La Jornada 2 de mayo de 1998

En manifestaciones en todo el país, repudio a la política ``neoliberal''

De los corresponsales Ť Decenas de miles de trabajadores, tanto de sindicatos oficialistas como de organizaciones independientes, conmemoraron ayer el Día del Trabajo en todo el país, con marchas en las que exigieron principalmente aumentos salariales y repudiaron la ``política neoliberal'' del gobierno.

Durante una jornada sin incidentes mayores, los trabajadores se manifestaron también en contra de la ``privatización del IMSS'' y por una pronta solución al conflicto en Chiapas.

En Monterrey, Nuevo León, la conmemoración se llevó a cabo con un movimiento obrero dividido y en ausencia del gobernador y la dirigencia priísta.

El empresario Fernando Canales Clariond, gobernador panista de Nuevo León, fue invitado por la CROC, la sección 21 del SNTE, el sindicato de burócratas estatales, el sindicato del Seguro Social y la CNC a encabezar una guardia de honor en el Monumento al Obrero, y después desayunó barbacoa con los croquistas en su edificio sindical.

La CTM desfiló solitaria, sin la presencia de la clase política priísta ni panista, a diferencia de otras épocas, cuando gobernador, diputados, alcaldes y líderes obreros marchaban abrazados. Esta vez, las tibias demandas de justicia social y mayor salario fueron opacadas por acusaciones contra los propios priístas por ``traidores que entregaron el poder al PAN'', en alusión a Benjamín Clariond Reyes, primo del actual mandatario estatal.

En el estado de México, más de 35 mil trabajadores disidentes de organizaciones como el SNTE, el Suteym y el Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana, entre otras, efectuaron marchas en 12 municipios para protestar por malas condiciones laborales, bajos salarios, despidos e inseguridad, principalmente.

En forma paralela, durante el acto oficial en la ciudad de Toluca que sustituyó el habitual desfile, más de 3 mil obreros de 40 organizaciones silbaron y abuchearon al gobernador César Camacho Quiroz, quien tomó la protesta al presidente del recientemente constituido Congreso Laboral del Estado de México (CLEM), Abel Domínguez Rivero. En algunos municipios, como Chalco, el desfile se canceló sin previo aviso.

En Guadalajara, Jalisco, unos 60 mil trabajadores efectuaron cinco concentraciones, y sus exigencias fueron mejores salarios y que los gobernantes rectifiquen la política neoliberal.

El ayuntamiento panista de esa capital infraccionó a los manifestantes porque el sonido excedió los niveles permitidos en la legislación vigente.

En Jalapa, Veracruz, más de 5 mil trabajadores de organizaciones independientes, miembros de El Barzón y representantes del Congreso Nacional Indígena, así como del Frente Zapatista de Liberación Nacional (FZLN), protestaron contra los recortes al presupuesto federal, los bajos salarios y el rescate del Fobaproa a los seis banqueros más ricos del país. Rechazaron también la posible privatización del IMSS, y exigieron solución al conflicto en Chiapas y el cumplimiento de los acuerdos de San Andrés.

Participaron en el desfile más de 67 mil trabajadores afiliados a diversas agrupaciones de 28 grandes organizaciones sindicales, entre las que destacan CTM, CROC, CROM, CNOP, CCI y el magisterio.

En Coatzacoalcos, más de 7 mil trabajadores y técnicos petroleros pidieron detener la privatización de la industria, y en el puerto de Veracruz, homosexuales de Ciudad Cardel acusaron que las autoridades les niegan su ``derecho a trabajar'' en bares.

En la ciudad de Puebla, el gobernador Manuel Bartlett abanderó el desfile oficial ante dirigentes de la CROC, CTM, FSTSE y CROM, y llamó a los trabajadores a ``mantener sus logros y luchar contra las tendencias derechistas promovidas por el PAN''. Por su parte, sindicatos disidentes encabezados por el magisterio poblano desfilaron entre consignas de protesta y exigiendo mejores condiciones de vida.

