton, al considerar que aunque la supuesta conducta del gobernante, ``si es verdadera, puede ser ciertamente grosera y ofensiva'', no constituye ``un asalto sexual criminal''.

La victoria jurídica que se anotó hoy Clinton marca el comienzo de otro proceso que puede prolongarse más de un año, luego que los abogados de Jones anunciaron que apelarán el fallo, y que el fiscal especial Kenneth Starr aseveró que mantiene sus investigaciones en torno a si el gobernante demócrata incurrió en obstrucción a la justicia al haber instado a la ex pasante de la Casa Blanca Monica Lewinsky a mentir en una declaración jurada sobre una presunta relación sexual que habrían sostenido ambos.

Apenas se conoció el fallo, la Casa Blanca dijo que el presidente se sentía aliviado por la decisión con la que la juez Wright anuló el juicio que estaba previsto para comenzar el próximo 27 de mayo.

El vocero Mike McCurry dijo en Senegal, donde Clinton se encuentra en el último punto de una gira por Africa, que cuando su abogado Robert Bennett informó al mandatario, ``al principio pensó que era un chiste del Día de los Inocentes (que en Estados Unidos y varios países europeos se celebró este miércoles)''.

Añadió que ``el presidente se encuentra complacido de haber recibido la vindicación que esperaba por mucho tiempo'', y precisó que después Clinton se lo comunicó a su esposa Hillary Rodham, con quien más tarde se fue de compras en Dakar.

``No me lo puedo creer'', fue la primera reacción de Jones, la mujer que en 1994 demandó a Clinton tras asegurar que durante un acto el 8 de mayo de 1991, cuando el ahora presidente era gobernador de Arkansas, le pidió a través de un guardaespaldas subir a una habitación de hotel.

Según Jones, quien en esa época era recepcionista, empleada del estado de Arkansas, en ese encuentro Clinton le mostró sus genitales y le pidió que tuviera sexo oral con él, a lo que ella se negó.

Al presentar su demanda en mayo de 1994, además de exigir por supuesto una indemnización por 2 millones de dólares y disculpas públicas del presidente, Jones alegó que Clinton la intimidó para que callara lo ocurrido y aseveró que se le negaron ascensos profesionales.

``Aunque la supuesta conducta del gobernador, si es verdadera, puede ser ciertamente grosera y ofensiva, incluso una lectura benévola de los documentos en este caso no logra revelar una base para un reclamo de asalto sexual criminal, como no hay una supuesta conducta que pueda caracterizarse como una obligación forzosa... No hay una auténtico caso para juzgar en esta ocasión'', falló Wright en una decisión por escrito, con la que se pone fin a una batalla judicial en la que se colocó bajo la lupa de la prensa la vida sexual de Clinton, a un nivel sin precedentes en la historia de Estados Unidos.

Pero John Whitead, uno de los abogados de Jones anunció en declaraciones a la CNN que ``vamos a apelar y vamos a luchar'', y sostuvo que si la justicia no revisa la decisión de Wright ``nunca podrá saberse quien mintió y quién dijo la verdad''.

Poco antes, la firma de abogados de Rader, Campbell, Fisher and Pyke, que representó a Jones, destacó que el dictamen de la jueza federal ``no reivindica ni exonera a Clinton'', pues no se pronunció sobre si el incidente alegado por la ex recepcionista realmente ocurrió, sino que hace énfasis en que no se presentaron pruebas suficientes de que el mismo hubiera constituido asalto o acoso sexual.

En todo caso, la decisión de Wright no frenará las investigaciones de Starr, cuyos trabajos habían costado a los contribuyentes 35 millones de dólares, hasta septiembre pasado.

El fallo, afirmó Starr, ``no tiene efecto'' sobre su autoridad para continuar las averiguaciones comenzadas inicialmente para aclarar si Clinton cometió irregularidades con una fracasada inmobiliaria llamada Whitewater, en Arkansas, en la década pasada, pero que se han ampliado.

Starr investiga si Clinton obstruyó la justicia al haber instado a Lewinsky a mentir en una declaración jurada sobre una presunta relación que ambos habrían sostenido en el marco del caso presentado por Paula Jones.

Por lo pronto, Starr solicitó a la Suprema Corte de Justicia que resuelva a la brevedad si los apuntes de una reunión entre el ex asesor de la casa Blanca Vincent Foster y su abogado deben seguir siendo confidenciales, a pesar de que Foster se suicidó en julio de 1993, nueve días después de ese encuentro.