Mario Benedetti
La vida ese paréntesis
Narrador siempre, poeta a diario, el escritor uruguayo agrega este título a su amplia obra, impreso por Alfaguara, que en breve podrá conseguirse en librerías. Conforman el volumen los siguientes apartados: Con lugar a dudas, Amor vendimia, El faro y otras sombras, Papel mojado, Laberintos, Casco urbano, Uno y los otros y Final. Del libro, en su mayor parte poesía más algunas prosas breves, ofrecemos esta selección generosamente cedida por la casa editorial
El lugar del crimen
A pesar de los psicólogos /
la sorpresa es que allí nunca hubo indultos
Formas de la pena
Cuando mataron a mi amigo hermano
Papel mojado
Con ríos |
En primera persona
Un cielo melancólico acompañó mi infancia
luego poquito a poco fue tomando distancia
se agravó mi conciencia maravillosamente
los milagros se venden al nuevo menudeo
Muchacha
Cuando pasa el vaivén de tu cintura
las vidrieras reflejan tu figura
el requiebro vulgar no te arrebola
quizá porque estás lejos de la muerte /
No sé quién es
Es probable que venga de muy lejos
esta mujer se muere de amor
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La mendiga
La mendiga bajaba siempre a la misma hora y se situaba en el mismo tramo de la escalinata, con la misma enigmática expresión de filósofo del siglo diecinueve. Como era habitual, colocaba frente a ella su platillo de porcelana de Svres pero no pedía nada a los viandantes. Tampoco tocaba quena ni violín, o sea que no desafinaba brutalmente como los otros mendigos de la zona.
A veces abría su bolsón de lona remendada y extraía algún libro de Hölderlin o de Kierkegaard o de Hegel y se concentraba en su lectura sin gafas.
Curiosamente, los que pasaban le iban dejando monedas o billetes y hasta algún cheque al portador, no se sabe si en reconocimiento a su afinado silencio o sencillamente porque comprendían que la pobre se había equivocado de época.