La Jornada 22 de abril de 1998

Estruendo, nube de ceniza y expulsión incandescente, ayer en el Popocatépetl

La Jornada de Oriente, María Velasco, corresponsal, y José Gil Olmos Ť El volcán Popocatépetl registró ayer una gran explosión y luego emitió una fumarola de ceniza -que se elevó a unos 4 mil metros de altura sobre el cráter- y material incandescente que originó incendios en los pastizales de los alrededores e hizo cimbrar los vidrios de las viviendas aledañas al coloso.

El Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) informó que a las 11:07 horas de este martes, Don Goyo presentó una exhalación mayor, con duración de cinco minutos, la cual fue acompañada de una nube de ceniza.

Angel Romero, responsable de la Unidad de Protección Civil de San Pedro Benito Juárez, en Atlixco, Puebla, a 11 kilómetros del cráter, informó que con sus vecinos y policías estatales dispuso un grupo para apagar los pastos.

A las 13:20, aproximadamente, autoridades de San Pedro Benito Juárez y Tochimilco, también en Puebla, escucharon otra explosión y vieron una fumarola de ceniza salir del cráter, ambas sin embargo de menor fuerza que la primera. A las 11:43 y 14:53 hubo otras exhalaciones de menor intensidad.

En Tianguismanalco se percibió olor a azufre, mientras que en San Pedro Atlixco y San Baltazar Atlimeyaya, del mismo municipio poblano, se suspendieron clases en todas las escuelas.

Asimismo, en Santiago Xalitzintla se azotaron puertas y ventanas; los maestros evacuaron la escuela primaria y llevaron a los niños a la loma de Tlalmimilolpa.

En San Pedro Cholula y Puebla cayó ceniza y arenilla; algunas personas confundieron el impacto de la onda sónica con un temblor de tierra.

En todos estos sitios se percibió claramente la explosión, aunque la bruma impidió una visibilidad completa.

En la ciudad de Puebla, Ramón Peña Melche, director del Plan Operativo Popocatépetl, dependiente del Centro Universitario para la Prevención de Desastres Regionales (Cupreder), informó que tras la exhalación, la falla geológica volvió a la normalidad sin cambios aparentes en su interior, por lo que el semáforo volcánico permanece en color amarillo en señal de prevención.

Consideró que la fumarola es normal en un volcán activo y que el coloso se encuentra en etapa de desgasificación, razón por la cual continuarán este tipo de explosiones y las autoridades seguirán atentas a su actividad mediante los sistemas especializados de monitoreo.

En los municipios mexiquenses de Amecameca, Ecatzingo, Ozumba y Atlautla, las direcciones de protección civil y de las policías municipales reportaron incertidumbre y temor entre la población debido a la fuerte explosión.

Por último, en el estado de Morelos integrantes del Ejército Mexicano, policías preventivos estatales y municipales, así como miembros de protección civil, se desplazaron a las inmediaciones de los cinco municipios aledaños al volcán pero no fue necesaria su intervención.