La Jornada 2 de mayo de 1998

Ahora sí se pasará ``de la palabrería a los hechos'', asegura Del Villar

David Brooks, corresponsal, Nueva York, 30 de abril Ť Samuel del Villar y un contingente de personal de la Procuraduría y los tribunales de la ciudad de México realizaron una gira de trabajo de tres días en Nueva York para examinar los procesos del sistema de justicia y las estrategias de seguridad pública en el DF.

Del Villar, procurador general de Justicia del Distrito Federal, miembros de su equipo y representantes de policía y tribunales de la ciudad de México, visitaron delegaciones policiacas, tribunales, centros de detención y agencias de seguridad pública neoyorquinas para examinar ``en concreto'' los procesos de justicia que se aplican aquí. ``Sin ofrecer un apoyo económico digno para los servidores públicos, todo lo demás es imposible'', señaló en torno al problema fundamental para reformar la seguridad pública en México.

Indicó que las experiencias en Nueva York en materia de seguridad pública ofrecen mucho que estudiar en torno al caso de México, desde la profesionalización de la policía, los procesos penales y de administración de justicia, las agencias anticorrupcion dentro de la policía, y las estrategias contra la criminalidad desde el nivel local de un ``precinto'' policial hasta toda la ciudad.

En particular, Del Villar señaló a La Jornada, esta gira es parte de una serie de investigaciones en Estados Unidos y Europa para nutrir el proceso de reforma de la seguridad pública en México. El procurador dijo gozar con observar de cerca y en concreto la aplicación de las políticas sobre el terreno real.

En la ciudad Nueva York, se observaron los procesos de registro de detenidos en una delegación de policía de Manhattan, el procedimiento de los ``tribunales nocturnos'' instituidos para reducir el rezago de casos, el monitoreo y recaudación de estadísticas de índices de criminalidad, y entrevistas con expertos en materia de sistema de justicia.

Para Del Villar, la urgente reforma del sistema judicial mexicano empieza por abajo, tanto en la capacitación y apoyo, como condiciones de trabajo de los agentes de policía y otros servidores públicos por un lado, como el rescate de la confianza ciudadana en las instituciones judiciales, por el otro. Instrumentar estos cambios, dijo, requiere no sólo diseñar nuevos modelos, sino buscar la participación de los ciudadanos para fijar objetivos y evaluar problemas a resolver.

Aunque Del Villar tiene un amplio conocimiento de los esfuerzos e iniciativas en este país para atender problemas parecidos a los que se enfrentan en México, sostiene que las soluciones para su ciudad deben ser hechas en México.

Consolidará la PGJDF su programa de trabajo

Humberto Ortiz Moreno Ť En este mes, aseguró el doctor Samuel del Villar, la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) consolidará su programa de trabajo en la vertiente operativa para pasar del discurso a los hechos y aseguró que están abiertas líneas de investigación sobre organizaciones criminales que deben conducir a precisar las responsabilidades de servidores públicos. ``El rollerío'' quedará atrás, garantizó, y explicó que de Nueva York se obtendría estadística e información precisa para fundamentar la aplicación aquí de la estrategia Cero Tolerancia que, al menos en esa urbe estadunidense, redujo el índice delictivo hasta el mínimo.

En este sentido, el funcionario externó su máxima preocupación: ``Condiciones dignas y estables de trabajo'' para el personal de la institución, como asignatura esencial para combatir la corrupción interna.

Sin embargo, reconoció, el reajuste presupuestal limita las posibilidades de desarrollo. La Oficialía Mayor ya elabora y formula un anteproyecto de ejercicio presupuestal para sustentar la reestructuración orgánica de la Procuraduría General del Justicia de Distrito Federal, a fin de reasignar cargas de trabajo y recursos.

Por tanto, para obtener reciprocidad de los 8 mil 400 agentes judiciales, ministerios públicos y peritos, tuvo que diferirse hasta la segunda mitad del año el curso de capacitación que recibirían, a fin de que la mejora salarial que podría darse en esas fechas sea equivalente a su esfuerzo.