Superar la pobreza, el mayor reto del continente: Cumbre
Rosa Elvira Vargas y Josetxo Zaldúa, enviados, y Enrique Gutiérrez, corresponsal, Santiago, 19 de abril Ť Para cumplir con su compromiso de que los encuentros entre presidentes del continente sean algo más que retórica o expresión de buenos deseos, la II Cumbre de las Américas aprobó este domingo una serie de programas y acciones para ``mejorar la calidad de vida'' de la población hemisférica y convertir el continente en la mayor zona de libre comercio del mundo.
Para este fin, se contará con una inversión de casi 45 mil 594 millones de dólares en los dos próximos dos años, monto que será aportado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco Mundial (BM) y la Agencia Internacional para el Desarrollo.
Los 34 jefes de Estado y de Gobierno reunidos en esta capital los últimos dos días reconocieron en su Declaración de Santiago que el crecimiento positivo observado en América en los últimos años ``no ha solucionado todavía los problemas de inequidad y exclusión social''.
En este sentido, y en su discurso de clausura de los trabajos, el presidente anfitrión, Eduardo Frei, expresó la preocupación de sus homólogos por la ``apatía y el abstencionismo que invaden a nuestros sistemas políticos'', y anunció entonces el compromiso hemisférico de ampliar los espacios de la democracia.
En el cierre formal de los trabajos, en el que se confirmó que Canadá será sede de la próxima Cumbre de las Américas, en el año 2002, estaban previstos los discursos de Frei y del primer ministro de Canadá, Jean Chrétien, pero fuera de programa subieron al estrado los presidentes Bill Clinton, de Estados Unidos, y Fernando Henrique Cardoso, de Brasil.
Clinton pronunció un discurso muy parecido al del primer día de trabajos de la Cumbre: ratificó que pese a los avances logrados en las economías de la región, todavía hay millones de personas que viven en la pobreza. Sin embargo, puso esta vez mayor énfasis en el terreno político, al asegurar que en los últimos años se ha producido en América una revolución de ``paz y de democracia''.
A su vez, el mandatario brasileño esbozó un emotivo discurso en el que, al hablar de los indudables avances registrados en el hemisferio en los últimos años, llamó a hablar ``un idioma que no sea sólo de aranceles, sino otro que toque a los problemas de nuestros pueblos, como la pobreza, la justicia, la lucha contra el narcotráfico''. Las palabras de Cardoso desa- taron los aplausos más cerrados y prolongados de la sesión de clausura, celebrada en la antigua sede del Congreso chileno.
En su calidad de próximo presidente anfitrión, Chrétien, quien pronunció su discurso tanto en inglés como en francés, los idiomas oficiales en Canadá, llamó a los gobernantes a esforzarse para cumplir con los compromisos adquiridos en esta segunda Cumbre de las Américas. Mención especial dedicó a la cuestión indígena, al decir que ese es el sector ``más excluido de nuestras sociedades''.
Llamó la atención, por otra parte, que los gobernantes reunidos en Santiago salieran al paso de las críticas que desde diversos sectores se hacen en el sentido de que los representantes de la sociedad civil son sistemáticamente marginados de este tipo de foros. Así, Eduardo Frei afirmó que ``esta apreciación no corresponde a la realidad. La agenda hemisférica recoge una serie de aspiraciones de la sociedad civil en materia de protección de derechos humanos, de educación para la democracia, trabajadores migrantes, fomento de la micro y pequeña empresa, mujer, poblaciones indígenas, hambre y malnutrición y otros temas que sería largo enumerar''.
Desafíos del comercio y la pobreza
Sobre el apartado del libre comercio y la educación, el presidente Frei precisó que con esta Cumbre se inicia formalmente el camino para la constitución del área de libre comercio ``más grande de la historia'', que congregará más de 750 millones de personas con un producto interno bruto superior a los nueve mil millones de dólares: ``ésta es el área de libre comercio de las Américas. La meta de completar este proceso el año 2005 sigue plenamente vigente, y representa un gran avance haber definido pasos concretos que permitirán llegar a este mercado común''.