En Yucatán, las marchas obreras se transformaron en escenarios de apoyo y repudio al gobernador Víctor Cervera Pacheco, quien advirtió a sus opositores: ``Nada ni nadie me separará de los intereses del pueblo de Yucatán''.

La CTM y la CROC ``repudiaron'' en Mérida el procedimiento de juicio político contra Cervera Pacheco. A su vez, grupos de panistas, organizaciones no gubernamentales y de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT) censuraron la gestión del actual gobernador.

Agresiones a un periodista y a miembros del FZLN

En la ciudad de Querétaro, en pleno desfile un guarura del gobernador panista Ignacio Loyola Vera agredió al periodista Saúl Ugalde, de Radio Centro, cuando éste trató de subirse al templete donde se encontraba el mandatario para enterarse de la protesta que en ese momento le manifestaban maestros de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), por la falta de solución a la crisis financiera en esa casa de estudios. Una veintena de periodistas se acercaron al mandatario y le exigieron respeto a su desempeño; la Asociación de Periodistas de Querétaro preparaba un comunicado de protesta.

En Ciudad Madero, Tamaulipas, tres integrantes del Frente Zapatista de Liberación Nacional (FZLN) que repartían propaganda fueron detenidos violentamente por policías judiciales del estado, encabezados por el jefe de grupo Rodolfo Cárdenas, e incomunicados durante hora y media antes de ser liberados por intervención del diputado del PRD Carlos Heredia.

En Villahermosa, Tabasco, unos 4 mil integrantes de la UNT repudiaron durante el desfile oficial la política neoliberal del gobierno y exigieron una ``urgente'' recuperación salarial.

Los inconformes también se solidarizaron con el paro laboral que mantienen mil 200 trabajadores del Instituto de Solidaridad Social del Estado de Tabasco (ISSET), quienes exigen aumento salarial de 20 por ciento.

En Acapulco desfilaron oficialistas e independientes en ausencia del gobernador Angel Aguirre Rivero, quien había sido invitado por la CTM, en tanto que miembros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (CETEG) protestaron por el asesinato -``por motivos políticos''- del profesor Oscar Rivera Leyva, dirigente del PRD en Atoyac, y exigieron castigo a los responsables materiales e intelectuales.

Los reclamos de los manifestantes de Acapulco, Costa Chica, Costa Grande y algunos de La Montaña fueron por aumento salarial y contra los altos costos de los servicios públicos, la inseguridad pública y la corrupción. El médico José Luis Alarcón, trabajador de los Servicios Municipales de Salud, escribió con su sangre en una cartulina la petición de su gremio de aumento salarial de ciento por ciento.

En Chilpancingo, unos 3 mil trabajadores pidieron aumento salarial, rezonificación de áreas económicas, vivienda, créditos hipotecarios y mejores servicios médicos.

En Cuernavaca, Morelos, cerca de 11 mil trabajadores efectuaron una marcha independiente, en tanto que en la ceremonia oficial, unos 3 mil obreros congregados en el auditorio Teopanzolco abuchearon largamente a su dirigencia, especialmente al senador cetemista Manuel Montalvo Medellín, quien acompañaba al gobernador Jorge Carrillo Olea.

Telefonistas, maestros, trabajadores del Seguro Social, sindicatos independientes e integrantes del PRD y organizaciones no gubernamentales pidieron en las calles la renuncia de Carrillo Olea, y los maestros la inmediata libertad de Galo Demesa, ``preso político'' tepozteco. (Ana Salazar, Silvia Chávez, René R. Alvarado, María de los Angeles Velasco, La Jornada de Oriente, David Carrizales, Raymundo Jiménez, Guadalupe López, Liky García, Luis Boffil, Manuel Enríquez, René Alberto López, Maribel Gutiérrez, Francisco Guerrero, Hugo Pacheco, Carlos Camacho, Alfredo Valdez, Antonio González, Jesús Lastra, Raúl López, Andrés Morales, Víctor Guerra, Cayetano Frías, Carlos Figueroa, Rodolfo Villalba y Emmanuel Salazar)