DobleJornada, lunes 6 de abril de 1998
Hay un grito angustiado colgado
en la pared. traspasa el cristal que lo protege, para escupirme el siguiente
GRITO
En un barril de madera
me hallé las vetas de su tronco fueron los carriles para el handicap de mis gusanos
(Fragmento de un poema
que escribí hace 10 años)
Pero como no conozco al doctor Alejandro de Jesús Caballero Romo, no le confío ese revuelco en mi memoria y sólo le comento: ``¬¡Qué maravilla, El grito de Edward Munch, no lo puedo creer!''. Y así comienza la entrevista, que da oídos a muchos gritos de angustia y dolor, procedentes de incontables mujeres que derivan sus conflictos emocionales en problemas en su manera de comer.
Médico psiquiatra, coordinador de la Clínica de Trastornos de la Conducta Alimentaria del Instituto Mexicano de Psiquiatría, Caballero Romo define: ``la gula es la ingesta de alimentos por arriba del umbral del hambre, es cuando ya hay saciedad y se sigue comiendo, pero gula no es un término médico, No, nosotros percibimos y describimos este fenómeno como el comer en exceso''.
También se le denomina, aunque todavía no reconocida como una entidad médica o psiquiátrica, comer compulsivamente, que más que una enfermedad en sí, es un síntoma que remite a problemáticas más complejas.
Una comedora o un comedor compulsivo es quien come más allá de la saciedad o ingiere alimentos aún cuando no tiene una necesidad física de ello. ``Puede ser una manifestación de ansiedad, de depresión, de problemas de personalidad. Es fácil pensar que la persona que come demasiado está buscando llenar huecos. Pero también pensamos que es parte de un mecanismo de afrontamiento de los problemas de la vida; aquella persona que está sometida a un estrés importante, a situaciones adversas o a insatisfacción personal, frustración constante, sentimientos crónicos de inseguridad, que sufra algún trastorno depresivo mayor o que padezca ansiedad en cualquiera de sus tipos, podría manifestarlo comiendo en exceso''.
Conozco muchas amas de casa que esos grandes intervalos de soledad en el espacio doméstico los llenan comiendo un montón de cositas mientras ven telenovelas. Eso me parece deprimente. ``Más que deprimente eso es algo que debe alertar a la persona que lo padece, porque esto puede ser un síntoma que está ocultando un problema profundo''.
Aunque todavía no se puede saber si el comer en exceso es más frecuente en mujeres o en hombres, sí es conveniente reflexionar en el hecho que desde la infancia, en la familia las mayores porciones de alimentos son para los varones, que las madres se quitan la comida para dársela a sus hijos y a sus marido, y que existe una presión social muy fuerte que orilla a las mujeres a perseguir patrones corporales que las llevan a caer en el otro extremo de comer compulsivamente: la anorexia y la bulimia.
``Ambas entidades, en cualquiera de sus subtipos, se manifiestan en una prevalencia de diez veces más en el sexo femenino que en el masculino. Las causas de esto están todavía en discusión, pero evidentemente se tiene que tomar en cuenta la diferencia genética entre ambos sexos, las consideraciones de tipo social que son más agresivas hacia las mujeres que hacia los varones, ya que es fácil observar que en la publicidad de cualquier producto se toman cuerpos femeninos (muy delgados) para promoverlos y la presión existe desde la infancia, cuando las mamás quieren alimentar `bien' a sus niños para tenerlos `gorditos' siguiendo un patrón ideal, que es seguido por las caricaturas donde el gordo es el objeto de burlas y el ideal es la niña delgadísima, sumado al hecho de la educación en la familia respecto a la conducta alimentaria que es muy diferente para con las niñas y los niños, lo que puede generar trastornos en la conducta alimentaria como tal. La diferencia, en este campo, entre hombres y mujeres es multifactorial. Eso es evidente''.
Caballero Romo explica que quienes padecen anorexia tienen una alteración en el esquema corporal. ``La persona se ve, se siente y se considera obesa a pesar que desde el punto de vista médico presente una desnutrición moderada o severa. Hay gente que está en cama, totalmente desnutrida, y todavía considera que tiene que bajar unos kilitos. Son personas que se someten a dietas exageradas y generalmente no creen que sea verdadera la desnutrición que presentan. Se trata de un padecimiento crónico, de muy larga duración y de muy difícil tratamiento. Las anorécticas cursan con eso de laxantes, diuréticos y ejercicio exagerado para mantenerse en un peso que está muy por debajo de lo normal. En las mujeres esta enfermedad va acompañada de amenorrea, es decir en una pérdida de la menstruación cuando menos en tres ciclos consecutivos, aunque tenemos pacientes que pueden estar un año o más sin menstruación cuando menos en tres ciclos consecutivos, y tenemos pacientes que pueden estar un año o más sin menstruar. Esto se explica porque prácticamente ya no hay grasa dentro del cuerpo y las hormonas femeninas están constituidas por núcleos químicos grasosos''.
Mientras que el comer en exceso puede derivar en obesidad y ésta en problemas cardiacos y respiratorios, la anorexia provoca desnutrición y trastornos hormonales, ``así como fracturas patológicas, ya que los huesos de una anoréctica con más de un año de no menstruar sufren osteoporosis, que es un padecimiento postmenopaúsico en el ciclo normal de la mujer, pero en quienes padecen anorexia se presenta en mujeres de 18 o 20 años de edad''.
En cuanto a la bulimia, el entrevistado explica que etimológicamente esa palabra significa ``hambre de vacuno''. Son pacientes que también tienen alterado el esquema corporal, sin embargo casi nunca están en un peso disminuido y por lo tanto no presentan amenorrea. ``No obstante, su conducta alimentaria consiste en provocarse vómito, el cual anteceden de grandes atracones de comida. Ante algún evento en el que tengan que comer o en el que ellas mismas busquen comer, no pueden detenerse e ingieren cantidades exorbitantes de alimentos. Al terminar se generan vómito. Como las anorécticas, también pueden recurrir a los laxantes, diuréticos y ejercicio intenso. o a periodos de tres o cuatro días de dieta. Es un círculo vicioso''.
Las bulímicas ``Pueden tener complicaciones electrolíticas (pérdida de sodio, potasio y cloro en la sangre), a causa del vómito excesivo o del abuso de laxantes. Son situaciones que desequilibran a las pacientes, quienes además pueden desarrollar gastritis, agruras, problemas digestivos, ardor detrás del esternón y llegar a la ruptura del esófago. Los vómitos repetidos dañan el esmalte de los dientes y acentúan las caries y los problemas dentales''.
Sus prácticas son una autoagresión, pero ellas ``no lo reconocen así, no es algo que hagan para castigarse o cumplir una penitencia. Anorécticas y bulímicas tienen el anhelo de alcanzar un peso y una figura ideales, para ser aceptadas por los demás y a partir de ello fincar su seguridad personal''. Todo esto permite sopesar la gravedad de tales trastornos.