La Jornada 18 de abril de 1998

El reto de la oposición, ``no bajar al lodazal político'': Creel

Elena Gallegos Ť Ante la nueva realidad política del país, en la que el PRI ya no puede manejar las cosas a su antojo --como lo hizo por décadas-- ni imponer su voluntad sin escuchar al otro, los reductos que en ese partido siguen manteniendo la visión hegemónica del pasado, llevan a cabo una estrategia en la que se valen los ``artilugios, improperios, artimañas, y la inquina y la saña'' con tal de confrontar, lamenta el diputado Santiago Creel Miranda.

Conviene en que frente a estas circunstancias, el desafío de la oposición es ``no bajar al lodazal'' en el que se puede convertir el debate político. Insiste: ``Lo importante es que nosotros no caigamos en esos niveles, y que lo sepan lo ciudadanos que nos eligieron''.

En los últimos días, el legislador se convirtió en el blanco de las acusaciones de la bancada del PRI en la Cámara de Diputados a raíz de que, como presidente de la Comisión de Gobernación, encabezó una reunión de la subcomisión de Examen Previo --a ella asistieron siete legisladores de la oposición-- en la que se determinó la procedencia de los juicios políticos contra los gobernadores Roberto Madrazo Pintado y Víctor Cervera Pacheco. Sobre esto, sostiene:

--Eso que a mí me ha tocado realizar ha generado enconos, pero no porque yo así lo deseara sino porque tenemos visiones tan distintas de la realidad, que ciertamente producen desencuentros.

¿Cómo no voy a cumplir con mi deber?

El mismo pregunta: ``¿Cómo no voy a cumplir con mi deber? ¿Cómo no voy a tramitar la iniciativa de los colores de la bandera? ¿Cómo no voy a tramitar la iniciativa de plebiscito que ya sabemos que no va a ser aceptada? ¡Por favor! Es un deber que yo tengo. ¿Cómo no voy a tramitar la iniciativa de la segunda vuelta? ¿A causa de qué? ¿Cuál es la razón?

``Es ahí donde yo veo que buena parte de las circunstancias tan negativas de esto es que el PRI estaba acostumbrado a ser un partido hegemónico. A imponer su voluntad sin escuchar al otro, en la mayoría de los casos, porque no digo que no haya algunas excepciones en las que procedió de otra manera. Esos reductos de visión hegemónica son los que están incidiendo en este ambiente tan negativo'', dice.

--La bancada del PRI se queja de que usted hace chicanadas.

--Todos esos calificativos, y muchas veces las expresiones soeces, son producto de las frustraciones generadas en la elección del 6 de julio pasado. Ellos pensaron que iban a tener el control del Congreso, como lo tuvieron los últimos 70 años, y cuando se dieron cuenta que era posible que las oposiciones se unieran fue cuando empezó todo esto: el bajo nivel de artimañas, artilugios, estrategias encaminadas a la confrontación y el enfrentamiento.

``Eso ha cargado en demasía el ambiente. Pero --repite-- no hay manera de dejar de tramitar los asuntos de la comisión. No hay manera de simple y llanamente suspender el procedimiento de los juicios políticos. Eso ocurría antes. Yo seguiré el curso de cada uno de los asuntos'', afirma.

--En el caso de los juicios a Madrazo y Cervera, le van a fincar responsabilidades porque sostienen que se transgredieron varias normas y que no se tuvo el quórum legal. ¿Es así?

--Es una estrategia más para cubrir su inasistencia, su falta de cumplimiento de un deber de cámara. Al ver que las cosas no les salen como ellos desean, pues viene el decaimiento y quizá, producto de ello, es que se profieren calificativos, improperios, imputaciones falsas, en lugar de razones y argumentos en un marco de respeto y de tolerancia.

--¿Pero hubo o no quórum?

--Sí había quórum, y voy a explicar por qué: el reglamento de la cámara establece que cuando un diputado forma parte de la mesa directiva, no puede participar en comisiones (ese fue el caso de uno de los legisladores del Partido Verde). A mí me parece que es una razón suficiente para modificar el quórum, restarle a un miembro y por tanto no debía ser de ocho sino de siete. Lo que está en disputa son dos interpretaciones distintas.

--Entonces ¿qué sigue?

--Lo que decide es el voto de las mayorías. El trámite de los juicios seguirá su camino. Lo que sí no puede ocurrir es que un poder ajeno a la cámara, una tercería, un árbitro, venga a resolver este conflicto.

--¿Continúa el procedimiento?

--Sí, tal como lo mencioné enfrente de Núñez y de lo que se denomina la burbuja priísta.

--Se le acusa de tener intereses económicos en Yucatán, intereses que estarían atrás del juicio político a Cervera y que tienen que ver, entre otras cosas, con encuestas electorales.

--No tengo ninguna empresa de encuestas ni mucho menos ningún tipo de negocio vinculado con elecciones o con partido político alguno. Eso lo puedo afirmar de manera categórica.

Narra cómo hace un par de años, luego de una invitación que le hicieran consejeros electorales de ese estado, ya se le habían hecho imputaciones de ese tipo. Por eso, interpuso una denuncia ante el Ministerio Público Federal (5500/FESBLE/95) y que durante el curso de las averiguaciones quienes lo acusaron se desdijeron. ``El que quiera, tiene mi autorización para ver el expediente'', ofrece.

