José Blanco
Familias con futuro

Pasan los años y lustros, y el tema de la igualdad jurídica y social entre mujeres y hombres es aún una asignatura pendiente. Los estudios sobre los cambios sufridos por la familia mexicana se multiplican y las propuestas de reforma a las leyes --especialmente a los códigos civiles (CC)-- se acumulan, pero a los legisladores esas realidades entre los géneros parecen importarles un comino. Hoy en día, por ejemplo, los CC de Chiapas, Colima y San Luis Potosí, exigen que el marido dé permiso a la mujer para poder trabajar: una ridícula estupidez.

A mediados de 1996 fue publicado Familias con futuro.

Derecho a una sociedad más justa, libro coordinado y en parte escrito por Guadalupe López Hernández, Cecilia Loría Saviñón y Julia Pérez Cervera del grupo GEM. Es un estudio y una propuesta hechas con rigor y seriedad: un trabajo que puede ser un aporte relevante para reformar el CC para el Distrito Federal.

En la exposición de motivos de las propuestas de reformas se dice: ``Los profundos cambios que se han dado al interior de la familia, en sus relaciones, composición y funcionamiento, deja más que cuestionada a ésta como lugar de protección y de realización de la mujer... No es posible seguir manteniendo el ocultamiento de los derechos de las distintas individualidades que conforman la familia por más tiempo y menos con base en el mantenimiento de una célula de convivencia que fue creada bajo un concepto que hoy no tiene vigencia en la realidad.

La idea anticuada que mantiene a la familia como un núcleo cerrado e inamovible, no es ya el sustento de la sociedad.'' En efecto, el libro muestra la dinámica de los cambios que ha venido sufriendo la familia nuclear (un padre, una madre y unos hijos). Esta célula que el CC pretende preservar, no es más la realidad total de las familias mexicanas.

Según resultados preliminares de los autores, el 54 por ciento de los hogares son familias con hijos y algo más de 6 por ciento son hogares de parejas: sólo alrededor de 60 por ciento son familias nucleares. Cerca de un 20 por ciento son familias con padre o madre, y otro tanto están compuestas de parientes, sin padre o madre reconocidos. Es de destacarse que el 21.6 por ciento de lo hogares entrevistados está encabezado por una mujer.

Por lo que hace a las mujeres que trabajan fuera de casa, el 99.6 por ciento realiza además quehaceres del hogar durante 42.6 horas a la semana en promedio; de los varones, sólo el 56 por ciento realiza labores domésticas, y lo hace durante 7.3 horas en promedio a la semana.

Esas realidades se alejan de la idea tradicional de una familia nuclear y reclaman a gritos políticas que cambien de raíz tales diferencias. ``El sustento y el progreso de una sociedad descansa hoy por hoy en la ciudadanía. En las personas y en los derechos inalienables de éstas'', sostienen los autores.

Proponen en primer lugar suprimir del CC las expresiones discriminatorias, como paso previo para la igualdad. Proponen también: a) derogar el capítulo de los esponsales; b) definir el matrimonio como ``una institución de carácter publico e interés social''; c) suprimir la palabra ``concubinato'' y hacer de las ``uniones de hecho'' una relación con derechos plenos iguales a los del matrimonio; d) reformar las disposiciones sobre las responsabilidades mutuas entre los cónyuges y sobre la edad mínima para contraer matrimonio; e) estatuir la obligatoriedad de cursos prematrimoniales para informar cabalmente a las parejas de sus derechos y obligaciones; f) crear un Consejo de Familia; g) reformar las disposiciones sobre las obligaciones económicas de los cónyuges; h) reducir a tres meses el lapso de abandono injustificado para que cesen lo efectos de la sociedad conyugal; i) incorporar derechos relacionados con el trabajo realizado por la mujer en el hogar; j) reformar con sentido civilizatorio las disposiciones sobre las causales de divorcio; k) estatuir facilidades para facilitar el establecimiento de las pensiones de alimentos; l) reformar los derechos de los hijos nacidos del matrimonio y los de los nacidos fuera de él.

Dicen las autoras: ``estamos proponiendo modificaciones legales que no requieren más que la voluntad de transformación''.