La Jornada 17 de abril de 1998

Llama el titular de la PGJDF a reformar normas penales

Humberto Ortiz Moreno y Juan Antonio Zúñiga Ť El procurador Samuel del Villar aseveró ayer que no sólo el impacto social de la depresión económica generalizada provocó el agravamiento de la incidencia criminal, sino que fueron la corrupción y el ``mal gobierno'' los que abrieron las puertas de par en par para que la delincuencia se apoderara de las calles.

Ante el pleno de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), indicó que el régimen democrático de Cuauhtémoc Cárdenas heredó un marco institucional prácticamente al borde del colapso; sin embargo, garantizó que el sistema de seguridad y justicia ``no se colapsó'' con el advenimiento de la democracia, sino que ``comenzó a regenerarse por encima del cúmulo de circunstancias adversas que lo colocaron en crisis''.

Advirtió que las ``contrarreformas del mal gobierno'' frente a la evolución de la delincuencia organizada en la ciudad impusieron arbitrarias restricciones por delito y por fuero para que el Ministerio Público y la Policía Judicial no pudiesen acceder a los medios de combate a la organización e inteligencia criminales que se apoderaron de las calles.

En su informe al Poder Legislativo capitalino, el funcionario dio un ejemplo de la burocracia judicial: 114 mil averiguaciones previas retrasadas con más de seis meses de haberse iniciado y sin llevarse a cabo las diligencias debidas, además de 67 mil 197 mandamientos judiciales sin cumplirse.

``Ciertamente las condiciones del sistema difícilmente podrían ser mas adversas'', remarcó Del Villar en el curso de la lectura de un documento de 37 cuartillas durante hora y media, en cuyo contenido laceró las sensibilidades priístas al criticar gestiones pasadas en la procuración de justicia.

No obstante, lanzó un ultimátum a quienes delinquen dentro y fuera de la autoridad y siguen en las calles: ``que quede claro que esta Procuraduría va a perseguirlos con todo lo que tenga a su disposición. Que sepan que la red y el sistema piramidal de protección se han convertido en una red para su persecución sin tregua...''

Al comenzar su mensaje, la fracción priísta protestó por el tono del mismo. Del Villar aseveró que la corrupción y el mal gobierno también trastocaron la Constitución y los códigos Penal y de Procedimientos Penales para proteger a los criminales y a los servidores públicos corruptos cómplices.

A las víctimas ``se les deja en un precario estado de indefensión'' Aunado a esto, los medios de la seguridad y la justicia degeneraron en vehículos de la inmoralidad pública y la criminalidad cada vez más organizada, rica e influyente, violenta y perniciosa. ``La supuesta reglamentación del orden público en la ciudad y su administración corrupta fue como la gasolina al fuego para el trío infernal de las drogas, la criminalidad juvenil y la violencia escolar...''