--¿Es usted el monaguillo de Porfirio Muñoz Ledo? --se le pregunta.

--No es la primera vez que usan (los priístas) esa estrategia --dice y una sonrisa se le asoma al rostro--, tratan de conflictuar a toda costa las buenas relaciones entre PAN y PRD, y hacer ver que un partido o una persona está subordinado a otros. Sería absurdo caer en ese juego.

Enseguida, encara también los señalamientos que se le han hecho en el sentido de que al dar trámite a los juicios en cuestión, sólo busca un efecto político-electoral en beneficio de PAN y PRD: ``Yo no dudo que puedan tener efectos en el orden político. Son eso: juicios políticos. Yo lo que persigo es cumplir con mi deber de cámara y si tienen o no otro tipo de efectos está fuera de mi control''.

Lo que sí --es reiterativo-- es que no hay manera de dejar de tramitar esos juicios, y para ello se ha seguido un estricto orden cronológico.

--Hay una pobre imagen del debate en la cámara. ¿Están perdiendo la oportunidad histórica de incidir en la transición?

--Por primera vez, ningún grupo parlamentario ejerce el control. Esto ocurre en un Congreso que tiene normas del siglo XIX y que ha funcionado como un apéndice de la Presidencia de la República. La institución había estado desusada por décadas. Se asemeja a un vehículo que ha estado estacionado durante años y al que de pronto se le pone un poco de gasolina y aceite y se le echa a andar.

``¿Qué ocurre? Que tienes problemas con la suspensión, el motor, las reglas de seguridad. Añádele que no hay alguien con capacidad suficiente para manejarlo y que, además, le estás cambiando de conductor en cada cuadra y que esos cambios se dan en forma abrupta, sin consenso. Esa escena ubícala en una avenida muy congestionada. Me parece que esta sería una descripción honesta de la realidad. La responsabilidad que tenemos es ir adaptando ese vehículo inoperante a las nuevas condiciones''.

--Enredada en tantos desacuerdos esta nueva cámara ¿está o no perdiendo la oportunidad histórica de incidir en el cambio?

--Depende desde el punto de vista que se le vea. No es cosa menor que se reinstale la figura de los juicios políticos o que ya no se esté subordinado al Ejecutivo.

Nos hemos quedado a la mitad del camino

``Pero la verdad es que nos hemos quedado a la mitad del camino todos. El elector no se pronunció de manera mayoritaria por ninguno de los tres partidos. Nos quedamos a medias en la transición. Nadie quiere concederle un punto al otro porque incidiría en el proceso electoral del año 2000. Esto induce a una especie de parálisis que dificulta mucho el tráfico'', explica.

--¿Qué debemos esperar de la Cámara de Diputados?

--Estamos en medio de una transición y en estas circunstancias tan difíciles hay que procesar legislativamente lo indispensable y tratar de sentarse a hacer una reforma de Estado.

--¿Hay condiciones para ello?

--En este momento, no. Eso no significa que no podamos crearlas en el futuro. Eso es la política. El político siempre opera con base en un ideal que eventualmente puede materializarse.

--¿Aunque las posiciones son cada vez más irreconciliables?

--Lo que pasa es que no podemos dejar a un lado la competencia política en el año 2000.

--¿Ahora sí estará en disputa el poder... poder?

--¡Exacto! Eso también contamina enormemente el ambiente.

--Bueno, otra vez. ¿Qué podemos esperar de la cámara?

--La ciudadanía va a encontrar representantes populares que dignificarán la función de manera cotidiana y constante, y eso no es un objetivo menor.

--Su reunión con Muñoz Ledo en Puerto Vallarta ha sido llamada La noche de la iguana. Algunos priístas aseguran que ahí ustedes hicieron un pacto para desplazar, en el seno de sus partidos, las posibles candidaturas de Cárdenas y Fox.

--Esto es verdaderamente fantasioso --otra vez una sonrisa le llena la cara. Cuenta que desde hace muchos años va a ese sitio a vacacionar y que en Semana Santa ahí coincidió con el líder de la fracción del PRD y con otros diputados del PAN, entre ellos Javier Corral.

``¡Imagínate! Forjar una candidatura presidencial ¿a base de qué? ¿como presidente de la Comisión de Gobernación? No entiendo. Esto es producto de mentes que no quieren ver la realidad. Otra vez es enconar a la persona con su gente. Es actuar con inquina, con saña. Ya sabemos que en esos niveles quieren andar'', expresa.

Deja claro que ante cualquier tipo de imputaciones que se le hagan hará uso de su derecho a defenderse y a emprender las acciones necesarias en caso de infundios.

--¿Pero quiere usted ser candidato a la Presidencia?

--No, y lo digo tal cual. Lo que quiero es cumplir mis funciones como legislador y después sumarme a la candidatura que yo piense más conveniente.

--¿Lo está apoyando el PAN?

--Totalmente, sin reservas ni condiciones. La relación con el partido es magnífica.

A mediados de febrero, Santiago Creel recibió amenazas. Incluso, le hicieron llegar una carta que iba mucho más allá de la majadería.

``Ya no las ha habido'', corta el tema y termina la conversación.