Cooperación, pero con puntual respeto a la soberanía, expusieron legisladores al zar
Andrea Becerril Ť Legisladores de las tres fuerzas políticas representadas en el Senado de la República, demandaron ayer al general Barry McCaffrey aplicar con estricto apego y respeto a la soberanía y las leyes mexicanas, los mecanismos de cooperación binacional para el combate al narcotráfico. Durante una reunión privada con el Grupo de Contacto de Alto Nivel México-Estados Unidos, senadores de PRI, PAN y PRD expresaron al director de la Oficina de Política Nacional para el Control de Drogas del vecino país su oposición rotunda a la pretensión de que agentes de la DEA porten armas en territorio nacional.
Los legisladores aprovecharon los 60 minutos que duró el encuentro, como luego lo informó la senadora del PRI, Martha Lara Alatorre, para expresar a McCaffrey ``de manera puntual, varios no: No a la certificación, no al tráfico de armas, no a la interceptación de naves en el espacio aéreo y marítimo de México''.
Y le exigieron también, en voz del senador del PRD, Jorge Calderón, que Estados Unidos realice, en su propio territorio, un mayor esfuerzo para erradicar el tráfico de drogas y el lavado de dinero.
La respuesta de McCaffrey a los senadores, según detallaron después del encuentro los legisladores, fue que hay disposición del gobierno de Estados Unidos de mantener una política de cooperación antidrogas que no vulnere la soberanía mexicana ni las leyes nacionales.
Acompañado por la secretaria de Relaciones Exteriores, Rosario Green, y el procurador General de la República, Jorge Madrazo Cuéllar, el embajador de México en Estados Unidos, Jesús Reyes Heroles y los miembros de su delegación, McCaffrey ofreció a los integrantes de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado considerar sus planteamientos.
La priísta María de los Angeles Moreno Uriegas, vicepresidenta de la Gran Comisión del Senado, expuso al funcionario estadunidense que en esa cámara hay una oposición rotunda a que se autorice la portación de armas a agentes de la DEA.
En su respuesta, relató Moreno, ``el general McCaffrey dijo estar consciente de esta situación y de la incomodidad que representa para México, que ya se lo habían manifestado en otros foros y que tomaba en cuenta el comentario''.
Precisó que dentro del marco de las negociaciones del Grupo de Contacto de Alto Nivel, ya estaban buscando mecanismos que permitan asegurar plenamente la seguridad de sus agentes, con respeto a la soberanía, a las normas y las leyes de la nación mexicana.
Moreno Uriegas añadió que McCaffrey no se comprometió de manera enfática a retirar esa petición, ``pero dijo que era una cuestión para analizar, porque se trataba de una colaboración en los mejores términos y no de violentar normas de un país.
Durante la reunión, realizada en la sede senatorial y encabezada por el líder de esa cámara, Genovevo Figueroa, tanto Jorge Calderón como el senador del PAN, Francisco Molina Ruiz, insistieron en la necesidad de que Estados Unidos cambie su postura unilateral de certificar a otros países en la lucha contra el narcotráfico.
Molina Ruiz, quien fue director del desaparecido Instituto Nacional para el Combate a las Drogas, durante la gestión en la PGR de Antonio Lozano Gracia, propuso a McCaffrey que la evaluación de la lucha antinarcóticos la lleven a cabo de manera conjunta los poderes ejecutivo y legislativo de México y Estados Unidos.
En Estados Unidos, consumo anual de drogas por 50 millones de dólares
De esa forma, precisó el panista, será posible llegar a conclusiones compartidas, para no entorpecer la buena relación entre ambas naciones.
En otra parte del encuentro, según relató el perredista Jorge Calderón, el llamado zar antidrogas reconoció que en Estados Unidos se consumen 50 mil millones de dólares anuales en drogas, ya que hay 16 millones de estadunidenses adictos a los estupefacientes, seis por ciento de la población total.
McCaffrey resaltó, sin embargo, que su gobierno realiza esfuerzos sustanciales para reducir el consumo y en los próximos 10 años logrará que haya bajado al 3 por ciento de la población.
Al final, ya de salida y ante el cuestionamiento de los reporteros en torno al esfuerzo que Estados Unidos Lleva a cabo, respondió con fuerza que hay 1.7 millones de detenidos en su país por participar en el tráfico de drogas.