Igualdad jurídica hombre-mujer, punto del Plan de Acción por aprobar
Enrique Gutiérrez Aicardi, corresponsal, Rosa Elvira Vargas y Josexto Zaldúa, enviados, Santiago, 18 de abril Ť Los participantes de la Cumbre de los Pueblos entregaron esta tarde su ``declaración final'' al canciller chileno José Miguel Insulza, elaborada por organizaciones políticas y sociales de todo el contintente como una respuesta alternativa a la Segunda Cumbre de las Américas.
``Los pueblos no tenemos ningún motivo para creer en el cumplimiento de los compromisos sociales firmados por los gobiernos'', denuncia el texto, y agrega que los participantes en el foro ``estamos convencidos de que América no necesita libre comercio. Necesita comercio justo, inversiones reguladas y consumo consciente para privilegiar los proyectos nacionales de desarrollo''.
Señala también que se debe supeditar la suscripción de cualquier acuerdo comercial a una carta de derechos sociales, laborales y ambientales de la sociedad civil, que contemple el respeto a las minorías étnicas.
Respecto del Acuerdo de Libre Comercio para América (ALCA), la declaración indica que ``es un acuerdo de carácter antidemocrático'' porque ``organizaciones representativas de distintos segmentos de la sociedad civil del continente son excluidas del proceso. Ni siquiera los Parlamentos son consultados, restringiendo aún más los límites de la democracia representativa''.
La Cumbre de los Pueblos acordó crear una Alianza Social Continental para ``hacer frente al proceso de integración comercial neoliberal'', así como la creación de un Parlamento Americano que represente a todas las corrientes e ideologías políticas.
Jorge Lavanderos, senador demócratacristiano chileno, dijo que ``un efecto delicado'' que se genera con los acuerdos comerciales latinoamericanos está relaciona- do con la compra de armas por parte de los gobiernos del continente.
``América Latina --explicó-- compra cerca de 18 mil millones de dólares en armas, monto del cual Chile aporta mil 900 millones, y lo hace a costa de los sectores más pobres de nuestro país''.
Por otro lado, organizaciones no gubernamentales participantes en la cumbre paralela anunciaron que el próximo primero de mayo, será el punto de partida de una serie de actividades conjuntas, y de la expresión concreta de la Alianza Social Continental, acordada por los participantes.
Dicha alianza tendrá como fin ``construir un contrapeso efectivo a las políticas oficiales de integración económica, para avanzar en el cambio de la relación de fuerzas, hasta ahora favorable a los intereses trasnacionales.
Los representantes de organizaciones americanas acordaron ``comprometerse en la lucha por modificar el carácter antidemocrático y desigual con el que se vienen confeccionando los acuerdos de integración y, al mismo tiempo, construir de manera efectiva un modelo de desarrollo distinto, justo, sustentable y complementario de las potencialidades de nuestras naciones''.
Como parte del plan de acción para consolidar la Alianza Social Continental, la declaración de la cumbre acordó realizar, el próximo 23 de octubre la primera Jornada Continental contra la Exclusión Social, que se realizará simultáneamente en todos los países latinoamericanos, y las organizaciones no gubernamentales convocarán a paros laborales, marchas, mítines y conferencias en torno al tema de la pobreza.
Además, a partir del próximo Día del Trabajo se emprenderán acciones para exigir la ``participación democrática de la sociedad en las decisiones sobre acuerdos comerciales e internacionales''.
Estas acciones incluirán campañas contra el ALCA y el Acuerdo Multilateral de Inversiones.
Advierten sobre el peligro de exterminio
La Cumbre de los Pueblos denunció también el peligro de que en Chiapas se suscite una guerra de exterminio.
En la declaración final, hizo hincapié en el creciente riesgo de una confrontación militar entre los indígenas chiapanecos y el Ejército Mexicano, por lo que solicitó al presidente Ernesto Zedillo Ponce de León ``permitir la participación de observadores extranjeros y apoyar a los organismos de intermediación, así como restablecer condiciones para reiniciar el diálogo entre el Ejército Zapatista de Liberación Nacional y el gobierno mexicano''.
Los participantes en la llamada cumbre paralela destacaron también el peligro de una intervención militar extranjera en Colombia ``con el pretexto del combate al tráfico de drogas''.
Por otra parte, el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Enrique Iglesias, aprovechó este foro para criticar la desigualdad de ingresos en América Latina, donde ``el 20 por ciento más pobre de la población percibe apenas 4.5 por ciento del ingreso nacional, mientras el 20 por ciento más rico se lleva el 55 por ciento''.
Iglesias agregó que el BID se ha comprometido a destinar unos 500 millones de dólares en cinco años para el desarrollo de la microempresa en América Latina, otros 73 millones se otorgarán par combatir la violencia urbana que, indicó, es uno de los factores socavan la estructura social y el crecimiento económico de los países más pobres, y que este fenómeno se ha duplicado en la región en los últimos años.
Agregó que el BID destinará otros 70 millones de dólares para mejorar la situación de comunidades indígenas latinoamericanas, que constituyen 75 por ciento de los pobres de la región.