La Jornada 12 de abril de 1998

Orilla el hambre a norcoreanos al canibalismo y la violencia: ONG

Reuters, Dpa, Afp, y Ap, Pekín, 11 de abril Ť La hambruna que azota a Corea del Norte desde el año pasado ha orillado a gran número de sus habitantes a recurrir a la violencia o al canibalismo para sobrevivir, mientras el ejército y el gobierno acaparan la ayuda humanitaria enviada desde el exterior, denunció hoy en la capital china la organización humanitaria internacional Médicos Sin Fronteras (MSF).

Con base en testimonios de refugiados y de chinos procedentes de Corea del Norte, MSF informó que sólo una pequeña cantidad de comida y medicinas remitida por agencias internacionales llega a los cientos de miles de enfermos o a los moribundos.

Un profesor de la ciudad china de Tumen, en la frontera norcoreana, aseguró, por su parte, que las autoridades del país asiático detuvieron la distribución de un cargamento de cereales enviado desde el exterior, una vez que se retiró un grupo de observadores extranjeros encargados de supervisar la entrega de los alimentos.

MSF añadió que la escasez de alimentos ha provocado que en algunas localidades apartadas del país haya cientos de cadáveres en las calles, al igual que en estaciones ferroviarias desde donde los habitantes intentaban escapar de la hambruna.

También MSF citó historias de madres de familia que mataron y se comieron a sus hijos por sobrevivir, al igual que del asesinato de huérfanos no reclamados por sus familiares que corrieron la misma suerte.

Según un estudio estadunidense dado a conocer la semana pasada, al menos un millón de norcoreanos murieron en los últimos dos años por la persistente escasez de alimentos en el país, causada por las se-quías y las inundaciones que han arrasado las cosechas nacionales.

Desde el año pasado, Pyongyang advirtió que sus existencias de alimentos se encontraban muy limitadas y reconoció, incluso, que se había visto obligado a racionar los víveres a un nivel sin precedente.

Seúl se manifestó dispuesto a acelerar su ayuda a Pyongyang, pero a cambio de que Corea del Norte se comprometa a mejorar las relaciones entre ambas naciones, en estado de guerra técnico desde el armisticio de 1953, que puso fin a un conflicto armado en la región.

Al comenzar en Pekín una serie de conversaciones de alto nivel, representantes de las dos Coreas abordaron el tema de la ayuda humanitaria y coincidieron en la necesidad de facilitar los contactos entre las familias que quedaron separadas a raíz de la división del país.

Las conversaciones, patrocinadas por los gobiernos de Estados Unidos y China, fueron suspendidas desde la muerte de Kim Il Sung, en 1994, el líder norcoreano, y siguieron estancadas debido a la negativa del gobierno de Corea del Sur de transmitir sus condolencias por el fallecimiento del dirigente comunista.