La Jornada 19 de abril de 1998

Evalúa Clinton a países latinoamericanos

Rosa Elvira Vargas y Josetxo Zaldúa, enviados, y Enrique Gutiérrez Aicardi, corresponsal,Santiago 18 de abril Ť Luego de revisar la evolución de los países de la región y ``celebrar'' la nueva realidad del continente, el presidente estadunidense Bill Clinton ratificó a los jefes de Estado y de gobierno que asisten a la II Cumbre de las Américas que cumplirá su compromiso de lograr el fast track para alcanzar un tratado hemisférico de libre comercio, y asumió que ``sólo podremos crear empleos en Estados Unidos si seguimos comerciando con nuestros vecinos''.

En el discurso inaugural del encuentro, el presidente Clinton evaluó los instrumentos de cooperación que operan actualmente para hacer frente a fenómenos como el narcotráfico y el lavado de dinero, y destacó algunos avances en lo social, pero también admitió que la pobreza en el hemisferio ``sigue estando elevada'', que la sociedad civil ``es muy frágil'' y los sistemas de justicia ``demasiado débiles'``, mientras muchas personas ``todavía carecen de la educación necesaria''.

Ante los pocos cambios en esos sectores, Clinton pidió impulsar una ``segunda generación de reformas'', y ufano dijo que en la primera Cumbre de las Américas, realizada en Miami, ``sembramos la semilla de una nueva sociedad para un nuevo siglo'', y que ahora debe hacerse lo necesario para que aquella crezca con libertad, oportunidad y cooperación.

Pero desde un principio, el mandatario estadunidense marcó la visión que tiene su país de las naciones del hemisferio y calificó: México se ha sobrepuesto a la adversidad y ha mejorado sus condiciones democráticas, Chile y Uruguay han marcado las metas para la responsabilidad fiscal, Brasil y Argentina han disminuido la inflación, Bolivia ha traído nueva inversión extranjera y ha dado a sus ciudadanos mayor participación en su futuro.

Dijo también que Perú y Ecuador tratan de lograr una solución pacífica a sus disputas fronterizas; Centroamérica, ``después de años luchas'', tiene a la vista la integración y el crecimiento, y los países del Caribe están uniendo sus fuerzas para aumentar sus economías y defender sus costas del crimen y las drogas.

Sobre Canadá, su vecino del norte, nada dijo el mandatario estadunidense.

Clinton planteó, asimismo, que los países de América deben demostrar que pueden hacer que la economía crezca y mejorar el ambiente, así como ``levantar a la gente, sacarla de la pobreza''.

En el salón Cid del hotel Sheraton, el anfitrión, Eduardo Frei, reconoció por su parte que Chile necesita más ``reconciliación'', aunque aseguró el mandatario chileno que la ``era de las autarquías está definitivamente superada'' y señaló que hoy es imposible enfrentar, de manera individual, desafíos como la lucha contra el narcotráfico, el crimen organizado o el control de las enfermedades infecciosas.

Incluso, dijo, problemas de alcance tradicionalmente nacional, como la inequidad social, la educación, la modernización del Estado y la lucha contra la corrupción, ``han adquirido hoy dimensiones internacionales. Los problemas globales no se pueden enfrentar con políticas unilaterales''.

Justamente en el tema de la cuestión educativa, punto central en el encuentro, el presidente Ernesto Zedillo subrayó que cumplir las metas de enseñanza y otras exigencias sociales, demanda recursos adicionales que sólo pueden provenir de un crecimiento económico ``vigoroso y sosteni- do'' de cada país.

En esta cumbre sólo fue posible ver la ceremonia inaugural de manera restringida en el salón destinado a ese fin, y a través de circuito de televisión.

Para las sesiones de trabajo --dos este día--, se informó que los mandatarios decidieron que fueran totalmente privadas y sin la presencia de cámaras de televisión, y sólo se permitió el acceso a fotógrafos oficiales de cada país.

Así, sólo se difundió lo que cada delegación determinó, y fue el caso de México, donde la intervención del presidente Zedillo fue una de las pocas disponibles en la mesa de fotocopias del Centro Internacional de Prensa.

Orador en la primera sesión de trabajo, el Ejecutivo mexicano dijo que la urgencia del desarrollo social es la que dicta la urgencia de la libertad de comercio e inversión, enumeró enseguida los acuerdos de libre comercio que México ya ha suscrito o tiene en vías de negociación y afirmó que cada uno de esos tratados constituyen pasos intermedios en el propósito común de avanzar a un mundo con plena libertad de intercambios.

Llamó a refrendar los compromisos sobre libre comercio establecidos en Miami y comenzar de inmediato conversaciones para conseguir avances concretos en este siglo y culminar a más tardar en el año 2005.

``Ello requiere --señaló-- una negociación integral, transparente, capaz de convocar las voluntades de decisión de cada nación, y considerar las diferencias en los niveles de desarrollo y en el tamaño de las economías del hemisferio''.

En un gran salón cuya única escenografía fueron las banderas de los países participantes en la reunión cimera, la ceremonia inaugural sólo tuvo los discursos de los presidentes Clinton y Frei, y aunque estaba programada la intervención del secretario general de la Organización de Naciones Unidas, Kofi Annan, sin explicación alguna ésta no se realizó.

El presidente Frei, que momentos antes había recibido en el lobby del hotel Sheraton a los mandatarios asistentes al encuentro continental, pronunció un discurso en el que llamó a estar alertas ante cualquier intento de ruptura democrática en el continente, pues afirmó que en el pasado los ciclos de democratización regionales se interrumpían por ``involuciones autoritarias, ante la pasividad de nuestras instituciones regionales y multilaterales''.

``No estamos dispuestos a repetir ese ciclo'', enfatizó el presidente chileno, al señalar que toda democracia sólo funciona con sistemas judiciales adecuados.

Dijo además que la transformación económica del continente sólo será sostenible en el tiempo en la medida en que se logre cohesionar a las sociedades, se alcance mayor equidad y un orden americano más pacífico, estable y próspero, ``si se funda en un nuevo consenso ético que sea capaz de colocar en la base de nuestra convivencia una idea común de desarrollo social''.

Insistió en que la agenda de la Cumbre de las Américas --que el propio Clinton había definido como ``ambiciosa pero imperativa''-- no tendrá como conclusión declaraciones abstractas y retóricas.

``Aquí no puede haber sólo una declaración de intenciones --aseguró Frei--, tiene que haber voluntad y decisión para cumplir nuestros acuerdos''.