La Jornada 27 de abril de 1998

Palacios: no se impondrá al PRI la consulta a la base

Enrique Méndez Ť Para Mariano Palacios la instrucción, la línea presidencial, fue precisa. Pero acota que otras fuerzas determinarán tiempos y método de la elección del candidato a la Presidencia: ``El mecanismo de consulta a la base no será una condición que se imponga. La 18 Asamblea tendrá soberanía y decidirá''.

Recalca que el PRI está ante la mayor oportunidad en siete décadas de renovarse, mantener su capacidad de competencia electoral y de persistir en el propósito de que la democracia sea una constante en el partido. Los hechos, dice el dirigente priísta, generarán una percepción ``más contundente'' de que la apertura es una realidad en el partido y ``no un invento casual''.

Y aunque afirma que su partido esperará a analizar el éxito o los errores del método de consulta directa a la base, confirma que los funcionarios o gobernadores que aspiren a la candidatura presidencial tendrán que renunciar a sus cargos cuando el CEN emita la convocatoria, en 1999. ``Estamos en un proceso inédito de democratización. Sé lo que implica, pero estoy dispuesto a correr los riesgos. El primer paso ha sido la emisión de las convocatorias en los estados. Han sido bien recibidas, han generado simpatías y en algunos casos también sorpresas'', dice.

Sobre el particular, refiere que los gobernadores de Tamaulipas, Tlaxcala, Puebla y Sinaloa se comprometieron a no intervenir en los procesos internos de elección.

--¿Y no palpa un riesgo de disidencia?

--No, no lo percibo.

Incluso, señala que cuando concluyan los registros en esos estados, llamará a cada uno de los precandidatos para dejarles ``bien claro'', como establece el reglamento aprobado por el CEN, el alcance de las reglas de competencia --violarlas implica, en casos extremos, la expulsión del partido-- y del compromiso que deben asumir con el PRI.

--Los requisitos que se exigen a los aspirantes a gobernador, ¿no son candados?

--El propósito de las convocatorias es que los funcionarios no confundan su servicio con el proselitismo personal. Una vez que aceptan participar y se inscriben, deben hacerlo en condiciones de equidad con el resto de los participantes.

Palacios Alcocer plantea que será ``en su momento'', sólo después de que se conozcan los resultados electorales de este año, cuando se determine si los precandidatos necesariamente tendrán que renunciar para competir en condiciones de equidad.

--Los gobernadores, los secretarios de Estado, ¿tendrán que renunciar?

--Hasta que no haya (sic) convocatoria y lleguen a inscribirse no tienen por qué separarse de sus encargos.

--¿Pero sí deberán hacerlo, definitivamente...?

--Si así lo establecen las bases de la competencia interna, por supuesto que sí. Pero hasta cuando haya convocatoria deberán separarse de sus encargos para dedicarse, en las mismas condiciones que sus demás compañeros, a buscar el apoyo de los militantes.

Palacios Alcocer insiste en que los priístas tendrán que ser ``muy analíticos'' de los resultados que obtengan de los 14 procesos de este año, de los cuales 10 son para renovar gobernador. ``Este tipo de consultas enriquecerá la vida del partido, pero de ninguna manera son una condicionante que se imponga'', resalta.

--Pero tendrán que imponerse reglas claras para elegir al candidato a la Presidencia.

--Sí, por supuesto.

--¿Eso llevaría a eliminar los candados y tapados?

--Que se discuta ese tema. La asamblea tendrá soberanía y decidirá.

Enseguida, Palacios aclara que el CEN no financia las precampañas de ninguno de los aspirantes y, por el contrario, asegura que tendrán que recurrir a ``sus contactos, a las organizaciones'' del PRI para obtener recursos.

--¿Y ahí no existe un hueco, una laguna, que aprovecharán los gobernadores?

--Nosotros estamos empeñados, y los propios gobernadores han hecho un compromiso ante el Comité Ejecutivo, de no respaldar con recursos a ningún candidato. De hecho, el reglamento que el CEN afinó el lunes pasado, luego de emitir la convocatoria conjunta para cuatro estados, no define con claridad el financiamiento a las precampañas. Sólo exige a los aspirantes dejar bien claro que ni los gobernadores o la dirigencia nacional y local tienen candidato.

--Más que competencia libre, ¿no advierte una pugna irreconciliable por el poder?

--En un partido hay que sentar reglas muy claras de competencia. Un partido debe darle a los militantes la garantía de la competencia interna. Mire usted los descalabros que han tenido otros partidos cuando reprimen el derecho de sus militantes a participar y se abren, en cambio, a candidatos externos o tránsfugas de otras organizaciones. Los priístas tenemos un compromiso de fortalecer nuestra vida democrática, no de establecer mecanismos para entorpecerla.

--Hay quien dice que ser gobernador es como ser un Presidente en chiquito.

--Yo creo que todos los priístas tenemos un compromiso muy claro con el fortalecimiento del partido.

--¿Todos?

--Yo creo que sí. Sí, por supuesto. Yo no creo que haya un priísta que tenga como propósito deliberado el debilitar a su partido.

--¿Seguirán dándoles premios de consolación a los que no ganen la candidatura?

--En la medida que la competencia se vuelva práctica no habrá ni ganadores ni perdedores absolutos en la política. El PRI requiere seguir aprovechando sus cuadros. En otras épocas seguramente hubiera sido el fin de las carreras políticas de quienes no resultaran favorecidos. Hoy debemos trascender los premios de consolación para que las carreras de los políticos sigan adelante.

--Pero quienes crucen la raya ya no podrán regresar...

--Cada quien sabe los riesgos que corre al participar en un proceso de esta naturaleza. Y los tendrá que asumir, por supuesto.

--¿Diría usted que el PRI se bajó del carro completo para subirse por fin al carro de la democracia?

--No sé si la metáfora es la más adecuada. Lo que sí puedo decir es que estamos empeñados en profundizar la vida democrática del partido.