La Jornada 15 de mayo de 1998

Privatizar la medicina no mejora la salud: Castro

Kyra Nuñez, especial para La Jornada, y agencias, Ginebra, 14 de mayo Ť El presidente cubano Fidel Castro felicitó esta mañana la ``lucha heroica'' de la Organización Mundial de la Salud (OMS) contra las realidades de un mundo en el que el crecimiento económico se ha sextuplicado en los últimos 47 años. En este periodo, dijo, la producción mundial de bienes y servicios aumentó de cinco a 29 billones de dólares, y a pesar de ello se registra la muerte de 33 mil niños a causa de enfermedades prevenibles mediante vacunas que cuestan sólo un dólar.

Castro defendió el exitoso sistema médico de su país, ``a pesar del cruel bloqueo que sufre desde hace casi 40 años y a pesar de ser un país pobre del Tercer Mundo''.

La Asamblea Mundial de la Salud estuvo en suspenso debido a que durante las dos horas que duró la ceremonia, el líder cubano y la primera dama estadunidense, Hillary Rodham Clinton, estuvieron en la misma sala y escucharon los mismos discursos.

En su discurso Castro fustigó, con cifras, que la universalidad al acceso de los servicios de salud puede lograrse mediante la colaboración internacional e indicó que si todas las naciones que se han comprometido en el programa Salud para Todos en el Año 2000 contribuyeran con 34 por ciento de su producto interno bruto (PIB), se recuperarían unos 20 mil millones de dólares que podrían financiar el proyecto.

Y señaló que aunque las naciones prometieron aportar .24 por ciento de sus PIB, la mayoría no aporta más del .7 por ciento.

Es falso, dijo, que con la privatización del sector salud podrían lograrse mejoras en los sistemas nacionales de salud, y sostuvo que aplicar la medida en la isla ``sería un paso atrás'' en lo logrado a partir de la revolución cubana pues, aseguró, es gracias a la intervención del Estado que se han elevado los índices de salud de Cuba, que son equiparables a los de los países más ricos del mundo, como Estados Unidos.

``El intento de practicar el genocidio contra nuestro pueblo nos hizo multiplicar nuestras fuerzas y nuestra voluntad de sobrevivir --dijo Castro--. Cuando triunfó la revolución hubo una atención especialísima a la salud y un compromiso sagrado en nuestro programa''.

Afirmó que para lograr un sistema de salud eficiente no es necesario contar con grandes recursos: ``Además de la voluntad política es importante la convicción de que con poco se puede hacer mucho por el Ministerio de Salud''.

Destacó que en su país se logró desarrollar seis vacunas por el costo de un dólar y que actualmente se hacen investigaciones en torno a posibles curas del cáncer.

También enfatizó la contribución cubana a la salud internacional y afirmó que ``26 mil médicos cubanos han prestado servicios en el Tercer Mundo, fundamentalmente en Africa. Hoy no estamos en condiciones de hacerlo totalmente gratuito''.

Castro criticó el hecho de que el mercado de los medicamentos ascendió a 280 mil millones de dólares anuales, pero los países pobres consumen apenas 18 por ciento de las medicinas que se producen debido a que sus precios son inaccesibles.

Al criticar la globalización de la economía y las carencias en materia de salud de los países pobres, se preguntó: ``¿Quién salvará nuestra especie? ¿Las leyes ciegas e incontrolables del mercado, la globalización neoliberal, una economía que crece por sí y para sí como un cáncer que devora al hombre y destruye la naturaleza? Ese no puede ser el camino, o lo será sólo un periodo muy breve de la historia''.

Castro felicitó el ``heroísmo'' de la OMS porque, consideró, ``lucha contra estas realidades y tiene, además, el deber de ser optimista'', y concluyó que comparte el optimismo del organismo por los éxitos en materia de salud que ha conquistado su gobierno ``con una mortalidad infantil de 7.2 por cada mil nacidos vivos en el primer año de vida, un médico por 176 habitantes, el índice más alto del mundo, y una esperanza de vida que rebasa los 75 años''.

Más apoyo a la disidencia

Senadores anticastristas encabezados por el ultraconservador Jesse Helms presentaron formalmente ante el Congreso estadunidense un proyecto de ley para aumentar el respaldo a la disidencia en Cuba y enviar ayuda humanitaria por 100 millones de dólares sin que ésta sea aprobada por La Habana.

Helms, impulsor de la ley Helms-Burton destinada a reforzar e internacionalizar el embargo económico contra Cuba, explicó a periodistas que la intención es ``respaldar la oposición como lo hicimos en la Polonia comunista durante la década de los 80''.

Aseguró que las medidas ``no endurecen ni aflojan el embargo, lo que harán es agregar una nueva dimensión a la política de Estados Unidos a Cuba, al respaldar activamente a quienes impulsan un cambio en la isla''.

El proyecto incluye impulsar en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas una resolución que pida ``elecciones libres en Cuba'', así como apoyo a emisiones anticastristas radiales y televisivas difundidas desde la base estadunidense de Guantánamo, la publicación de informes sobre derechos humanos y laborales en Cuba.

El proyecto autorizará la entrega de 100 millones de dólares, durante cuatro años, en comida, fármacos y equipo médico que serán entregados directamente ``al pueblo oprimido de Cuba a través de la Iglesia católica y grupos independientes''.