La Jornada 22 de abril de 1998

Propone Camacho Solís llevar a referéndum las reformas indígenas

Juan Manuel Venegas Ť El ex comisionado para la paz, Manuel Camacho Solís, llamó a rechazar la actual línea del gobierno frente a Chiapas. Asimismo, en su propuesta de pacificación, planteó someter la iniciativa de derechos y cultura indígenas a un referéndum, pidió la destitución del gobernador Roberto Albores y la realización de comicios extraordinarios ``organizados y vigilados por el Instituto Federal Electoral''.

Paralelamente, el presidente del Partido del Centro Democrático (PCD) sugirió impulsar la distensión militar y el control de armas en territorio chiapaneco, y que se den las condiciones para la participación abierta del EZLN en la vida política (incluyendo elecciones locales y federales), así como la reorganización de las autoridades federales y del estado encargadas de los programas sociales.

La actual línea del gobierno --dijo Camacho Solís-- ha ``dividido peligrosamente a la sociedad'', debilitando a las instancias de mediación, y colocado ``en dilemas muy costosos'' a los partidos de oposición.

El ex regente capitalino y ex canciller convocó ayer a una conferencia de prensa para hacer pública su propuesta de paz para Chiapas. En cinco cuartillas detalló cada una de las medidas que considera necesarias rumbo a la pacificación en ese estado, y como argumentación de su propuesta expuso que la ``nueva ofensiva política desde el gobierno acarreará costos mayores para los propios intereses del Estado y, desde luego, para la sociedad''.

Según Camacho Solís, el gobierno ha logrado debilitar las instancias de mediación; colocado en dilemas muy costosos a los partidos de oposición; comprometido el prestigio del Congreso; cerrado el acceso de la sociedad a los medios de comunicación, pero ``ha mostrado capacidad para incursionar en la zona de conflicto con un mínimo de violencia y unificado a un frente conservador''.

Para lograr lo anterior --agregó-- ha dividido ``peligrosamente'' a la sociedad, fortaleciendo ``a las líneas duras dentro del régimen y exacerbando el enojo de los sectores que simpatizan con los zapatistas''. Asimismo, la línea gubernamental ``está siendo juzgada con severidad'' por los sectores moderados y se está aislando de ``una parte de la opinión internacional que, de nuevo, empieza a cuestionar la capacidad de los mexicanos de conducir el conflicto chiapaneco bajo las reglas de la democracia y el estado de derecho''.

Ante los medios de comunicación reunidos en el Polyforum Siqueiros, Camacho se preguntó: ``¿Para qué debilitar al Congreso aprobando reformas que más que resolver el conflicto afectarán el prestigio ganado en la última elección? ¿Para qué colocar al PRD en la disyuntiva de ser el brazo político de un movimiento armado o cómplice de una línea dura, torpe y represiva? ¿Para qué colocar al PAN en el dilema de apoyar el orden, al costo de perder su perfil de opositor y su propósito de moverse hacia el centro? ¿Para qué exacerbar el ánimo antiextranjero? ¿Para qué exacerbar los ánimos contra el obispo Samuel Ruiz, cuando es puente de comunicación con el EZLN?''.

Salvo que el gobierno pretenda detener a los dirigentes del EZLN o exacerbar sus tensiones internas o paralizar el cambio democrático, ``la actual política lo lleva a un callejón sin salida y polariza a la opinión pública'', concluyó.