La Jornada Semanal, 5 de abril de 1998
Este mantel me sobrevivirá.
Estará, más bien.
Otras manos lo acariciarán,
Y yo estaré, tal vez, junto a mi padre,
En esa pausa, quizás, alguien me recuerde,
Sobrevivió a mi padre, a mis abuelos.
en alguna pausa de una conversación,
después del café.
junto a la infinita madeja de abuelos
que debieron ser para que yo fuera,
en este ``abrir y cerrar de ojos'' tan extraño.
y yo me alegraré,
junto a mi padre y a mis abuelos.
Y el mantel se estremecerá
con el viento de la tarde.