El gobierno, sin plazos para la solución del conflicto, afirma Emilio Rabasa
José Gil Olmos Ť El negociador gubernamental para el conflicto en Chiapas, Emilio Rabasa Gamboa, aseguró que la mejor señal de voluntad de diálogo que puede presentar el EZLN es retirar las cinco condiciones que puso para retornar a la mesa de negociación e incorporarlas a la agenda de discusión.
Asimismo, sostuvo que la mejor manera que tiene para influir en las elecciones del 2000 es convertirse en partido político, porque de otra manera no tiene ninguna posibilidad de incidir por las condiciones en que se encuentra actualmente. En este sentido, precisó que el gobierno federal no se impone tiempos para la solución del conflicto chiapaneco, porque sabe que son procesos complejos y largos como en Guatemala e Irlanda.
Por otra parte, consideró que no es un problema de urgencia y mucho menos de legislar al vapor la aprobación de la iniciativa presidencial sobre derechos y cultura indígenas. Así, señaló que es secundario si se aprueba en este periodo de sesiones del Congreso de la Unión, porque lo fundamental es lograr una ley sólida de consenso político.
En conferencia de prensa anunció su visita de dos días a partir de hoy a Chiapas, donde se reunirá con el gobernador Roberto Albores Guillén y empresarios locales. Se le insistió en aclarar la expresión del presidente Ernesto Zedillo al calificar al EZLN como una agrupación paramilitar.
``Yo más bien creo, pero desde luego aquí ya entramos al terreno de las interpretaciones, que la referencia es a la forma o tipo de organización interna, y no a si se le va a aplicar determinado tipo de legislación u otra'', indicó.
Rabasa explicó que tampoco se refiere a que se vaya a desarmar al EZLN, porque éste sigue protegido por la Ley para el Diálogo de marzo de 1995.
Insistió en la línea oficial de resolver el problema en Chiapas por la vía pacífica y política del diálogo y la negociación.
A pregunta expresa de un corresponsal extranjero que le pidió citara alguna fecha en la que el EZLN hubiera masacrado mujeres y niños como para ser considerado un grupo paramilitar, como lo catalogó el presidente Zedillo en su última gira por Sudamérica, Emilio Rabasa externó que en ningún momento los zapatistas han masacrado a un número determinado de indígenas. ``Por lo que la respuesta contundente es no, y más aún, rechazo la implicación de la pregunta''.
Sostuvo que la calificación del presidente Zedillo no tendrá ningún impacto en la estrategia gubernamental de pacificación para Chiapas. No obstante, dejó en claro que la única forma de regresar al diálogo es que el EZLN retire las cinco condiciones que estableció para retornar a la mesa de negociación, las cuales son: cumplimiento de los acuerdos de San Andrés, retiro del Ejército, liberación de presos zapatistas, desarmar a grupos paramilitares y contar con una representación gubernamental con capacidad de decisión.
``Si cada una de las partes pone condiciones a la otra, es porque no existe voluntad para dialogar. ¿Qué tal si esos puntos los pasamos a la agenda?
En cuanto al artículo 33 constitucional, que habla de la deportación inmediata de extranjeros ``indeseables'' del país, Emilio Rabasa -experto jurista-, argumentó que la globalización económica y política no riñe con las decisiones de los Estados por establecer criterios claros y precisos sobre el actuar de los extranjeros en territorio nacional.
En otro orden, rechazó la instalación de los municipios autónomos por parte de simpatizantes del EZLN, y afirmó que la remunicipalización será la vía de arreglo para las comunidades que tienen problemas en la instalación de sus autoridades.
Rabasa explicó que este viaje a Chiapas es para evaluar la estrategia del gobierno con miras a resolver el conflicto chiapaneco, la cual está dividida en siete vertientes: focalización de las demandas sociales, impulso a la economía estatal, reafirmación y vigencia del estado de derecho, y la reestructuración completa del sistema de seguridad (capacitación, más armamento y mejores sueldos), concertación política para resolver los conflictos entre comunidades, ayuda humanitaria a desplazados, impulso a la ley de derechos indígenas y solución pacífica al conflicto con el EZLN.
Sobre las instancias de mediación, sostuvo que no se ha desconocido a la Comisión Nacional de Intermediación presidida por el obispo Samuel Ruiz, y agradeció el interés de la jerarquía católica por servir de intermediadora. Explicó que si en este viaje a Chiapas no se contempla una entrevista con la Conai, no es por ``desestimarla'', sino porque la intención del viaje es revisar la estrategia global del gobierno federal.
Anunció que el próximo lunes se reunirá con miembros de Cocopa y PGR para analizar su evaluación sobre la existencia de 12 grupos paramilitares, y que hasta entonces emitirá una postura sobre el tema.
Finalmente, de la propuesta de Rigoberta Menchú sobre consultar a los pueblos indígenas sobre la iniciativa presidencial, dijo que es posible retomarla, ya que el gobierno está abierto a cualquier sugerencia.