CT: 8 de cada 10 empresas declaran pérdidas para no pagar utilidades
Elizabeth Velasco C. Ť El 80 por ciento de las empresas instaladas en el país declaran pérdidas fiscales para evadir el pago del reparto de utilidades a sus trabajadores, advirtió ayer el Congreso del Trabajo, tras señalar que a 19 días de que concluya el plazo legal para otorgarlo, se presentan serias ``irregularidades para su cumplimiento, mismas que tienden a agravarse en la actualidad''.
El especialista en materia laboral de la Universidad Autónoma Metropolitana, Enrique de la Garza, aseguró que sólo 10 por ciento de la planta laboral (de casi 10 millones de trabajadores registrados ante el IMSS) recibirá esa prestación por parte de 300 empresas que controlan 80 por ciento de las exportaciones mexicanas. Estas pertenecen a los sectores automotriz, de autopartes, textil, eléctrico y electrónico, principales beneficiarios de la actual política económica.
El 95 por ciento de las 600 mil empresas registradas ante el IMSS son micro, pequeñas y medianas plantas en difíciles condiciones económicas, por lo cual el reparto de utilidades será ``muy desigual'' o ``imposible''.
Las principales causas del incumplimiento, según el CT, son la ``ambigüedad'' en las normas y disposiciones para la instrumentación de ese derecho, las limitaciones impuestas a los trabajadores para impugnar las resoluciones que emite Hacienda y la falta de apoyo por parte de las autoridades del Trabajo, tanto ``en el proceso de asesoría, reconocimiento de personalidad a trabajadores no sindicalizados, inspeccción, verificación del pago de utilidades, como en la aplicación del procedimiento sancionador''.
Como consecuencia, ``aumentan de manera creciente año con año las inconformidades que presentan los trabajadores no sindicalizados -inclusive ex trabajadores-, quienes ante la indefinición y falta de apoyo de las autoridades labores difícilmente pueden interponer inconformidades o un escrito de denuncia ante las hacendarias''. De las inconformidades presentadas, sólo 3 por ciento favorece a los empleados.
En asesorías del CT a trabajadores, se demostró que las empresas no sólo acuden a la argucia de declarar pérdidas fiscales, sino también declaran una ``utilidad contable que les permite ofrecer gratificaciones y compensaciones a los trabajadores para evitar inconformidades y la ulterior presentación de escritos de objeciones'' ante Hacienda.
Esta ``flexibilidad'' el CT la atribuye a las reformas fiscales iniciadas en 1987, pues mediante éstas ``se da toda una serie de estímulos y deducciones adicionales a las personas morales''. En particular, ``la modificación al artículo 25, fracción III, de la Ley del Impuesto sobre la Renta (ISR) que afecta seriamente las utilidades de los trabajadores al permitir su deducibilidad como un costo o gasto, por lo que en el mediano plazo el reparto de utilidades tenderá a desaparecer''.