Frei consideró de vital importancia alcanzar a la brevedad un acuerdo equilibrado, amplio y congruente con la Organización Mundial de Comercio (OMC), por estimar que así se alcanzaría un compromiso único e indivisible que permitirá establecer los procesos de integración regional en el hemisferio y su incorporación al mercado mundial.
En relación con este tema, Clinton sostuvo en su discurso que el camino a la formación del ALCA ``es difícil'', pues ``la democracia es frágil en algunas partes del continente''.
No obstante la ratificación del credo de los gobernantes en la economía de libre mercado y la congratulación por el hecho de que las economías hemisféricas --al menos en términos de macrocifras-- están hoy en mejor posición que hace cuatro años, cuando se celebró la primera Cumbre de las Américas en Miami, los 34 jefes de Estado y de Gobierno presentes en Chile reconocieron en la Declaración de Santiago que la superación de la pobreza continúa siendo el reto más grande al que se enfrenta el continente.
``Estamos concientes de que el crecimiento positivo observado en las Américas en los últimos años no ha solucionado todavía los problemas de inequidad y exclusión social. Estamos decididos a eliminar las barreras que niegan a los pobres el acceso a la nutrición adecuada, a los servicios sociales, a un medio ambiente sano, al crédito y a los títulos legales de sus propiedades.
``Proporcionaremos un mayor apoyo a las micro y pequeñas empresas, promoveremos las normas laborales fundamenta-les reconocidas por la Organización Internacional del Trabajo y utilizaremos nuevas tecnologías para mejorar las condiciones de salud de todas las familias en las Américas con el apoyo técnico de la Organización Panamericana de la Salud, logrando mayores niveles de equidad y desarrollo sostenible''.
Por su parte, el presidente Frei expresó a nombre de sus colegas su preocupación por ``la apatía y el abstencionismo que invade nuestros sistemas políticos. Nos comprometimos a expandir los espacios de la democracia, promoviendo una participación más activa de los individuos en todos los aspectos de la vida ciudadana''.
``Sabemos por experiencia propia --agregó el mandatario chileno-- que no hay un modelo único de democracia'', y recordó entonces que varios países latinoamericanos llevan cerca de dos siglos tratando de constuirla, ``y todavía queda mucho por hacer''.
``Pero también sabemos que la libertad es una aspiración común. Cada vez que un país tiene la posibilidad de elegir libremente, opta por la democracia y el pluralismo''.
En su discurso de clausura, el gobernante anfitrión también reiteró la decisión continental de respetar los derechos humanos y las libertades fundamentales, así como su compromiso con la democracia y el pluralismo político: ``para algunos estas palabras pueden sonar vacías y reiterativas. Para nosotros no. Las repetimos una y otra vez. La violación de los derechos humanos causó un enorme sufrimiento en nuestro hemisferio, un sufrimiento que todavía no se extingue to- talmente. No queremos repetir esa experiencia. Por lo mismo, y considerando que la libertad de prensa ocupa un lugar crucial entre los derechos humanos, hemos apoyado con entusiasmo el establecimiento de una relatoría especial sobre este tema en el seno de la Organización de Estados Americanos''.
Educación: asignatura pendiente
En la Declaración de Santiago, los jefes de Estado y de Gobierno admitieron que la educación constituye el factor decisivo para el desarrollo político, social, cultural y económico, y en este sentido, se comprometieron a facilitar el acceso de todos los habitantes de la región a la educación preescolar, primaria, secundaria y superior.
``Para lograr nuestros propósitos en los plazos convenidos, reafirmamos nuestro compromiso de invertir mayores recursos en esta importante tarea, así como impulsar la participación de la sociedad civil en el desarrollo educativo''.
Al respecto, los gobernantes dijeron que las decisiones de los ministros de Educación de las Américas reunidos en la conferencia de Mérida (México), en febrero pasado, responden a su voluntad de impulsar iniciativas conjuntas y concretas destinadas a mejorar el acceso a la educación con equidad, calidad, pertinencia y eficacia.
A tal efecto decidieron celebrar una nueva conferencia de funcionarios de ese sector en Brasilia, en julio próximo, mientras que el gobierno de Chile anunció por su parte la convocatoria a un diálogo sobre ciencia y tecnología que se celebrará en junio de este año en este país.