200 operativos en la zona de conflicto desde la matanza de Acteal hasta febrero, dice López y Rivas
Andrea Becerril Ť En los hechos, contra el repetido discurso presidencial, el gobierno está usando la fuerza para solucionar el conflicto en Chiapas, advirtió el presidente en turno de la Comisión de Concordia y Pacificación (Cocopa), Gilberto López y Rivas. Precisó que luego de la matanza de Acteal y hasta fines de febrero se tienen documentados cerca de 200 operativos militares en la zona de influencia zapatista.
El Ejército, dijo, ha entrado en más de una comunidad por día y ha instalado nuevos campamentos y retenes en los Altos , la zona norte y las Cañadas, donde siguen operando por lo menos diez grupos paramilitares perfectamente identificados.
El presidente de la Cocopa indicó que es grave que los operativos policiaco-militares continúen, como ocurrió en esta Semana Santa en San Cristóbal de las Casas y el municipio autónomo de Flores Magón -ejido Taniperlas de Ocosingo- ya que vienen a tensar más el ambiente y parecen actos de verdadera ``provocación''.
Al gobierno federal y estatal de Chiapas, precisó el legislador, ``les molesta mucho la existencia de municipios autónomos, como el ayer desalojado de Flores Magón, pero habrá cada vez un mayor número de ayuntamientos liberados, mientras no se cumplan los acuerdos de San Andrés y se dé la autonomía a las comunidades indígenas.
Sin embargo, lo peligroso ``es esta respuesta violenta, con la represión por delante, mientras el Ejército Mexicano instala más campamentos y retenes en las comunidades indígenas y los paramilitares están listos para actuar''.
López y Rivas agregó que mientras el presidente Ernesto Zedillo; el secretario de Gobernación, Francisco Labastida Ochoa; el comisionado Emilio Rabasa, y todos los funcionarios sostienen que el gobierno busca una salida negociada al conflicto, en la práctica el régimen está optando por acciones de fuerza.
Después de la manifestación del Consejo Nacional Indígena, añadió, viene una respuesta violenta.
El legislador perredista precisó que en las últimas semanas se ha dedicado a revisar la situación militar en Chiapas, ya que forma parte de una de las subcomisiones de la Cocopa, encargada de dar seguimiento a los diez puntos que plantearon a la Secretaría de Gobernación como condiciones básicas para la reanudación del diálogo con los zapatistas.
La petición específica de la Cocopa, planteada el pasado22 de enero, es que es urgente redefinir la presencia del Ejército y las movilizaciones militares en los Altos, norte y las Cañadas, a fin de destensar el ambiente, ya que ello no contribuye a crear el clima propicio para reabrir la mesa de negociaciones.
Sin embargo, añadió, no han disminuido ni la presencia militar ni los operativos, y los sucesos de Acteal, el pasado 22 de diciembre, han servido al Ejército para retomar posiciones y realizar acciones en zonas de influencia zapatista.
Mencionó que en un informe que presentará este martes 14, durante la reunión de la Cocopa, dará a conocer estas cifras sobre la presencia militar en las áreas de conflicto.
La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) sólo reporta algunos de los operativos, no da cuenta de todos, pese a que hay cifras que permiten precisar que en más de una comunidad por día han entrado elementos militares.
A partir del 23 de diciembre -un día después de los sucesos de Acteal-, aproximadamente dos mil soldados entraron a Chenalhó para aplicar la Ley de Armas y se instalaron nuevos campamentos y retenes en esa zona.
En su informe, precisó, dará cuenta de los más de diez grupos paramilitares, entre ellos Máscara Roja, Chinchulines, Alianza San Bartolomé de los Llanos, Grupo Armado del Pueblo, Paz y Justicia, Movimiento Indígena Antizapatista y Los Degolladores, que operan en la mayoría de los municipios de la zona norte, los Altos y las Cañadas, todos con armas de alto poder.
Agregó que hay además otros grupos, que no se han podido documentar, pero se sabe que actúan en Simojovel, Larráinzar, Chilón y la frontera con Guatemala.